Alfonso Durazo y la Guardia Nacional
José Luis Montañez Aguilar sábado 16, Mar 2019La Ley de Herodes
José Luis Montañez
El miércoles pasado durante la conferencia de prensa mañanera que ofrece todos los días el presidente Andrés Manuel López Obrador pudimos ver en vivo y a todo color el desempeño de Alfonso Durazo Montaño como titular del área de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México y confirmamos lo que muchos dicen de este señor, que de policía sólo tiene el apellido Durazo.
Su intervención en la rueda de prensa del Jefe del Ejecutivo era para informar a la opinión pública del curso de la investigación del caso de un autobús de pasajeros con migrantes secuestrados hace unos días en el estado de Tamaulipas.
Realmente es de dar pena el desempeño de este político metido a policía, pues nada más no pudo dar una explicación coherente a lo que se le había requerido por parte del presidente López Obrador para que diera pormenores del estado que guarda el delicado caso de los migrantes desaparecidos, algunos de ellos de nacionalidad cubana, colombiana o hasta salvadoreña, viajando por territorio nacional con documentos falsos que los acreditan como mexicanos.
Durazo Montaño se hizo bolas solo y habló de la fiscalía del estado de Tamaulipas, la FGN, la Policía Federal y demás instituciones que están, eso sí, informó engolando la voz, de manera “coordinada” las investigaciones pertinentes para ver qué fue lo que en realidad pasó con esos desafortunados seres humanos.
Y es que no se quién le ha dicho a sus jefes que este señor Alfonso Durazo Montaño sabe mucho de seguridad y cómo resolver o de perdida atacar con eficacia el gravísimo problema de inseguridad que vive nuestro país. Hace más de tres décadas que los policías de escritorio no dan una en territorio nacional y sólo sirven para dar cátedra, según ellos, de cómo se encuentra el grave problema de la seguridad en México y lo que realmente se debe de hacer para combatirla con eficacia.
Así es como se han hecho uno y mil experimentos con el tema de la seguridad en nuestro país y la forma de cómo se puede combatir y atacar esto que ahora es el problema número uno en México.
Que yo sepa este señor Alfonso Durazo Montaño que se hizo famoso a raíz del asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, ni para colaborar en el esclarecimiento de ese artero crimen sirvió este dizque experto en seguridad nacional.
Y es que en este renglón hemos tenido de todo, de todo como en botica, como es el caso de aquél Manuel Mondragón y Kalb, un viejo ocurrente y engañabobos, que se la pasó dando entrevistas y “sesudas” tesis sobre el problema de las drogas en México.
En verdad que nuestro expertos en seguridad nacional dan pena ajena mientras el crimen organizado y la delincuencia común le da todos los días en la suya al sufrido pueblo de México.
Por cierto que el miércoles, luego de que Alfonso Durazo Montaño se hiciera bolas con el tema de los migrantes desaparecidos en Tamaulipas, vino el titular de la Defensa Nacional, el general Luis Sandoval, quién sin tantas vueltas dijo cómo van las investigaciones y cómo se trabaja en el caso.
El ministro de la Defensa Nacional de López Obrador habló con seguridad y sin tantos titubeos como lo había hecho en su momento el multicitado Durazo Montaño.
Ya es tiempo de que en México se sigan haciendo experimentos con el tema de seguridad. Al país le está costando mucho poner a improvisados en estas y otras áreas.
No hay mucha tela de dónde cortar, pero de que hay gente capaz para dirigir la guardia nacional la debe de haber.
Señor presidente Andrés Manuel López Obrador no cometa usted el error de confiar la deteriorada seguridad del país en manos de gente inútil.