¿Quién amarraría al tigre?
¬ Sócrates A. Campos Lemus viernes 26, Abr 2019¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Cuando Felipe Calderón impuso, sin consulta, por sus pantalones y por instrucciones de los norteamericanos la GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO, se inicia el baño de sangre en México, desde entonces llevamos más de 250 mil asesinados en la lucha donde las víctimas son inocentes y jodidos, más de un millón y medio de desplazados de sus comunidades, casas, centros de trabajo, más de 42 mil desaparecidos, miles y miles de viudas, de huérfanos, de encarcelados y, durante años, se nos decía que aumentaba la violencia porque las “fuerzas del orden,” cómplices de los delincuentes y socios en los negocios de la “guerra” nos aseguraban que era la respuesta de los malosos porque, estábamos ganando la guerra, y cobardes, indiferentes o baquetones como dirían en mi pueblo, nos quedamos callados y así, hemos llegado a los tiempos del horror y del terror. Y LOS COMUNICADORES NO ALENTAMOS NI PROMOVEMOS LA VIOLENCIA, SOLAMENTE, LA REPORTAMOS…y muchos han pagado con su vida esa tarea.
Por años vimos la corrupción, el entreguismo, las complicidades y alegando que “nada podíamos hacer”, también guardamos silencio, a pesar de que veíamos cómo el país se desmoronaba. Por años, vimos a las mafias de control de los partidos políticos engañarnos a todos, robarnos, saquear los bienes y fondos públicos y, alegando que nadie podría hacer nada contra ellos, nos quedamos callados y, en este enorme desastre, en forma oportunista y basado en su experiencia política, AMLO se sostenía en su “necedad” y acaparaba la atención de la mayoría de los mexicanos, de tal suerte que supo acaparar el disgusto y el encabronamiento de millones de personas que demandamos un cambio en lo económico, moral, social y político y llevamos el tema, de tal suerte, que incluso, el mismo Presidente, no creía en la votación masiva que se volcó en su favor y ahí, la esperanza surge y la confianza se fortalece. Seguramente todos estuvimos de acuerdo que López Obrador podría ser el gran transformador y uno de los mejores presidentes del país, pero algo sucedió en este ínter, porque comenzó a romper su esquema de propuestas y de convicciones antes de la elección, dando el perdón a los malosos, a los mafiosos del poder y con ello, los convierte en sus socios, mecenas y asesores del poder con el cuento del amor y paz, cuando en la realidad estamos en una gran guerra que destruye al país y, se nos habla de que el cambio en la estrategia era necesario y es claro, habría que sanear a los policías, moralizar a los grupos de acción que combatirían y garantizarían la seguridad, que es el reclamo desde hace años y, esto, es necesario, sin duda alguna, pero no paralizar la acción en contra de los criminales, porque ahí está su reacción, en tres meses, los números no mienten, se ha aumentado la violencia y con ella el escándalo, el horror y el terror por medio de la violencia y no entendemos o no entienden los políticos que en este asunto existen los enormes intereses de banqueros, especuladores, empresarios, policías, políticos, funcionarios, paramilitares que, aliados con los narcotraficantes, ahora, no solamente están en la impunidad, sino acaparando puestos políticos y aumentando su influencia empresarial y financiera y esto, es muy peligroso para la estabilidad del país.
Minatitlán y la zona de Coatzacoalcos, en Veracruz, al igual que el norte y el sur del estado, es vital para el paso de las drogas, dinero, armas, gente y mercadería de todo tipo y es por ello que, también, vienen contaminando otros estados, como se nota en el Istmo de Tehuantepec, porque es ahí donde se descargan los grandes volúmenes de drogas, armas, dinero y personas que vienen del sur del continente y por medio de sus tráficos tradicionales, ahora, aumentados por el “Gota a gota”, impuesto en las famosas caravanas de “indocumentados” donde incrustan a los grupos mafiosos y pandilleros que invaden gran parte del sur de México y que son los que utilizan la violencia en sus actos para imponerse en sus condiciones ante la sociedad, es enorme. Ya nos podemos imaginar ahora que lleguen esos terroristas y malosos a cualquier casa o negocio y exijan su cuotas, si hay alguien que los denuncie o que diga no a sus condiciones y que, ahora, es más preocupante, porque no solamente exigen el dinero, sino, también, por ese mismo canal adquieren propiedades en todos lados y se han incrustado en el comercio informal y en los centros comerciales, centrales de abasto y mercados y, la policía, pues bien, gracias, gozando las mieles de la corrupción o haciéndole al pendejo, porque o reciben su mordida o se van al panteón y no veo a muchos policías asesinados, más bien, prósperos en las localidades jodidas del país.
AMLO demandaba y ahí están los videos de que se terminaría con la violencia en los primeros meses de los anteriores gobiernos, declaraba que llegando terminaría con esa violencia y corrupción que a todos encabrona en el país, pero, no es así, han pasado cuatro meses y nada, al contrario, suben las cifras y aumenta el malestar, el miedo y el horror y, sin más, declara que en seis meses bajará corrupción y violencia, y tal parece que escuchamos a los funcionarios de ayer, solamente falta que nos diga que, la violencia aumenta porque “vamos ganando” la guerra contra el narcotráfico…
Sin duda, es admirable el valor de AMLO, algunos dicen que es imprudencia y demagogia cuando asiste a esos sitios de violencia sin la protección que antes se manejaba, es valiente, sin duda alguna, lo ha demostrado muchas veces, pero nos preguntamos: ¿Qué sucedería? En caso de un atentado como el que se dio en Minatitlán, donde un grupo de criminales tiene esa violencia e impunidad para actuar. Acaso el ¿pueblo sabio y protector de su Presidente podría evitar algo tan terrible? En verdad, no lo creo, y más bien me parece que anda jalando los pelos al tigre, a menos que existan acuerdos de que los malosos respetarán la figura del Ejecutivo y no ejercerán violencia en su contra, así que la violencia está y la inseguridad no respeta a nadie y, por el bien de México, el primer mandatario no se puede exponer, porque una tragedia generaría que el tigre se desatara y la violencia envolviera a México.