Y ahora AMLO va por la Suprema Corte
Roberto Vizcaíno lunes 8, Abr 2019Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El rediseño del Estado desde el Congreso está en marcha y a todo vapor. Todo para alinear sus poderes a lo que demanda la 4ta Transformación. Es decir, a la voluntad del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sólo así se entiende la iniciativa presentada el jueves pasado por Ricardo Monreal, líder de la bancada mayoritaria de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado para crear la Quinta Sala de la Suprema Corte — la “Sala Anticorrupción”–, y reformar 7 Artículos de la Constitución para aumentar de 11 a 16 el número de ministros, así como su operación.
Los 5 nuevos ministros serían propuestos por López Obrador para ser designados por el Senado vía mayoría calificada.
Esos 5 integrarían la nueva sala… en la que no participaría ninguno de los ministros ya existentes.
Así, bajo el principio de que “el Poder Judicial debe sufrir una sacudida”, Monreal propone reformar los artículos 94, 95, 100, 105, 107, 109 y 113 de la Constitución.
Para hacer realidad los objetivos de su reforma, Monreal requiere al menos 9 votos de los senadores del ya conocido Bloque Opositor (PAN, PRI, MC y PRD), para, junto a los de Morena, PT, PES y Verde, lograr mayoría calificada.
Al conocer la iniciativa y medir sus alcances, los coordinadores del Bloque ya salieron a decir que no, que no va a pasar esta iniciativa porque lo que verdaderamente quiere Monreal es darle el control de la Suprema Corte a López Obrador.
El único poder que el tabasqueño no domina, afirman.
Al parejo se necesitarían modificaciones a la Ley Reglamentaria del 105 Constitucional, la Ley de Amparo, la General del Sistema Anticorrupción y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
La guerra de AMLO contra la corrupción requiere de la creación de esta Quinta Sala, indicó Monreal.
Y eso pasa por modificar el 94 constitucional que hoy establece que son 11 los ministros de la Suprema Corte, para sumarle otros 5.
El aumento de ministros va acompañado por una reforma para que las sesiones de la Suprema Corte únicamente sean secretas por excepción. Y esa excepción no operará en sesiones donde se traten temas vinculados a la corrupción. Esas sesiones deberán ser siempre públicas.
La Quina Sala juzgará lo referente a responsabilidades administrativas y de servidores públicos, y establecerá montos y penas por daños y perjuicios ocasionados a la Hacienda Pública Federal, o al patrimonio nacional
Y podrá recibir y resolver recursos de revisión administrativa contra las resoluciones del Consejo de la Judicatura Federal en materia de designación, adscripción, ratificación y remoción de magistrados y jueces.
La iniciativa de Monreal propone que la primera vez los 5 ministros cumplirán períodos escalonados: 2 serán ministros durante 7 años, 2 más de 12 años y el quinto por 15 años.
Las siguientes designaciones serán de 15 años para todos.
De igual forma la iniciativa de Monreal propone reformar el 95 Constitucional y establecer ahí que para ser electo ministro de la Suprema Corte no debe haber sido sentenciado por hechos de corrupción.
Y que en el 105 se establezca que las controversias constitucionales contra disposiciones de estados, municipios, y alcaldías de la Ciudad de México, o de la Federación, “sólo podrán declarar la invalidez de las normas impugnadas cuando hubiere sido aprobada por una mayoría de 11 votos”, no de 8 votos como ocurre hoy.
La oposición ve la iniciativa como un intento más de AMLO de controlar al Poder Judicial, en especial a la Suprema Corte.
Al explicar los alcances de su propuesta, el senador Monreal anunció que esta semana va a presentar otra para desaparecer al Consejo de la Judicatura al que calificó de un órgano muy pesado.
La iniciativa la presentó Monreal después de desayunar el día anterior chilaquiles en Palacio Nacional con López Obrador… justo el día en que el mandatario desayunó con el presidente de la Suprema Corte Arturo Zaldívar Lelo de Larrea quien ocupó la misma silla y el mismo lugar en la misma mesa que ocupó el zacatecano un día antes.
Un poco antes de que Monreal presentara su iniciativa en el pleno del Senado, el ministro presidente de la Suprema Corte decía:
“No hay ningún elemento que haga pensar que la división de poderes está en riesgo; la Suprema Corte es y será autónoma e independiente. Una relación cordial y respetuosa con el presidente no implica en lo más mínimo sumisión”.
Mmmm… expresa el escéptico columnista.
Guardias a ex presidentes
Un incidente de fin de semana que Vicente Fox consideró como un intento de agresión de un comando armado contra su casa en Guanajuato, provocó que Andrés Manuel López Obrador ordenara desplegar una guardia de 8 militares para el ex presidente.
Y que el mandatario informara que desde enero hizo lo mismo en beneficio del ex presidente Felipe Calderón, luego de que este se lo hubiera pedido en una carta.
La decisión de ponerles guardias militares a los ex panistas no les gustó nada a algunos del círculo interno de AMLO quienes como la diputada federal Tatiana Clouthier dijo que, “ahora seguirán Felipe (Calderón), (Enrique) Peña y, por qué no, hasta (Carlos) Salinas», indicó en su cuenta de twitter.
Siguen los abucheos vs AMLO
Andrés Manuel enfrenta los gritos, mentadas y abucheos, dice, como normales expresiones de la democracia y la pluralidad.
Pero sus críticos y analistas como un rápido fin de su fuerte ascendiente sobre “el pueblo bueno”.
Este fin de semana anterior, al entregar apoyos en Morelia, Michoacán, de sus programas de bienestar, no sólo fue objeto de abucheos sino que quedó en medio de una guerra de porras de gritos y protestas en su contra y del gobernador perredista Silvano Aureoles.
López Obrador ya no pudo acudir a su antes efectivo recurso de pedirles a los asistentes levantar la mano para favorecer o no a los gobernadores, porque ahora él mismo era objeto de la rechifla.
Pese a todo no perdió la sonrisa y de cualquier forma presentó su programa de mejoramiento urbano para las zonas marginadas en Michoacán para cerrar con un llamado a la reconciliación.
Crece el pleito poblano
Y mientras López Obrador y sus alfiles más importantes como Ricardo Monreal cumplen su agenda de poder, en las áreas a cargo de la vitriólica Yeidckol Polevnsky, dirigente por encargo de Morena, crecen los líos y las rupturas.
Así, durante el fin de la semana anterior, no sólo se filtró una intervención telefónica en que el senador Alejandro Armenta parecía participar en un compló en contra de su contendiente por la gubernatura de Puebla Miguel Barbosa.
La filtración sirvió a su vez para que Barbosa, quien ha visto caer sus preferencias y subir las de Armenta, pidió la expulsión inmediata del senador con licencia.
Es decir, optó Barbosa por profundizar su ruptura en contra de Armenta que no hay que olvidar tiene el apoyo de 55 senadores en activo que comanda Ricardo Monreal.
La disputa se agrava para la dirigencia por encargo que tiene Polevnsky porque en Baja California las cosas de su candidato Jaime Bonilla van peor en su pleito contra Jaime Martínez Veloz quien sin salirse de Morena, compite por la gubernatura de ese estado al amparo del PRD.
O sea…