#MeToo, un movimiento que nació con rostro y nombre
Seguridad lunes 8, Abr 2019
El movimiento #MeToo inició en 2006, de la mano de la activista estadounidense Tarana Burke, luego de que en 1996, mientras trabajaba en un campamento para niñas, escuchó que una de ellas había sido abusada por un familiar, y no pudo decirle: “yo también” (me too, en inglés).
Pero fue a finales de 2017 cuando este movimiento tomó fuerza en Estados Unidos, para ser precisos, luego del 5 de octubre, cuando el diario The New York Times publicó un reportaje en el que se señalaba de acoso sexual, contra actrices, modelos y productoras, al productor de cine Harvey Weinstein.
Fue un movimiento que nació con rostro, donde las víctimas hacían denuncias dando su nombre y apellido. Incluso, el actor Kevin Spacey, protagonista de la serie de Netflix “House of Cards”, fue acusado por Anthony Rapp de haberlo acosado sexualmente cuando tenía 14 años; posteriormente, cancelaron su participación en la serie.
En México, este movimiento llegó casi al mismo tiempo, cuando, la actriz Karla Souza narró que había sido acosada sexualmente, sin que en ese momento dijera el nombre de su acosador, y de ahí vinieron otros testimonios, pero después esto fue perdiendo fuerza,.
En ese sentido, Cynthia Solís Arredondo, socia-directora de Lex Inf, despacho especializado en derecho informático, opinó que en la actualidad se hace un uso desmedido de las redes sociales, las cuales se convierten en un campo ideal para llevar a cabo conductas de acoso cibernético.
“Es muy importante que seamos muy cuidadosos con la forma en la que nos desempeñamos en las redes sociales, no está mal generar esas cuentas de ayuda y de auxilio para las personas que han sido acosadas, solo que no se trata de hacer denuncias públicas, sino de recibir esas denuncias, darle apoyo psicológico a las víctimas y apoyarlas para que acudan a las autoridades a denunciar”.