Uber desafía Ley de Movilidad del estado y regresará a Cancún
¬ Derecho de réplica lunes 25, Mar 2019Derecho de réplica
- El servicio de transporte en el resto de la entidad deja mucho qué desear
En medio de un ambiente de inseguridad innegable, en el que al salir de su casa, usted ya no puede estar seguro si regresará o si al estar parado en el semáforo o ir pasando, rafaguean a otro vehículo y le toca a usted, incluso, irse a cortar el cabello es ya un riesgo de vida o muerte, no porque el peluquero le corte una oreja, sino porque vándalos de poca monta, quieran amedrentar a los pequeños empresarios para cobrar derecho de piso, la necesidad de contar con transporte seguro, es urgente.
Pese a la presión de los sindicatos de taxistas del estado, por evitar la operación de plataformas digitales, que ofrecen transporte de particular a particular y como intermediaria una empresa trasnacional, el servicio que los taxis en Cancún y el resto del estado dan, dejan mucho qué desear.
Además de sentirse inseguro, el pasajero se encuentra con unidades carcacha, que les suma todo, que apestan a rodilla (algo así como entre patas y trasero, jijijiji), con asientos rotos y pegajosos de tanta mugre, sin aire acondicionado, y para colmo, en el camino, el taxista puede subir a quien se le pegue la gana.
Después de “sacar” a Uber de Cancún, los taxistas se durmieron otra vez en sus laureles, olvidaron sus promesas de cambio de unidades y capacitación, siguen sin respetar las cuotas y cobran lo que quieren, las cosas siguen igual, pero pronto Uber regresará para quedarse.
Inminente regreso
El 15 de marzo pasado, Uber inició el reclutamiento de socios conductores, esto, a través de una publicación en Facebook, en la que invitó a los interesados en registrarse y prestar el servicio a través de la aplicación.
“¡Cancún! Nos emociona informarte que seguimos preparándonos para nuestro regreso. Por eso, a partir de de pasado 15 de marzo, ya puedes iniciar tu proceso de registro como socio conductor. Prepárate para que próximamente puedas manejar con la app de Uber en Cancún. Visita nuestro nuevo Centro de Atención para continuar con el proceso”, decía el anuncio.
El 12 de septiembre de 2018, entró en vigor la Ley de Movilidad y en el caso de las plataformas digitales de transporte, se realizó a petición del gobernador, Carlos Joaquín González, una reforma que obliga a dichas compañías a contar con una concesión expedida por el Instituto de Movilidad del estado de Quintana Roo.
El Artículo 149 dice a la letra: “El servicio de transporte contratado a través de plataformas tecnológicas o digitales tiene el carácter de servicio público y sólo podrá ser prestado por quienes cuenten con una concesión expedida por el Instituto”.
Esa situación generó descontento, sobre todo a Uber, que en su momento analizó si operaría o no bajo esos términos, pues acusó que se benefició a los taxistas de la entidad para continuar con el control y monopolio de dicho servicio; sin embargo, tras ganar en los tribunales un amparo, que si bien es parcial en cuanto que tanto tiene que acatar la trasnacional de la Ley de Movilidad, Uber determinó regresar a Cancún, lo que promociona constantemente en redes sociales
Taxi Naranja
Hablando de transporte seguro, ya está en función el Taxi Naranja, recomendable al cien por ciento, si bien las tarifas son similares a las de Uber, la diferencia es que, dentro del vehículo están instaladas cámaras por todas partes, que son monitoreadas desde una central, para verificar la seguridad del usuario.
Las unidades, limpias, nuevas, choferes que se bañan y portan una identificación para que el usuario lo compare con la que aparece en la aplicación que puede usted descargar en su teléfono, además de que cuentan con GPS de seguimiento de las unidades. Si está usted dispuesto a gastar veinte pesos más con tal de llegar vivo a su destino, esta opción es recomendable, sobre todo para menores que tienen que viajar o mujeres que se trasladan solas.
Esperemos que ese servicio mejore o por lo menos se mantenga y no retroceda, pues es clásico que pasado un tiempo, al igual que le pasó a Uber, el servicio sea caro y malo.
PT, sin metas ni rumbo
“Sin mí, el Partido del Trabajo está muerto” (ay sí, ay sí, jijiji) es lo que en sus adentros piensa el presidente de Lázaro Cárdenas, Josué Nivardo Mena Villanueva, que, con las siglas del PT, llegó a la silla municipal, pero ahora deja a los rojos porque no son nada.
Mena Villanueva cambió el rojo por el amarillo y anunció su integración al Partido de la Revolución Democrática, organismo que ya no ve la luz de su sol azteca y está en una total penumbra y oscurantismo en el que sus lideres, como Emiliano Ramos, Julián Ricalde Magaña, Jorge “El Topo” Aguilar Osorio, al buscar sólo sus intereses personales, lo hundieron.
Ahora, con Nivardo Mena, el PRD suma una nada despreciable estructura política, que el ex capitán de puerto ha formado a golpe de billete y gracias a su Fundación Movimiento Nivardo Mena, por lo que en este trueque, el que sale ganador es el partido amarillo.
Los motivos de la renuncia
“Lamentablemente, me di cuenta que no hay metas, no hay metas donde yo estaba, no aparecen, ni siquiera están construidas ni trazadas, por lo tanto, no me resta, con todo el respeto que se merece y con todo el respeto que me merezco, que sencillamente retirarme sin hacer tanto revuelo, sin tener pleitos, no me dieron el lugar, ahí está la prueba, la prueba es contundente, con todo respeto me retiro”, aseguró Nivardo a los petistas, que ahora están que no los calienta ni el sol (bueno el sol azteca, PRD, sí los calienta, pero de coraje).
Pues, pese a todo lo que los petistas puedan alegar, Nivardo no les debe la silla municipal, ni a ellos ni a Morena, pues la campaña la realizó como pudo, sin apoyo monetario del PT y en su propaganda nunca usó a AMLO como estandarte.
La realidad, es que el PT corre riesgo de perder su registro estatal, al no contar con una figura que les asegure un coto de votos y esperemos que así sea, y por fin, desaparezca esa garrapata que se llama PT, que sin aportar nada, chupa de la vaca del erario, lo que bien se puede invertir en cosas mejores.