Dinero bajo la mesa
Alberto Vieyra G. jueves 2, May 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con ese sugestivo título la editorial Grijalbo publica ésta semana un libro que pone a unas lacras sociales llamadas partidos políticos y a la clase política en general como parte de una gran mafia que mediante los procesos electorales y al precio que sea, obtienen el poder para seguir haciendo barbaridades cobijados por una patente de corso llamada fuero constitucional.
Sus autores, María Amparo Casar, Luis Carlos Ugalde, Ximena Mate Zenteno y Leonardo Núñez González han desatado una revolución, al revelar que detrás de las campañas electorales, sea cual sea el partido político corre dinero sucio por carretadas, pues por cada peso que se declara ante el Árbitro Electoral de México $25 pesos fluyen por debajo de la mesa.
Otro singular hallazgo de los autores es que los partidos y candidatos operan mediante tres financiamientos:
—El primer financiamiento es el oficial que proviene del INE y que tanta comezón le causa a la mayoría del pueblo, porque se tratan de cantidades escandalosas mientras el pueblo materialmente se está muriendo de hambre.
—El segundo financiamiento fluye de las mafias criminales para comprar impunidad.
—Y el tercer financiamiento lo otorgan particulares, entre ellos empresarios y familias poderosas con el mismo propósito de conseguir prebendas.
La investigación que arroja Dinero bajo la mesa, nos lleva a concluir que la clase política mexicana, aunque también sucede aquí y en China, es parte de la narco política y sirve primordialmente a las poderosas y ponzoñosas oligarquías del dinero.
A si las cosas, la hipócrita reforma electoral que promueve el régimen lopezobradorista para reducir el financiamiento público a las lacras sociales llamadas partidos políticos, es solamente una simulación política y demagógica, es curarse en salud, puesto que la mayor parte del dinero que circula por debajo de la mesa para las campañas electorales de los candidatos a presidente de la república, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados y tal y tal, es dinero sucio y sin rostro. Ello quiere zecir también que la tan cacareada guerra contra la corrupción que pregona López Obrador es solamente un cuento de engaña bobos.
Usted y yo, amable lector o radioescucha nos preguntamos:
¿Y cómo acabar con ese maldito estado de cosas que obliga a los politicastros de México a estar de rodillas ante los dueños del dinero sucio?…
—Francamente es una cuestión muy difícil, pero podría comenzarse por hacer que la partidocracia lleve a cabo una reforma electoral en la que se haga obligatorio el voto a los electores mexicanos. Ese solo hecho evitaría que corriera menos dinero sucio por debajo de la mesa, aunque al hacer obligatorio el sufragio, incurriríamos en una práctica propia de las tiranías gobernantes en el mundo. Así que como usted puede ver estamos metidos en un círculo vicioso que sólo beneficia a oligarquías poderosas, criminales y si algo le llega a tocar al pobre pueblo de México, ¡debemos alzar los brazos para dar gracias al cielo!
Por lo pronto, el libro Dinero bajo la mesa es un libro de lectura y consulta obligada para no incurrir en el fanatismo político e idolatrar a politicastros sucios que cuentan y solo sirven a sus padrinos millonetas.