Los congresos deben actuar con transparencia y rendir cuentas
Luis Muñoz miércoles 20, Mar 2019Segunda vuelta
Luis Muñoz
El diputado Jorge Triana propuso eliminar el sistema de votación por cédula para transparentar el actuar de cada uno de los legisladores sobre cada tema que se discute y aprueba en el Congreso de la CDMX y así conocer el sentido del voto de los representantes.
Triana, del Grupo Parlamentario Acción Nacional, dijo que los congresos legislativos como órganos de gobierno, no deben ser ajenos a transparentar su actuar y a rendir cuentas de ello a los ciudadanos. No hacerlo, añadió, impide que sus decisiones sean conocidas de forma veraz y clara, dejando que éstas se conozcan y evalúen solo a través de rumores que dan pie a conjeturas que regularmente se realizan sin fundamento, dando en muchas ocasiones por verdaderos, hechos que no lo son y generando descrédito para el poder legislativo en su conjunto.
Al presentar su iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman diversos artículos del Reglamento del Congreso capitalino respecto de la votación por cédula, el legislador del PAN hizo hincapié en que las consecuencias que conlleva la falta de transparencia en el actual legislativo tiene implicaciones delicadas, ya que afecta el centro mismo de la democracia, pues ciudadanas y ciudadanos no solo no tienen forma de evaluar a sus legisladores, sino que desconfían de ellos y dejan de participar en la vida democrática como sanción, generando la abstención al momento de sufragar.
Precisó que a lo anterior se ha respondido en los Estados democráticos con prácticas que permiten no solo transparentar, sino compartir el actuar legislativo a través de lo que llamamos parlamento abierto.
Consistente en esas prácticas, en los contenidos de la Constitución política de la Ciudad de México y en el artículo 29 apartado “A” inciso cuatro, la constituyente mandata que el Congreso de la Ciudad de México se regirá por los principios de parlamento abierto.
Los diputados establecerán mecanismos de audiencia y rendición de cuentas que garanticen su responsabilidad frente al electorado.
Destacó que actualmente se prevé un mecanismo de votación en el Reglamento del Congreso, que reprime la transparencia y con ello la rendición de cuentas que le debemos a la sociedad, siendo el voto que se emite a través de cédulas o papeletas, lo que imposibilita el conocer el sentido del voto de un legislador, sin que haya justificación alguna.
Aclaró el legislador que solo algunos congresos locales de nuestro país conservan ese mecanismo de votación, con lo que poco más de la tercera parte aún sigue sin dar la posibilidad a sus ciudadanos, de conocer con transparencia y veracidad sobre el actuar legislativo de cada uno de los diputados, siendo uno de ellos la Ciudad de México, mismo que legisla para la segunda población más grande de nuestro país.
Grupos de choque al ataque
El pasado 15 de marzo un grupo de personas del Frente Popular Francisco Villa, que protestaba contra la inseguridad en Iztapalapa, fue desalojado violentamente por jóvenes armados de palos y piedras.
El suceso fue poco difundido. Las autoridades no dijeron nada sobre la violencia que usaron para retirar de la vía pública a los manifestantes que bloqueaban el Eje Sur 5 y Anillo Periférico.
Actuaron como un grupo de choque, de esos que la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México tiene identificados desde hace años como sujetos que “prestan sus servicios” para disolver concentraciones.
Lo mismo se “alquilan” para disolver de manera violenta a trabajadores que exigen mejores condiciones laborales y aumento salarial, que ciudadanos que reclaman mejores servicios y mayor seguridad en sus colonias.
¿Quién los contrató? ¿Quién los mandó?
La alcaldesa Clara Brugada no pudo ser, porque ella es incapaz de una cosa así…pero los desalojados vieron con sospecha que la policía no hiciera nada para evitar que fueran golpeados, algunos terminaron en el hospital.
Este grupo de personas no es novedad en la Ciudad de México, ni en el país. Son integrantes de organizaciones que persiguen distintos intereses particulares, ya sean políticos o económicos.
Son grupos de choque mercenario, dispuestos a realizar cualquier “trabajo” por una retribución generalmente económica.
En sus inicios solo actuaban en instituciones universitarias, pero después expandieron su actividad a empresas o al servicio de partidos políticos o gobernantes.
De acuerdo con La Jornada, en 2015 al menos en ocho de las 16 delegaciones (ahora alcaldías), líderes políticos de distintos partidos y autoridades delegacionales tenían a su servicio a grupos de choque, integrados por jóvenes involucrados con drogas, franeleros o vendedores ambulantes.
El caso de Iztapalapa no es diferente. Se ha identificado a los responsables como “Los Tanzanios”, dedicados a la extorsión y al narcomenudeo en esa demarcación.
En cuanto al Frente Popular Francisco Villa, sus integrantes no son nada dejados. Incluso, le declararon la “guerra” a Marcelo Ebrard cuando fue jefe de Gobierno. Entonces, los “villistas” le advertían: “llegó el momento de la venganza para el priísta más destacado del perredismo”. Y agregaban; “ellos saben que desalojar a más de 6 mil familias guerreras (aguerridas) significaba un riesgo mediático, sobre todo porque saben que no nos vamos a dejar”.
Ahora, a estos “villistas” los hizo correr un grupo de jóvenes con palo en mano.