Aumentos y recortes
¬ Salvador Estrada martes 16, Abr 2019Folclor urbano
Salvador Estrada
Empleados y académicos de la Universidad Autónoma Metrolopitana por más que insistan en que su aumento a los salarios debe ser del 20 por ciento, las autoridades de la institución académica dicen una y otra vez que no tienen presupuesto y que solamente haciendo un esfuerzo podrían aumentar del 3.5 por ciento al 6.45 por ciento.
Y después de 74 días de estira y afloja no hay acuerdo y casi 59 mil alumnos están en lista de espera cruzando los dedos para que ya se pongan de acuerdo las partes y firmen el documento que los pone en paz.
Los empleados no tienen conciencia y no piensan en la pérdida de clases del alumnado y del mal que hacen con su necedad del 20 por ciento y para reforzar su petición alegan que hay “clase dorada” en la UAM y que directivos, los que mandan en el plantel, tienen salarios que pasan de los cien mil pesos, 20 mil más de los 108 mil pesos que gana el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para los trabajadores, lo ideal es que los directivos se bajen el salario y de ese sueldazo se encuentren las partidas para el aumento que demandan.
Por otra parte, los maestros de la Universidad de Chapingo también están pidiendo aumento salarial y tampoco llegan a un acuerdo con los directivos y hacen votos porque se arreglen pronto por los ensayos que tienen para el mejoramiento de la agricultura y que están detenidos por el conflicto.
Y siguiendo con el magisterio los más belicosos son los del CNTE cuyos directivos insisten en que no quieren la reforma educativa como está sino como la que ellos quieren.
Lo oscuro del asunto por lo cual no aceptan la reforma es que la CNTE quiere el manejo de la plazas, como era antes, y que los dirigentes de la Coordinadora las manejen a su antojo y no la Secretaría de Educación.
Además, no quieren evaluación como se dio en el gobierno de Enrique Peña Nieto, porque ello llevaba castigo y los maestros de la CNTE sí aceptan la prueba, pero sin complicaciones punitivas.
Para continuar con el magisterio y para no desparecer en los medios de comunicación los maestros de la Universidad Obrera, ya echaron al buzón una carta para el presidente López Obrador en donde le explican que esa institución universitaria que tiene ochenta años de servicio y que los maestros ahora han sido objeto de un reducción en sus sueldos y condiciones laborales, debido “al recorte de subsidio federal a que ha sido sujeta la institución”. Dicen en su misiva que desde 2006 les han reducido el subsidio que en ese año era de 18 millones de pesos, bajó en 2017 a 17 millones y para 2018 llegó a 16.
Pero para este año, 2019, la Secretaría de Educación les otorgó 4.7 millones de pesos, “lo cual representa apenas un 29 por ciento del ya disminuido subsidio recibido el año pasado”.
La carta firmada por todos los maestros de la Universidad Obrera lleva copia para los secretarios de Educación y de Hacienda y otros funcionarios del gabinete.
Dicen en su documento que “como se podrá imaginar, dadas las circunstancias antes mencionadas, los directivos de la UOM han tenido que tomar acciones drásticas; para evitar un despido masivo se redujo a la mitad nuestra jornada laboral y con ello nuestro sueldo en igual proporción.
Asimismo, todas las prestaciones han sido recortadas al mínimo y el monto de pago por hora a los profesores ha sido reducido un 33 por ciento.
Ante tanto conflicto del magisterio universitario lo ideal sería que se homologarán los salarios de empleados y académicos de las universidades que, como dice la Ley Federal del Trabajo, a igual trabajo salario igual.