De la realidad de Jumbo a la fantasía de “Dumbo”
Opinión lunes 1, Abr 2019De la carpa a las letras
Arturo Arellano
Recientemente se estrenó con éxito la versión Live Action, de la cinta clásica de Disney, “Dumbo”, que como la mayoría conoce, narra la vida de un elefantito de circo, que es separado cruelmente de su madre, luego de que ésta lo defendiese de un grupo de inhumanos que le maltrataban. Pero, ¿de dónde viene la inspiración para esta historia?, podríamos decir de entrada que la frase “Cuando la realidad supera a la ficción” puede aplicarse perfectamente en este caso, pues sí, la triste vida de “Dumbo” estaría inspirada según diversos testimonios en la vida, aún más triste, de Jumbo, un elefante africano que, fue capturado en Etiopia por allá de 1861, para comenzar entonces su travesía en el espectáculo.
Jumbo es recordado por ser el elefante más grande de la historia, fue capturado según distintas versiones al año o dos de edad, alcanzando en su etapa adulta una altura de 5 metros, 11 de largo y un peso de más de 4 toneladas, convirtiéndose en “El rey de los elefantes” o “La mascota gigante de los niños” cómo se le conoció a su paso por diferentes espectáculos circenses, donde se le permitía a los asistentes fotografiarse con él o dar un paseo sobre el imponente animal. Cabe mencionar que personajes ilustres subieron al lomo de Jumbo en su infancia, entre ellos Winston Churchill o Theodore Roosevelt.
Este ejemplar fue comprado inicialmente por el coleccionista Johann Schmidt y posteriormente fue vendido a la casa de fieras en el Jardín des Plantes, de París, más tarde en 1865 llegó a la Real Sociedad Zoológica de Londres, donde recibió bastantes cuidados, pero fue en 1882 cuando Jumbo cambió su vida por completo, pues P.T. Barnum, de quien ya se ha hablado en este espacio, como uno de los padres del circo americano, decidió añadir un nuevo animal a su show para garantizar “el mayor espectáculo del mundo” y en unión con James Bailey y James Hutchinson, Barnum compró en 10 mil dólares al animal.
Matthew Scott, fue designado como entrenador de Jumbo, y se le advirtió que no podía lastimarse porque sería la estrella del circo. Se dice que Jumbo y Scott generaron una complicidad única, al grado de que Jumbo sólo permitía que fuera este hombre quien se le acercara, no sólo para sus cuidados y control durante el espectáculo, sino para dormir tranquilamente, dado que Jumbo sufría de ataques violentos que Scott controlaba dándole whisky. Sobre los arranques de violencia del elefante se cuenta eran debido a un fuerte dolor de colmillos o incluso a la acumulación de hormonas, dado que el animal no tenía pareja, pero algunos especialistas no están de acuerdo con estas teorías, pues enfatizan en que de ser así, Jumbo habría sido igual de violento con Scott y no lo era.
La muerte de Jumbo se dio cuando estaba cumpliendo 24 años de edad, cuando él y otro elefante más pequeño estaban siendo embarcados en un vagón, no obstante, debido a un error en el cambio de las agujas de las vías, Jumbo fue arrollado por un tren. Se especula que quien sería atropellado era Scott, pero el elefante se sacrificó para salvarle la vida, pues se interpondría según versiones entre el paso del tren y su cuidador. En su agonía, Jumbo acerco al hombre a su regazo para morir lentamente. Incluso hay una estatua de Jumbo en el pueblo St Thomas, Ontario, la localidad canadiense donde falleció y el museo local es casi un memorial al elefante.
Jumbo es una variante de la palabra Jumbé en Swahili, que se traduce a “hola”, pero luego de la fama internacional del elefante, la palabra empezó a emplearse como adjetivo para hacer saber que algo se considera gigante, por ejemplo “Hamburguesas jumbo”, “bebidas jumbo”, entre otras cosas.