Desinfle de Morena
Freddy Sánchez martes 30, Abr 2019Precios y desprecios
Freddy Sánchez
La hazaña de crear un nuevo partido político que desplace a todos los demás en la lucha por asumir el mando presidencial, difícilmente se repetirá como sucedió con el instituto creado por Andrés Manuel.
A estas horas incluso, podría decirse que “desbancar” al partido en el gobierno, que prácticamente “sepultó” a los tres grandes trabucos del pasado, PAN, PRI y PRD, se antoja una “empresa imposible”.
Habrá los que afirmen que igual se pensaba anteriormente, considerando la poco probable incursión en la política de una organización partidista que pudiera de la “noche a la mañana” arrasar con todos sus adversarios al frente. Pero, así fue.
El Partido del Movimiento de Regeneración Nacional ganó la elección presidencial y, además, se constituyó en una mayoría legislativa “aplastante”, (salvo para lo constitucional), en las dos cámaras legislativas federales, además de hacer lo propio en gran parte de las legislaturas locales.
Más que imponente triunfo de “Morena”, pues. Que quizá ni siquiera en los más deleitosos sueños de los integrantes de este partido, alguien alguna vez llegó a concebir que se convertiría en una auténtica realidad.
Los factores que se conjugaron para que tal suceso fuera posible, en la actualidad saltan a la vista.
La unión de las dirigencias de Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el PRD, a efecto de apoyar la instauración en México de las reformas estructurales, fue la principal causa de su desprestigio conjunto.
Y no necesariamente, porque dichas reformas en términos generales hayan resultado un reverendo fisco para la nación, sino debido a que lo benéfico de sus alcances, definitivamente fue menor a lo anunciado o no se hizo sentir apropiadamente, y por ello, la propaganda a su favor se puso en contra de sus promotores y eso llevó al derrumbe de las aspiraciones de permanencia en el poder del priismo o el regreso del PAN y, más aún de una eventual ascensión presidencial del Partido de la Revolución Democrática, que prácticamente quedó “desmembrado” por el surgimiento de “Morena”.
El super partido de los actuales tiempos, cuya popularidad creció en el ánimo social ante la fatídica suma de la desilusión con las reformas estructurales y el hartazgo provocado por el desbordamiento de la criminalidad y sus funestas secuelas de dolor y angustia a lo largo y ancho del territorio nacional.
Así que con la “mesa puesta” para ganar, “Morena” no perdonó y el nuevo partido político forjado por la larga lucha de su creador, dos veces antes aspirante presidencial, que estuvo cerca de ganar, pero no pudo, a fin de cuentas logró sumar más que suficientes adeptos entre la masa electoral, primordialmente la de los nuevos votantes y “se hizo el milagro”.
Es de mencionar que la historia del triunfo de Andrés Manuel se fue hilvanando poco a poco hasta consumarse y contar en la actualidad, con bastante más apoyo ciudadano del que llegó a tener al inicio de su gobierno.
En esas circunstancias, lógicamente, el nacimiento de nuevos partidos políticos, no parece contar con mayor respaldo ciudadano, y solamente en el eventual caso de que a lo largo del sexenio, los acontecimientos pongan en una situación distinta el buen nivel de aceptación que tiene el partido en el gobierno, podría darse una nueva coyuntura de cambio en la voluntad electoral de los ciudadanos para los futuros procesos electivos de representantes populares.
Es evidente, que los mismos factores que favorecieron a Andrés Manuel, lo pueden perjudicar, si la seguridad no mejora, sino que por el contrario sigue empeorando y la economía familiar resiente una baja con el consecuente deterioro del bienestar colectivo.
Dos fatídicos hechos, (como lo demostró el pasado), que hacen pedazos la credibilidad de cualquier gobierno, aun habiendo tenido buena aceptación popular, al igual que la tiene en este momento el gobierno en turno, lo que de cambiar, obviamente, implicará el riesgo de un “desinfle” de “Morena”.