En grave riesgo las lenguas indígenas
Luis Muñoz miércoles 10, Abr 2019Segunda vuelta
Luis Muñoz
Ante el eventual riesgo de desaparecer el 40% de las siete mil lenguas indígenas que se hablan en el mundo, en México, en algunas instituciones educativas, como la UNAM, ha habido una mayor oferta educativa para la enseñanza de distintas lenguas como el náhuatl, el maya, el purépecha y el huasteco, entre otras.
Sin embargo, reconocen que son muy pocos espacios académicos donde se puede hacer investigación lingüística en nuestro país, como la UNAM, el INAH, el CIESAS, la UAM, la Universidad de Sonora y algunas otras universidades estatales. Recordemos que en 2016, el Foro Permanente de las Naciones Unidas alertó sobre ese riesgo.
Con este antecedente, se propuso a la Asamblea General de la ONU que 2019 fuera el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, dedicado a su salvación debido a la grave situación de los idiomas y la necesidad apremiante de conservarlos, revitalizarlos, promoverlos y desarrollarlos a nivel global.
Naciones Unidas observa que a través del lenguaje es como nos comunicamos con el mundo, definimos nuestra identidad, expresamos nuestra historia y cultura, defendemos nuestros derechos humanos y participamos en todos los aspectos de la sociedad, por nombrar solo algunos.
Desde el Foro Permanente se ha hecho hincapié en que de los siete mil idiomas existentes, la mayoría han sido creados y son hablados por pueblos indígenas que representan la mayor parte de la diversidad cultural del planeta.
Es a través de la lengua que las personas preservan la historia, las costumbres y tradiciones de su comunidad, la memoria, los modos únicos de pensamiento, significado y expresión; es fundamental en los ámbitos de la protección de los derechos humanos, la buena gobernanza, la consolidación de la paz, la reconciliación y el desarrollo sostenible.
Además de un eje que contribuye a construir y fortalecer las autonomías y las identidades de los pueblos indígenas, así como el capital intelectual para el desarrollo cultural y científico: la pérdida de una lengua tendría un impacto negativo en las culturas indígenas afectadas, advierten.
Apenas en enero de este año se decretó 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, dedicado a las lenguas históricamente marginadas de los pueblos desde el Círculo Polar hasta la Península Arábiga, desde Australia hasta Asia Oriental y América Central.
El objetivo de la iniciativa de designar 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas es sensibilizar a la opinión pública sobre los riesgos a los que se enfrentan estas lenguas y su valor como vehículos de la cultura, los sistemas de conocimiento y los modos de vida.
Para las Naciones Unidas, las lenguas indígenas desempeñan un papel crucial para que las comunidades de hablantes asuman su destino y participen en la vida económica, cultural y política de sus países.
Durante la 18va Sesión del Foro Permanente, que se llevará a cabo del 22 abril al 3 mayo próximo, en la sede de la ONU, se abordará el tema “Conocimientos tradicionales: generación, transmisión y protección”, como parte de los eventos en todo el mundo y cuyo objetivo es velar por la protección de las lenguas indígenas, lo que en muchos casos requiere mejorar las condiciones de vida de sus hablantes y fortalecer sus respectivas organizaciones.
Bajo permanente escrutinio
El secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, Hugo Christian Rosas de León, aseguró que la tarea del legislador es compleja, no sólo por sus atribuciones que tiene que desempeñar, sino también porque se encuentra “bajo constante escrutinio de la sociedad”, generado por los mecanismos de rendición, de la opinión pública y la tecnología.
Agregó que “eso hace que la labor del legislador y de los funcionarios que los apoyan en el ejercicio de sus funciones se realicen de manera profesional”.
En la inauguración del Curso-taller “Derecho Parlamentario y Técnica Legislativa”, coordinado por el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP), la secretaria general de la Cámara de Diputados, Graciela Báez Ricárdez, afirmó que “la profesionalización implica generar sentido de pertenencia y tener un mayor detalle de las actividades legislativas…”.
El encargado de la Dirección General del CEDIP, Juan Carlos Cervantes Gómez, mencionó que la finalidad del curso-taller es desarrollar y fortalecer las aptitudes de todos los cuadros de apoyo que resultan fundamentales para organizar cualquier actividad del parlamento, y también para que la mala imagen que se tiene de los legisladores se pueda revertir a través de la profesionalización de sus trabajadores.