Guardia Nacional
José Luis Montañez Aguilar sábado 6, Abr 2019La Ley de Herodes
José Luis Montañez
Todos los funcionarios, incluyendo al presidente Andrés Manuel López Obrador, están más que conscientes de que el problema número uno en México es la grave inseguridad en la que ya vivimos todos los mexicanos.
La actividad de la delincuencia en México se encuentra fuera de control y cuesta al país cientos de millones de dólares al año; las pérdidas mayores se registran en este momento en la industria turística, uno de nuestros principales ingresos de divisas, junto con el petróleo y la remesas de dinero de connacionales que trabajan en los Estado Unidos y mandan a sus familias.
Con 330 mil elementos la Guardia Nacional quedará lista para operar de manera progresiva. La próxima semana el primer mandatario dará a conocer el nombre del Primer Comandante de la Guardia Nacional que será un militar en activo, según lo reveló este fin de semana en Guadalajara el mismo López Obrador.
El personal de la Guardia Nacional se compone de 240 mil elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional o sea Ejército Mexicano; 40 mil más de la Secretaría de Marina y otros 50 mil de elementos que serán reclutados de entre los jubilados de las Fuerzas Armadas y civiles que reúnan los requisitos y tenga vocación de servicio.
Ya se ha dicho que seis de nuestras ciudades más importantes del país están en la nada decorosa lista de las poblaciones más peligrosas del mundo.
En los primeros deshonrosos lugares tenemos a Tijuana, Acapulco y Ciudad Juárez, mientras que en el sitio número trece se encuentra nada menos que Cancún, la joya de la corona de nuestro turismo en el Caribe Mexicano.
De acuerdo a las estadísticas de los delitos que se cometen a diario a lo largo y ancho del territorio nacional tenemos días donde se cometen hasta cien homicidios, destacando los ajustes de cuentas y enfrentamientos, sobre todo entre cárteles de la droga que se disputan a sangre y fuego las plazas. Los días con menos bajas son de 60 o 70 homicidios.
Las bandas internacionales de delincuentes han encontrado en nuestro territorio —debido a la impunidad y corrupción de las corporaciones policiacas en todos sus niveles—, su mejor campo de acción para la práctica del secuestro, la extorsión los robos y asaltos a comercios, cuenta habientes y casa habitación; también está la clonación de tarjetas de crédito, fraudes de todo tipo, préstamos de dinero con intereses del 500 por ciento anual y el cobro de piso a negocios.
No conforme con todo lo anterior, la ciudadanía es víctima también de la delincuencia común de cada estado, ciudad o población. El asalto al transporte de pasajeros y de carga es su principal centro de operación.
Se juntan tres o cuatro pelafustanes y con armas de todo tipo y diciendo que son miembros de los cárteles de la droga se dedican también a lastimar al pueblo indefenso que ya no ve lo duro, sino lo tupido en cuanto a delitos de todo tipo.
Y es que está probado y comprobado que las policías municipales, estatales y algunos elementos de la Policía Federal y Ministerial se encuentran en la nómina del crimen organizado. De esa forma las bandas delincuenciales reciben información oportuna de cuándo se efectuará un operativo en tal o cual lugar para combatir disque los altos niveles de inseguridad.
Por ello es urgente que la Guardia Nacional entre en acción lo más pronto posible y garantice de una vez por todas la seguridad de la ciudadanía.
El delicado asunto de la inseguridad en el país no puede esperar más y se exige que el Comandante de la Guardia Nacional no sea un policía de escritorio o un funcionario más que se la pase dando excusas y pretextos de todo tipo.
Todos los que han pasado por corporaciones policiacas de nueva creación, no han sabido nada del tema y además en poco tiempo le entran también al reparto de billetes que la delincuencia organiza para contar con su protección y actuar a sus anchas.
Así, pues, urge la Guardia Nacional y sus 330 mil hombres dirigidos por un Primer Comandante que desee pasar a la historia en nuestro país por lograr regresarle al pueblo de México la paz y la tranquilidad que hace mucho perdió.