“Chumina, animal del demonio”
¬ Sócrates A. Campos Lemus viernes 29, Mar 2019¡Que conste,.. son reflexiones!
Sócrates A. Campos Lemus
Dicen que los viejos hablamos solamente de recuerdos y de lo que nos conviene, pero la realidad es que los recuerdos en ocasiones son parte de la vida de los seres humanos, de sus emociones, sus vivencias, sus anhelos, sus sueños, sus tristezas, agonías, temores, alegrías, somos, al final del tiempo, lo que hemos vivido, así que recuerdo que hace ya como sesenta y cinco años, tenía como diez de edad, salí por vez primera a caminar por el centro de la capital, a pesar de que vivíamos en la zona, en República de Chile entre Perú y Belisario Domínguez, la verdad es que no había salido solo por esas calles y al llegar a Madero tomé a la derecha y salí hasta la Alameda, ahí me quede impresionado por los pegasos y la belleza del Palacio de Bellas Artes, caminé y estaba una construcción alargada que albergaba a una librería y me quedé mirando por horas los libros de cada sala, era como un sueño y después al caminar por la Alameda vi a un grupo de gente que rodeaba a un merolico que gritaba: Chumina, animal del demonio, dime que veo por medio de tus terribles ojos y siento que muchos de estos señores y señoras que están aquí no creen en las ventajas de esta crema y de estas pastillas, porque si usted se levanta con la boca reseca y con sabor a centavito, a cobre, con mal aliento, quiere decir que está sufriendo del hígado y del estómago y estas pastillas le servirán, porque si está estreñido o suelto, le ayudarán para componer el ritmo de la digestión, que es la base de una vida sana… de pronto, una señora que no sabe uno de donde sale, le grita, “yo quiero dos frascos, porque mi viejo ya se compuso, mi yerno hasta mejoró de carácter y ya no trata mal a mi hija, mis pequeños comen de todo y no son remilgosos ni mal educados y yo comencé a tener náuseas y vómitos y esto me ayudó, yo quiero dos y el merolico decía, señora linda, Chumina, el animal de demonio, me dice que solamente necesita de uno y no le voy a vender los dos, porque sería engañarla y yo estoy acá para ayudar, no para medrar y así se fueron elevando las manos de otros demandantes de ese producto milagroso y vendiendo varios frascos, entonces comenzó la verdadera función y tomó a un chico amigo mío y lo atrajo hacia él y le dijo que cerrara los ojos y que señalara a una gente con el dedo y él daría su nombre porque Chumina, el animal del demonio, le diría el nombre y claro, lo que esperaba, el amigo apuntó hacia mí y el merolico dijo, pues ese otro jovencito al que no conozco se llama Amado y le dicen Mayo y yo con la cabeza dije que sí y la gente aplaude y daba monedas al sombrero del merolico. Terminó la función y nos fuimos, mi cuate me alcanzó y me dijo que el merolico daría cincuenta centavos por hacer el teatro y que todo era falso, ahí se me acabó la niñez y entramos de lleno a la pubertad, así es el tiempo.
Nos distraen mientras nos meten la mano en el bolsillo y nos engañan con lo que queremos creer y esto es lo que se hace en política, la distracción para generar polémica y que nadie se dé cuenta de que no se resuelven los problemas, primero, el huachicol y nadie está en la cárcel y se siguen encontrando pozos del tamaño de una alberca para robar gasolinas, se habló por años de la mafia del poder y ahora son los mejores amigos del Presidente al convertirse, después del perdón, en los consejeros del poder, y como ya no hay por quién lograr o con quién pelear para perdonarlo se inventan los cuentos de los gachupines y de los curas incrustados en la Santa Inquisición y se habla de que deben pedir perdón y la realidad es que nos jodieron a miles de nuestros ancestros y esos no reviven con perdones ni los quieren, ni quieren que les usen para la distracción, pero ahí estamos como si reclamar fuera lo importante en vez de consignar a los que tanto nos han chingado y robado y están gozando de lo lindo con los dineros de todos y no quieren que volvamos la vista a los EU, no se vaya encabronar Trump y su pandilla, ahora que ya también se perdonó al yerno y hasta el águila dejamos y esos, los gringos, sí que en verdad nos siguen chingando, pero ahí nadie les toca por obra y gracia y dictado del Tlatoani que sabe pedir perdón a los yaquis y mayos y ojalá se ponga a hacer la larga lista de perdones y entre ellos la consignación de los responsables de robos, agresiones, explotaciones y corruptelas en su contra pero no para perdonarles, sino para consignarles, y les digo la verdad, pues ya no creo que eso suceda, cambiamos para seguir igual, es la neta, la real.
Y cuando en política nos brincan como merolicos los políticos, es cuando tenemos que pensar en verles a los ojos y no a sus dedos, porque nos distraen, ahora ¿qué tienen que ver los pinches gachupines en este entuerto y en los perdones, de qué nos sirven las disculpas si no nos regresan las riquezas robadas ni la vida de los asesinados y muertos?, pues si de lo que se trata es de distraer ahí está el nuevo teatro levantado desde el Senado y Morena en un pleito que pinta para un gran espectáculo, ahí no saldrá Chumina, el animal del demonio, ahí saldrán los perdones y los pendones y darán los manotazos cuando lleguen a las manos, no antes, se tiene que demostrar que en el movimiento no solamente hay jaleo sino también respeto a no pensar igual y bueno, terminado el teatro, se tienen que bajar las cortinas y apagarlas luces y si sale Chumina es porque está la cosa muy revuelta y lo que se pretende es cambiar sin que se noten los golpes bajos, así que ahora, esperemos el nuevo teatro y pensemos que todo sigue igual, hasta en la forma de apendejarnos con la distracción…Pues ni el rey de España ni el Papa se deben de preocupar, ya los perdonará AMLO y, a lo mejor, hasta puesto de consejeros les brinda… así está el choro…