Interés en democratizar los sindicatos
¬ Arturo Ríos Ruiz miércoles 27, Feb 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Trampa de Ayala; aplicó dos veces toma de nota para perpetuarse
En tanto el gobierno federal tiene interés en democratizar los sindicatos que han sido un lastre para la administración pública, hay algunos que se aferran a las viejas prácticas de mantenerse intocables con trampas por todo el tiempo.
Tenemos el caso de Juan Ayala del Sindicato Único de Trabajadores del gobierno de la Ciudad de México, quien violando la ley pretende permanecer en su puesto hasta el año 2023, de manera ilegal.
En el congreso extraordinario de 2015, se reeligió, y se le autorizó una toma de nota por el primer periodo que se encuentra en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje con el número 157, y que comprende del 11 de julio del 2015 al 10 de julio del 2019.
Pero arbitrariamente, ese mismo día se adjudicó una segunda toma de nota y que le asignaron la 160, y es con la que busca extender su mandato al frente de los Trabajadores de la Ciudad de México hasta el 11 de julio del 2023.
Juan Ayala recaba firmas de los trabajadores para avalar el padrón ante la autoridad del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, pero la ley es muy clara en sus artículos 356 y 366 fracción I de la Ley Federal del Trabajo que de manera supletoria a la ley burocrática, dice que debe negarse el registro o la toma de nota a una misma razón social y a una misma persona como lo es este caso.
Recordamos que hace tres semanas Claudia Sheimbaum, dijo que no permitirá la vinculación perversa entre autoridades y sindicatos y hoy, Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, fue clara y contundente en que se requiere un cambio de raíz en el sindicalismo en el que los trabajadores sean los que decidan su destino.
Y el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su mitin en el Estado de Veracruz, fue tajante al asegurar que en su gobierno se acabará “El charrismo sindical”.
Juan Ayala ha demostrado que es un “charrazo” que se sirve de la necesidad de los trabajadores, a los que se les venden plazas a través de intermediarios que van, desde los 10 mil pesos, hasta 50 mil las de un salario de 10 mil pesos mensuales. Cualquiera que esté en una alcaldía lo sabe.