Las discrepancias en torno a la reforma laboral
Luis Muñoz jueves 28, Feb 2019Segunda vuelta
Luis Muñoz
En la reforma laboral del 30 de noviembre de 2012, una de las cuestiones más discutidas en las Cámara de Diputados y de Senadores fue la de la democracia sindical que se contemplaba al reformar el artículo 371, fracción IX, de la Ley Federal del Trabajo.
Ahora, siete años después, sigue siendo un tema pendiente.
La diputada Dolores Padierna Luna, vicepresidenta de la Mesa Directiva en San Lázaro, dijo que la reforma no es poca cosa y, “aunque sea chiquita, la iniciativa es un cambio muy grande en la cual tenemos depositadas nuestras esperanzas, pues es una deuda pendiente a la que todos aspiramos”.
Durante la inauguración de las Audiencias Públicas en materia de reforma laboral, la legisladora señaló que el tema de trabajo es un pendiente desde la pasada legislatura y destacó que la Constitución Política ha depositado en el Poder Judicial un cambio trascendental en el mundo laboral.
Entre otras cosas, se pronunció por una justicia laboral que antes no había. “Hoy estamos en un cambio de régimen y no será a la vieja usanza en las juntas de conciliación donde se diriman los conflictos, sino en el Poder Judicial”.
Padierna Luna celebró que el Senado, por fin, ratificó el Tratado 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo cual “nos permite priorizar este tema por encima de una reforma laboral muy lamentable de aquel 2012”.
Un hecho a destacar es que el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), tiene un tono de reforma laboral, de asuntos laborales y que nunca se tomó en cuenta, pues se suponía, cuando se firmó, que se homologarían los salarios, las condiciones de trabajo y la vida laboral en los tres países, pero fue todo lo contrario: “se tomó el estancamiento de los salarios como ancla para el Tratado, entre otras muchas injusticias”.
Con la firma del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos, Canadá), ahora rendirán fruto los años de lucha de trabajadoras y trabajadores, así como de expertos que han dado toda su vida para un cambio laboral justo y no lo sería sin la Cuarta Transformación.
El diputado Mario Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política, des tacó que la reforma laboral es un tema pendiente del Poder Legislativo, el cual se deriva de los artículos 107 y 123 Constitucional en materia de justicia laboral.
Este mandato, dijo, debió hacerse a más tardar el 24 de febrero de 2018, de ahí el interés de cumplir con lo establecido en la Carta Magna.
Explicó que esta reforma tiene el propósito de transitar del Poder Ejecutivo, que es de donde depende la Junta de Conciliación y Arbitraje, locales y federal, al Poder Judicial, a través de tribunales en justicia laboral, a fin de brindar certeza jurídica.
En materia de derecho colectivo se plantea sentar las bases para una verdadera transformación en el ámbito sindical y de contratación colectiva, al introducir los términos de representatividad, transparencia y democracia en la vida de las organizaciones sindicales.
Se requiere, además, que esta reforma revitalice a los sindicatos y a la contratación colectiva como instrumentos de construcción de consensos entre trabajo y capital en aras de mejoras salariales y laborales, dejando atrás la unilateralidad”.
Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, ha sostenido que esta reforma es la más importante en materia laboral de los últimos tiempos, por muchas razones. La primera, es una deuda pendiente de transitar de las juntas de Conciliación y Arbitraje a los tribunales laborales, “no sólo porque hay que garantizar imparcialidad en la justicia laboral, sino también porque se requería ya de procedimientos más ágiles, expeditos, orales, en presencia del juez y modernos” que permitan dar rapidez a los actuales juicios que duran muchísimo tiempo en resolverse.
Desde luego, otra de las razones es garantizar autonomía del órgano que se encargará de todos los registros sindicales del país, pues la idea es que realmente se respete el derecho de todas y todos los trabajadores a organizarse de manera libre, así como acatar el Convenio 98 de la OIT, que es parte de los ejes de esta iniciativa.
Rosa Elena González Tirado, consejera de la Judicatura Federal, quien señaló que “este parlamento abierto es, sin duda, el espacio ideal para escuchar las voces y encontrar las mejores fórmulas que conduzcan a una reforma que materialice los fines del cambio”.
La voz de los sindicatos.
El sector obrero del país ha dejado en claro su rechazo categórico al proyecto de reforma de la Ley Federal del Trabajo por considerarlo “atentatorio a los intereses de trabajadores y sindicatos y por representar una iniciativa que pretende aniquilar los beneficios alcanzados durante largos años de lucha”.
Por esta razón, dirigentes y sus bases están dispuestos a llegar hasta sus últimas consecuencias para salvaguardar los intereses de millones de mexicanos y sus familias, han advertido.
Las organizaciones sindicales no están conformes con las nuevas reglas que tendrán con la reforma laboral que se encuentra en análisis en la Cámara baja y deberán ajustarse a los nuevos mecanismos como presentar la Constancia de Representatividad para cada trámite que realicen frente a alguna empresa o gobierno.
En cambio, la posición de Napoleón Gómez Urrutia, líder de los mineros, es que la transformación laboral que se avecina “requerirá de un nuevo sindicalismo, moderno y visionario, que responda a los intereses legítimos de los trabajadores y no de empresas o grupos políticos de cualquier orden”.
Gómez Urrutia, que encabeza la Confederación Internacional de Trabajadores, consideró que durante el primer trimestre del año se podrían aprobar las leyes secundarias de la reforma laboral y añadió que pretende hacer obligatorias las regulaciones laborales que se establecieron bajo el T-MEC.