El decepcionante Zeferino
Ramón Zurita Sahagún lunes 31, Ene 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si algo queda en claro en Guerrero, es que Zeferino Torreblanca Galindo no fue peor gobernador de lo que resultaron ser algunos de sus colegas que ya dejaron el cargo o que aún lo ostentan.
Tampoco se puede alegar que su estado queda más incendiado de lo que están esas mismas entidades gobernadas por representantes del PRI o del PAN.
Sin embargo, al gobernador de Guerrero se le acumularon los problemas conforme se acerca el fin de su administración.
La acumulación de errores, la desidia para gobernar, enfrentar y resolver los problemas, el alejamiento que tuvo con sus aliados, el grado de penetración que el narcotráfico y la violencia tienen en la entidad, convierten a Zeferino en uno de los peores gobernantes del país.
Respaldado por el PRD en cada una de sus campañas electorales (alcalde, diputado y gobernador), Torreblanca Galindo se desmarcó del partido una vez electo gobernante.
Mantuvo distancia de su principal promotor y se acercó con los representantes de los partidos adversarios, actuó displicentemente con los principales problemas de atraso, pobreza, marginación y violencia que laceran al estado que todavía gobierna.
Se alejó de los compromisos contraídos en campaña y que le dieron los votos suficientes para derrotar al priísta Héctor Astudillo en los comicios del 2005, se concentró en su individualidad y provocó que dos de los grandes activos de la izquierda política en el estado mantuvieran distancia.
Armando Chavarría y Félix Salgado Macedonio despejaron el camino para que Zeferino fuese candidato al gobierno del estado, aunque terminaron enfrentados con el gobernante desde sus respectivas posiciones: uno secretario de Gobierno y líder del Congreso estatal y el otro alcalde de Acapulco.
Cooptado por la izquierda luego de varios intentos frustrados por participar en política, Zeferino fue visto como un buen prospecto para hacer cosas diferentes y contribuir a sacar al estado y a sus pobladores del rezago ancestral que padece la entidad.
Poseedor de una regular fortuna, con buena formación profesional, con negocios propios y con poses de demócrata, parecía una buena apuesta de la izquierda que finalmente no cuajó.
Hoy, la entidad que hereda Zeferino continúa arrastrando los mismos problemas de pobreza, marginación, atraso y hasta hambruna en algunas zonas, situación que no varió en seis años de gobierno, aunque con elementos adicionales, el incremento de la violencia y la considerable baja en el turismo.
Guerrero se encuentra hoy sumido en una vorágine de sangre y violencia, donde las autoridades de los tres niveles se avientan la responsabilidad de los enfrentamientos y asesinatos que por racimo ocurren en la entidad.
El estado compite por la nada gloriosa u honrosa distinción de ser la entidad más violenta del país, rango en el que disputa palmo a palmo el primer sitio con Tamaulipas, Chihuahua y Michoacán, convirtiendo a Acapulco en una de las poblaciones más peligrosas del país, a la altura de Ciudad Juárez y algunas urbes de la zona fronteriza de Tamaulipas.
Esa misma violencia y los problemas que de ella derivan provoca una sensible baja en el turismo y por ende, en la captación de ingresos, generando problemas económicos graves entre los prestadores de servicios turísticos y difundiendo mala fama del principal centro de atracción turística del país.
El balance que deja la administración sexenal de Zeferino Torreblanca Galindo no se encontraba previsto en el peor escenario posible, aunque sirve de lección para que los partidos elijan correctamente sus cartas que habrán de postular a los diversos cargos de elección popular.
ROJAS VS CALDERÓN
El coordinador de los diputados del PRI, Francisco Rojas, se lanzó fuerte contra el presidente Felipe Calderón, del que dijo que ha preferido defender a su partido, en lugar de convertirse en un verdadero jefe de Estado.
Por eso, llamó a la unidad interna de su partido y a la solidaridad ciudadana para perfilar un proyecto de nación.
A unas horas que comparezcan los titulares de Gobernación, Francisco Blake Mora y de Seguridad Pública, Genaro García Luna, para hablar sobre la expedición por parte del gobierno federal de la Cédula de Identidad Ciudadana y política migratoria, así como de los niveles de violencia e inseguridad en el país, Francisco Rojas pidió a sus compañeros de bancada “no permitir ahora que la polarización política divida a la nación y cause desesperación entre nuestros conciudadanos”.
EN LA MIRA, MARIO DELGADO
El cínico proselitismo del secretario de Educación del GDF, Mario Delgado, “delfín” de Marcelo Ebrard, raya en lo burdo, pues su propósito de ser candidato a la jefatura de gobierno de la ciudad no tiene límites, aseguró el coordinador de los diputados del PRI en la ALDF, Israel Betanzos Cortés, quien advirtió que denunciará ante las instancias electorales y judiciales a Mario Delgado.
Es claro que la salida de Delgado de la Secretaría de Finanzas obedeció a una estrategia para evitar que los constantes incrementos a los impuestos, servicios y derechos que exigen pague la gente, no afectara ni disminuyera su imagen en la víspera del relevo en el gobierno de la ciudad.
Betanzos Cortés acusó que Delgado está utilizado indiscriminadamente los recursos de la Secretaría de Educación y la convirtió en su trampolín político. Tiene a su servicio la Red Ángel, que se dedica a captar gente y a elaborar un padrón de posibles beneficiarios de los programas sociales y a través de la Fundación “Mídete”, del ex diputado local Xiuh Tenorio, implementó una campaña de espectaculares, redes sociales y volantes que se denomina ¡Vive ser Delgado!