El museo y el PRI
Alberto Vieyra G. martes 7, May 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿El PRI, al museo, al poder o a la rotonda de los partidos ilustres? Es la pregunta que va y viene por todo México en momentos en que el partido fundado por Plutarco Elías Calles en 1929 enfrenta al peligro real de extinguirse o volver por la puerta grande al poder, claro, si AMLO persiste en su aberrante afán de mantener dividido a México: En el México de los ricos conservadores “fifís” y el México de los pobres, el PRI, indudablemente estará de vuelta.
Hacia el interior del PRI se libra una férrea batalla entre familias y grupos políticos ponzoñosos y poderosos y un grupo de priístas de la nueva ola que buscan rescatar al PRI. Carlos Salinas de Gortari, el venerable “chupacabras” y Enrique Peña Nieto apuestan todas sus canicas para que el PRI sea dirigido por el ex titular de Salud, José Narro Robles, un político ortodoxo, prudente y sabedor de ciencia política, pero por desgracia algo pasado de moda. Desde la dirigencia nacional del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas, maniobra para evitar que haya un cambio real en el PRI con nuevos grupos políticos y nuevas corrientes, como la que encabeza Alejandro Moreno Cárdenas, principalmente de jóvenes y algunos viejos sabios que hagan otra vez viable y confiable a un PRI, que es repudiado esencialmente por la corrupción y la traición a los principios ideológicos que le dieron vida, emanados de la Revolución Mexicana de “Libertad, justicia social y democracia”.
La señora Ruiz Massieu está empeñada en hacer que el próximo dirigente nacional del PRI sea electo por el Consejo Político Nacional, pretextando que la votación de consulta a la base es imposible porque le costaría al PRI más de 200 millones de pesos y en este momento no cuenta con dinero. ¡Qué mentira tan colosal!
¿De lo mucho que robaron los traidores del Estado social e impulsores del Estado económico, no cuentan con 200 millones de pesos en momentos en que la votación se puede hacer por la vía electrónica del internet con métodos fiables, como la actualización de credenciales y el padrón priísta?
Por otro lado, el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas busca lavar el rostro del PRI con ciencia política. Moreno Cárdenas está limpiecito en materia de escándalos de corrupción. Durante 4 años ha hecho que Campeche figure en primer lugar, como un auténtico paraíso en materia de seguridad pública y en la aplicación del Estado de derecho. Eso merece hasta una misa, aunque los salinistas y peñistas ya le endilgaron el San Benito del Amlito, por su cercanía con ya sabe quién… La ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, se frota también las manos para convertirse en la lideresa número 57 en la historia del PRI, pero por desgracia su capital político no va más allá de su estado natal.
El ex gobernador oaxaqueño, Ulises Ruiz, de triste recuerdo, también quiere bailar como jerarca nacional del tricolor, pero este angelito tendrá que sentarse, porque en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos pesa sobre él una demanda penal por delitos de lesa humanidad, pues cuando cobro como mandatario oaxaqueño, prácticamente exterminó a guerrilleros de la APO; indiscutiblemente que Ulises Ruiz no tiene ninguna posibilidad ni calidad moral para dirigir al PRI.
El PRI necesita un dirigente honesto que pueda con humildad pedir perdón a los mexicanos por las tropelías cometidas por los regímenes y las oligarquías poderosas en la era neoliberal. ¿Alejandro Moreno Cárdenas o José Ramón Narro Robles serán capaces de pedirle perdón a los mexicanos?