Una revista revolucionaria
¬ Humberto Matalí Hernández lunes 7, Feb 2011Al son de las fábulas
Humberto Matalí Hernández
Una revolución con las dimensiones
de la nuestra fue, en realidad,
la suma de muchas revoluciones.
Ana R. Suárez Argüello: BiCentenario
El Instituto de Estudios Dr. José María Luis Mora, publicó el fin de año en diciembre pasado el número diez de la revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, el ejemplar que da fin a la serie sobre el año desperdiciado hasta políticamente por el actual régimen gubernamental. Aunque continuará vigente durante este 2011 en vista de que el tema no se puede agotar en unos cuantos meses.
Con el ritmo que requiere el país, tanto que los festejos e inauguraciones suntuosas y vacuas, que continuarán durante los próximos meses, la revista BiCentenario recorre la ruta iniciada en 1910, con la lucha social que primero llamó a la democracia maderista y derrocó al régimen enquistado y artrítico de Porfirio Díaz, para sumergir a México en una lucha de intereses y ambiciones de grupos sociales, individuos y de gobernantes.
En la revista del importante instituto dirigido por el doctor Luis Antonio Jáuregui Frías, se unen plumas de historiadores, analistas y literatos que comparten con los lectores importantes análisis, investigaciones y conocimientos sobre el complicado proceso de la que es considerada la primera revolución social del siglo pasado, que debe reconocerse como la centuria de las revoluciones, que quiera que no concluyeron casi todas extintas por el brutal mundo de la modernidad, el libre comercio y la globalización comercial, que son elementos de lo que el anacrónico Carl Marx llamó el capitalismo.
Es tal la amplia gama de artículos reunidos en este ejemplar de BiCentenario, que deja de ser una revista para convertirse en un complejo y completo libro de texto y estudio para alumnos de historia y en especial para los estudiantes preparatorianos, a los cuales es nula la información proporcionada sobre el proceso revolucionario. Desde luego, peor deben estar los alumnos de niveles inferiores. Desde luego todo resultado de la bárbara destrucción de los programas educativos iniciada desde las esferas gubernamentales y sindicales educativas.
Griselda Zárate, Luis Barrón, José de Jesús Ángel Ángel, Javier Rincón M. Elvia Monteros, un cuento de Alfredo Vargas y el estudio sobre el muralismo de Diego Rivera hecho por Laura González Matute y sobre todo el valioso testimonio de cómo en la memoria de los miembros del Ejército de Sur tiene el general Emiliano Zapata, son algunos de los temas reunidos en este ejemplar.
Otro importante punto son las definiciones y presentación del contenido de la revista hecha por la responsable editorial de BiCentenario, Ana Rosa Suárez Argüello, que en el editorial explica el contenido del ejemplar y hace un breve y completo análisis del proceso revolucionario incidido en 1910 y concluido muchos años después, quizá 20, porque aún no se ponen de acuerdo del momento que se cumplieron o se olvidaron las demandas revolucionarias que dieron la conformación del México del siglo XX y cuyos efectos permanecen soterrados entre la modernidad.
Otro aspecto muy importante es el material gráfico entre cárteles, dibujos de Rivera, fotografías de revolucionarios y de la vida cotidiana durante la vida del país en plena revolución.
Son documentos muy importantes para la comprensión y conocimiento de lo que hicieron y eran los mexicanos de hace cien años. La forma de educar y comportamiento de los alumnos de las escuelas socialistas.
Como parte del contenido viene una pregunta que aún los torpes funcionarios que organizaron la estéril y circense festividad bicentenaria, en donde José María Morelos y otros insurgentes independentistas y Francisco Villa junto con varios revolucionarios, fueron ignorados o transformados en marionetas de carnestolendas, pero ignorados en su verdadero concepto histórico y la importancia en las luchas libertarias. Fue muy simple se disminuyó a los hombres y caudillos que emanaron de la lucha y demanda social. Emiliano Zapata se les escapó porque sería muy obvio ocultar esa lucha por la tierra, aunque se concretó a un estado nada más, a pesar de que Venustiano Carranza nulificó en Aguascalientes las demandas del Plan de Ayala.
Por lo pronto, la revista BiCentenario puede ser adquirida, si aún quedan ejemplares, en las librerías de prestigio y en el propio Instituto Luis Mora. Para informes en el correo librería@mora.edu.mx o en el teléfono 5598-3777 y 5598-3737.