Líderes charros, a la deriva
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 15, Abr 2019Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Reforma laboral plantea libertad de asociación sindical, voto libre, secreto y directo
- Ex diputado de Morena, Cipriano Charrez ¿tiene fuero o no?
Antes de salir a vacacionar, con motivo de la Semana Santa, los legisladores en la Cámara de Diputados aprobaron una reforma en materia laboral, que inevitablemente hizo que muchos trabajadores sindicalizados voltearan sus miradas hacia sus dirigentes, quienes gozan de fama pública y no precisamente por su liderazgo o beneficios obtenidos para su gremio, sino por los años que llevan al frente, porque se han enriquecido a costa de las cuotas sindicales y muchas otras prácticas, que de alguna manera los identifica como dirigentes charros o simplemente son vistos como caciques.
El trámite de estas reformas, con las cuales se busca reformar cinco leyes en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva. Además, plantea eliminar las Juntas de Conciliación y Arbitraje y en su lugar operarán tribunales laborales. A favor votaron 417 diputados de un total de 500 posibles.
El documento avalado, establece que el trabajo exige respeto para las libertades y dignidad de quien lo presta; además, debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida digna y la salud para las y los trabajadores y sus familiares dependientes. Implanta que las mujeres y los hombres tienen igualdad de derechos y obligaciones, garantía que se establece en lo general y específicamente en función de la protección de las trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares, asegurando la igualdad de trato y oportunidades.
En materia sindical incorpora principios de libertad y democracia, con voto libre, secreto, personal y directo para elegir a los líderes de las organizaciones sindicales. Proponiendo además que el periodo de duración de las dirigencias de estos gremios no sea de carácter indefinido o de periodos que obstaculicen la participación democrática de los afiliados, previéndose que además rindan cuentas de manera completa y detallada en cuanto al manejo de recursos que administran, así como del patrimonio de los trabajadores.
El dictamen aprobado refiere que los integrantes de sindicatos, federaciones y confederaciones tienen los derechos de libre afiliación y de participación al interior de éstas e implica que no pueden ser obligados a formar parte de algún sindicato, federación o confederación, y subraya que deberán ajustarse a reglas democráticas y de igualdad de género en la elección de directivas.
Como en cualquier trámite legislativo, diputadas y diputados subieron a la tribuna del pleno a fijar sus posturas partidistas, donde tuvieron diferencias en algunas particularidades, pero en lo general la mayoría manifestó su acuerdo, sobre todo cuando se hacían puntualizaciones en contra de prácticas del llamado charrismo sindical y en las que seguramente las miradas y los oídos de algunos liderazgos del sindicalismo estaban más que atentos y también, sin duda, por sus mentes pasaban escenarios difíciles de sortear para ellos y sus camarillas.
VA MI RESTO.- Nombres de líderes charros hay muchos y por mencionar algunos, podemos nombrar al representante de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, quien ha permanecido al frente de su gremio por más de 40 años y a quien constantemente se le acusa de impostor, corrupto y otras linduras propias, de prácticas antidemocráticas y falta de rendición de cuentas.
En esa larga lista también podemos ubicar el caso de del sindicato petrolero (STPRM), el cual se fundó en 1935 y desde entonces sus agremiados no conocen una elección democrática y menos han escuchado el término rendición de cuentas. Dicho gremio lo dirige Carlos Romero Deschamps desde 1996, y a quien constantemente sus representados lo señalan por enriquecimiento ilícito y eso es fácil de argumentar por la gran vida que este dirigente se da y donde salen a relucir relojes, joyas, ranchos, viajes, y otros privilegios obtenidos -dicen- a costa de las cuotas sindicales de los trabajadores petroleros de la República Mexicana.
También está el dirigente de la extinta Compañía de Luz y Fuerza, Martín Esparza, quien sigue al frente de trabajadores electricistas bajo diversas argucias de tipo legal, pero que difícilmente, con la nueva ley, podría reelegirse en lo que queda del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Líderes charros, caciques o como les quieran llamar hay muchos en el país, también está el del sindicato del IMSS, Arturo Olivares Cerda; el de los electricistas del SUTERM, Víctor Fuentes del Villar, quien se apoderó del gremio desde la muerte de su tío el controvertido Leonardo Rodríguez Alcaine “La Güera”. Fuentes del Villar, después de trece años como dirigente, fue reelecto a fines de año por siete años más.
En este recuento caben todos aquellos dirigentes o ex dirigentes que han abusado del poder que les da ser dirigentes, como el férreo control de los sindicalizados, la vida de lujos y otros excesos. En fin, la nueva ley tiene como propósito acabar con todas esas prácticas y vicios que se traducen en leyendas negras en la historia del sindicalismo mexicano, y en esa nueva modalidad laboral no es un exceso decir que su permanencia o influencia están a la deriva, y hasta ahí porque como veo doy.
SOLITARIO.- Mucha gente pregunta si ahora que el diputado de Morena, Cipriano Charrez Pedroza, pidió licencia para separarse del cargo ante un eventual juicio de procedencia en la Cámara de Diputados, si el legislador sigue contando con fuero. No hay que olvidar que el ex legislador está involucrado en un incidente vehicular, ocurrido en octubre del año pasado, donde resultó muerto un joven de 21 años y hasta ahora no ha enfrentado a la justicia por la protección que le da el famoso fuero.
En caso de que la respuesta sea afirmativa, otra pregunta que surge es si para desaforar a Cipriano primero se tendrán que resolver otras peticiones que similarmente existen en el legislativo, porque si esto pasa entonces hay que esperar sentados en el trámite de Charrez Pedroza. Que conste.