Violencia, sin control, ahora Veracruz
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 22, Abr 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Seguridad, pendiente en la Cuaarta Transformación
- Andamiaje legal de la Gendarmería, a paso de tortuga
Atender el problema de la delincuencia organizada y disminuir la violencia en todo el país no es fácil, pero si de algo ya está cansada la gente es escuchar la misma retórica que se escuda en echar culpas al pasado y seguir igual o peor.
La ciudadanía ya no quiere oír eso de que por años las autoridades fueron omisas o le entraron al tema sin estrategia y sin coordinación interinstitucional.
Hay que reconocer, es un tema pendiente en la Cuarta Transformación (4T).
No es fácil, aquí el asunto es que el nuevo gobierno, durante su campaña, prometió hacer las cosas diferentes y ofreció resultados desde el primer día de la nueva administración.
Ya van casi cinco meses de gobierno y no hay visos de que las cosas en materia de seguridad van a mejorar ni siquiera con la creación de la llamada gendarmería nacional.
El viernes pasado, en Minatitlán, Veracruz, se vivió un día más de terror. Reportes policiales hablan de que ese día, una familia festejaba un cumpleaños en una conocida palapa en la colonia Obrera donde se realizaba una fiesta.
Por la noche el festejó se interrumpió cuando hombres armados ingresaron y acribillaron a 13 personas, el más pequeño, un bebé de 1 año de edad.
Algo está pasando en Veracruz, pues ya son varios meses en que la entidad amanece con malas noticias, a veces por la violencia y otras por el mal gobierno que encabeza el morenista Cuitláhuac García Jiménez, quien ha dado muestras suficientes de su ineptitud e incapacidad para gobernar y esa inacción ha contribuido a que la mayoría de sus gobernados estén saliendo a la calle para exigir resultados o su renuncia como mandatario estatal, porque en las horas difíciles siempre los han dejado solos.
Veracruz es sólo un ejemplo del clima de inseguridad que se vive en todo el país, al menos así lo muestran las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), quien reporta que en enero fueron asesinadas en territorio nacional 2 mil 931 personas; en febrero, 2 mil 875, y en marzo, 2 mil 931.
En total, en el primer trimestre de 2019, se contabilizaron un total de 8 mil 737 víctimas de homicidio doloso en el país, y comparado con el inicio de 2018, el registro más letal ha sido el de este año, siendo Guanajuato, según esos mismos reportes, la entidad que -en este mismo lapso de tiempo- ha registrado más acciones violentas y en total suma 947 víctimas.
En 2013, a principios del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, el equipo de la administración entrante presumía que ese año sería recordado como el año de las reformas transformadoras, y a la distancia se les recuerda por la violencia y actos de corrupción. Hoy, rumbo al cumplimiento de los primeros cinco meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gabinete presidencial en su conjunto habla de 4T, y aún sin resultados de por medio presumen el cambio y el inicio de una nueva era, de prosperidad, progreso, justicia social y seguridad, y más bla bla bla..
¿A mí en qué me benefician esas reformas, si lo que quiero es seguridad para mi familia? decía la gente hace seis años y hoy la reacción es similar:
¿A mi qué me importa si se hacen llamar gobierno de la 4T, si la inseguridad sigue igual?
Lo que pasa en Veracruz, Guanajuato y el resto del país es un tema que nos debe preocupar a todos. Hay discursos esperanzadores, es cierto, pero los números no mienten y en verdad no se nota que el gobierno federal ahora sí esté tomando al toro por los cuernos en este delicado asunto.
Entonces, ante la percepción ciudadana de que en materia de seguridad muy poco se hace, el llamado presidencial debe ser de unidad en todos los niveles de gobierno y el tema ubicarlo en el punto número uno de la agenda de prioridades de los gobiernos federal, estatales y municipales, porque para hablar de una nueva era, de una 4T del país, primero se debe brindar tranquilidad y paz a las familias, que el dinero que llega a sus bolsillos esté seguro al igual que el resto de su patrimonio, pero sobre todo que sus vidas no estén en situación de peligro, y si eso se logra, si hay soluciones prontas y toma de decisiones eficaces, hacer de este país una Cuarta Transformación no solo será fácil sino que llegará sola.
VA MI RESTO.- Por si algo faltara en el diagnóstico de la inseguridad, todo indica que no será fácil implementar la operación de la gendarmería nacional, porque si uno se da vuelta por algunos municipios del país se dará cuenta que las autoridades locales ni siquiera saben lo que representa esta corporación y menos aún quién los va a costear, porque –dicen-, en las alcaldías no hay recursos.
Y nada más para darnos cuenta de la rapidez con que se procesa esta prioridad nacional, se comenta que las leyes secundarias no solo no tienen fecha de presentación en el Congreso de la Unión, sino que ni siquiera hay acuerdos en sus contenidos y así mientras estas leyes avanzan a paso de tortuga, afuera la violencia sigue haciendo de la suyas, y hasta ahí porque como veo doy.