Implementa TSJCDMX programa de revinculación familiar, único en el país
Cd. de México lunes 29, Abr 2019- Con Centros de Convivencia Familiar Supervisada
- Para favorecer el desarrollo biopsicosocial y el derecho a la convivencia de niñas, niños y adolescentes
Con el objetivo de salvaguardar y proteger los derechos de los niñas, niñas y adolescentes, el Centro de Convivencia Familiar Supervisada (CECOFAM), del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), implementó un programa de revinculación, único en el país, con el que se busca que las familias inmersas en una controversia legal gocen de una convivencia libre y segura, mediante el fortalecimiento de competencias de comunicación entre todos los integrantes.
“Con este Programa de Revinculación Familiar, el Poder Judicial de la Ciudad de México se pone a la vanguardia en la atención familiar, pues se apoya a transitar de una convivencia supervisada a una libre. Una de las ventajas es que se trabaja en cuatro fases, durante aproximadamente un año, periodo en el que se ofrece a los integrantes de las familias usuarias herramientas que se requieren para tener una vida en convivencia sana, con un reforzamiento transversal constituido por pláticas asistidas, talleres psicoeducativos y actividades colectivas”, sostuvo la directora de CECOFAM, Aline Liliana Miranda Hernández.
Señaló que, para garantizar una adecuada implementación del nuevo esquema de trabajo, las sedes del CECOFAM, localizadas en avenida Juárez 8 y Juárez 104, en la colonia Centro, así como Niños Héroes 119, colonia Doctores, fueron renovadas para ofrecer espacios confortables.
De manera paralela, se conformó un equipo multidisciplinario: psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos y abogados, que tienen por objetivo preservar el derecho de las niñas, niños y adolescentes a una convivencia familiar; renovando totalmente las prácticas anteriores de sólo ser vigilados por un trabajador social durante los encuentros.
Sobre el método de integración al programa, manifestó que siempre se pondera la seguridad de las niñas, niños y adolescentes, que es el Juez de lo Familiar quien determina qué familias son candidatas a hacer uso de los servicios. “Después de que se recibe un mandato por escrito, hacemos una entrevista diagnóstica y una observación del primer encuentro para tener los antecedentes de la familia y determinar si de acuerdo a sus características el programa es viable”.
Agregó que, en caso de que sea viable, el facilitador o facilitadora indica en cuál de las fases se coloca a las familias y cómo se interviene para beneficiar y potencializar la vinculación; en caso de que no exista viabilidad, por existir riesgo físico, sexual o psicológico en las niñas, niños o adolescentes, se le informa al juez qué es lo que tiene que trabajar esa familia, previo a ingresar o recibir el servicio, como por ejemplo, adherirse a una intervención y/o evaluación psicológica.
Aline Miranda explica que cada una de las familias en el programa se fija una meta, situación que genera un compromiso y se crea una especie de equipo entre los especialistas y las familias para lograr el objetivo en un plazo específico de tiempo. Agregó que otra de las ventajas del programa es el Proceso de Reforzamiento Transversal, el cual está integrado por talleres psicoeducativos basados en módulos de Escuela para Padres en litigio, al igual que pláticas asistidas, las cuales permiten que se planteen acuerdos coparentales a partir de una crianza positiva que se logra a través del desarrollo y reconstrucción de canales de comunicación, así como actividades colectivas como concurso de arte, cuenta cuentos, talleres de manualidades, conciertos, etc., en las cuales los participantes de las convivencias logran compartir y afianzar la vinculación.
“Esto impacta positivamente en los números de juicios que se tienen ventilados, llegando nosotros también a acortar los tiempos de procedimientos. Un juicio, que se tiene planeado dure entre seis meses o un año, muchas veces, al no tener un acompañamiento especializado que oriente a estas familias, generaba que los juicios tomaran hasta 16 años. Hoy, con este programa se ha beneficiado a las familias para concluir los juicios de la mejor manera y en un menor tiempo”. Es importante mencionar que este fin de semana dio inició la Fase III del Programa y que, aproximadamente, 20 familias que conviven dentro de las instalaciones y que han participado en el nuevo modelo de atención, lo hicieron en el Parque la Hormiga del Bosque de Chapultepec.
No tengo experiencias en los CECOFAM, pero por lo que veo existen tantas formas de poder restablecer las convivencias con los hijos, que me hace sentir tristeza el ver cómo se violan las garantías individuales, tantos derechos de sana convivencia como leía en un post de un compañero padre en las redes 4 de 10 derechos de la convención de los niños son vulnerados, es una cárcel disfrazada donde los celadores son los trabajadores sociales y el personal de los tribunales, gente insensible y dura de corazón, ciega para no ver el daño y trauma que generan en los menores. Para muchos de nosotros es la única solución de estar con nuestros hijos, pero cómo poder restablecer totalmente el lazo filial si los menores están en un entorno que no es normal y común para ellos?www
En mi experiencia con el CECOFAM considero que hace falta mayor objetividad por parte de las trabajadoras sociales que asisten durante las convivencias; pues al ser mujeres se inclinan parcialmente hacia su mismo sexo. En uno de los informes que remite la trabajadora social al juzgado omitio hacer observaciones importantes con respecto a como presentaron a mi hijo a la convivencia el cual presentaba un severo golpe en la frente mismo que le hice notar de inmediato y me indico que lo incluiria en su informe aunque sus palabras textuales fueron «no soy doctor» a lo cual le respondi que tampoco yo era doctor pero que sin embargo consideraba que el golpe que presentaba en la frente era de consideracion y solo le estaba pidiendo que lo incluyera en sus notas. Sin embargo al revisar el informe una vez que publico en el juzgado correspondiente cual seria mi sorpresa que no menciono en ninguna parte del referido lo del golpe y sin embargo puso cosas muy parciales y a favor de mi contraparte cuando en realidad lo que sucedio fue muy diferente a lo acontecido.
Esos pequeños detalles pueden hacer la diferencia y dar un giro de 180 ° a los juicios.