Símbolo gótico representativo de París
Mundo martes 16, Abr 2019
La Catedral de Notre Dame es uno de los símbolos más representativos de París, Francia, y ha quedado inmortalizada en obras literarias como “Nuestra Señora de París”, de Víctor Hugo.
El espacio dedicado al culto católico comenzó su edificación en el año 1163 y se terminó hacia 1345 destacando por su estilo gótico. Fue el obispo Maurice de Sully quien propuso la reconstrucción de una iglesia dedicada a la Vírgen María en el espacio donde estaba la antigua basílica de Saint-Étienne.
De acuerdo con la página oficial de la catedral se colocó la primera piedra en 1163 en presencia del Papa Alejandro III. Desde esa fecha hasta 1182 se construyó el coro y su doble ambulatorio, así como el altar mayor del coro, consadrado el 19 de mayo de 1182 por Henri de Château-Marçay.
Desde ese período y hasta 1250 se hicieron otras obras como la construcción de tres bahías de la nave, pasillos, tribunas, galería alta y las dos torres en la fachada.
A lo largo de los siglos la catedral tuvo cambios con diferentes maestros constructores como Jean de Chelles, Pierre de Montreuil, Pierre de Chelles, Jean Ravy, Jean the Bottle, Robert de Cotte, Eugene Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste Lassus.
Durante un tiempo fue el edificio cristiano más grande del mundo occidental y símbolo de la riqueza y de la potencia de la capital.
Está levantada en el corazón de París, en la isla de la ciudad, y pocos metros delante de la fachada se encuentra el kilómetro cero de la red de carreteras radiales de Francia.
Según los estudios arqueológicos realizados, se encuentra ubicada en el mismo lugar donde anteriormente hubo al menos cuatro edificios religiosos diferentes: una iglesia paleocristiana del siglo IV, una basílica de la época Merovingia, una catedral de la Carolingia y otra románica que se fue destruyendo conforme se levantaba la actual gótica.
La Catedral de Notre Dame se salvó de las dos guerras mundiales, aunque en el conflicto bélico que terminó en 1945 sólo se destruyeron muchos vitrales, por lo que los encargados del espacio retiró los que todavía se encontraban bien con el fin de protegerlos.
En 1965 se concluyó con la renovación de los vitrales afectados, esto bajo la supervisión de Jacques Le Chevallier. En 1990 comenzó una restauración de dos años del gran órgano que en el siglo XX se convirtió en el más famoso del mundo.