Notre Dame, una vez más a salvo de la destrucción
Luis Muñoz miércoles 17, Abr 2019Segunda vuelta
Luis Muñoz
El incendio de la catedral de Notre Dame, en París, Francia, estremeció al mundo como en su momento sucedió con el incendio de la biblioteca de Alejandría en Egipto.
El siniestro en Notre Dame la tarde-noche del lunes, se prolongó durante 9 horas, causando una gran pérdida en el campo del arte sacro y la cultura.
En la destrucción de la biblioteca de Alejandría se perdió el tesoro de la humanidad más preciado: los manuscritos originales de los mejores pensadores griegos, judíos y egipcios de la época.
Notre Dame es una de las iglesias, catedrales y basílicas más grandes del mundo. Entre ellas: El Vaticano, en Roma; la Basílica de Nuestra Señora Aparecida, en Brasil; la Catedral de Sevilla; San Juan el Divino, en Nueva York; Catedral de Milán; Basílica de Nuestra Señora de Lichen, Polonia; Catedral de Liverpool; Iglesia de la Santísima Trinidad, Fátima; la Catedral de Burgos, y la Basílica del Pilar, en Zaragoza.
La construcción de esta obra, catedral de culto católico, sede de la archidiócesis de París, dedicada a María, madre de Jesucristo, que se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena, comenzó hace más de 850 años sobre las ruinas de dos iglesias anteriores, que se edificaron encima de lo que había sido el templo dedicado al dios romano Júpiter.
Es la catedral uno de los edificios más señeros y antiguos de cuantos se construyeron en estilo gótico. Su construcción duró casi 200 años y, hasta el lunes 15 de abril, era visitada por 13 millones de personas al año de todo el mundo.
La primera piedra de la catedral, fue colocada por el Papa Alejandro III en 1163, y el altar mayor fue consagrado 26 años después; asimismo, las torres de 223 pies de altura se construyeron entre 1210 y 1250, y la iglesia se completó oficialmente en el año 1345.
Las reliquias que guardaba la catedral incluyen una corona de espinas que se cree fue la que usó Cristo antes de su crucifixión, y un pedazo de madera que se cree fue parte de la cruz en la que Jesús fue crucificado.
Los informes iniciales dicen que estas reliquias no sufrieron daños durante el incendio.
La catedral ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos, como la coronación del rey Enrique VI de Inglaterra en 1431, la beatificación de Juana de Arco por el Papa Pío X en 1909, además, ha sido inmortalizada en obras literarias como “El jorobado de Notre-Dame” de Víctor Hugo.
De acuerdo con la BBC, la catedral escapó a una posible destrucción durante la Revolución Francesa, cuando Napoleón se coronó rey de Francia en 1804. Asimismo, sobrevivió a dos guerras mundiales.
Los tesoros de Notre-Dame incluyen un “órgano del siglo XVII”, como parte de las innumerables obras de arte y artefactos históricos que alberga la catedral, de acuerdo con la web de Notre-Dame.
Sofocado el incendio, del que se descarta haya sido intencional, anunciaron la recaudación de fondos para su reconstrucción tal y como lo dio a conocer el presidente francés Emmanuel Macrom.
De inmediato, la familia del empresario multimillonario francés Bernard Arnault y su empresa de artículos de lujo LVMH donarán 200 millones de euros para contribuir a la restauración de la catedral parisina de Notre-Dame.
Reacciones en el mundo
No bien trascendió la noticia del siniestro, hubo reacciones inmediatas de personajes de la política, la cultura y la religión. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, comentó: “Notre-Dame es un símbolo icónico de la fe alrededor del mundo, y es desgarrador ver la casa de Dios en llamas. Nuestros pensamientos y oraciones están con los bomberos en la escena y todo el pueblo de París”.
Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo en su Twitter: “Desgarradoras imágenes de la catedral de Notre Dame en llamas. Londres acompaña hoy a París en el dolor, y en la amistad siempre”.
El presidente Andrés López Obrador dijo que “es una desgracia para el arte, la cultura y la religión”.
Mientras que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, puso a disposición de Francia el “apoyo y conocimientos para la reconstrucción que habrá de venir”.
Iván Duque, presidente de Colombia, señaló: “Vemos con tristeza cómo este símbolo mundial y de la cultura francesa sufre este irreparable daño”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se dijo “horrorizado por las imágenes del incendio…”
En tanto que Juan Guaidó, líder de la oposición venezolana y reconocido como presidente interino de Venezuela por 50 países, mencionó: “Sabemos que el pueblo francés, siempre al frente de la cultura mundial, se repondrá de esta tragedia”.