Débil crecimiento mundial del salario
Luis Muñoz viernes 22, Feb 2019Segunda vuelta
Luis Muñoz
El 18 de febrero de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hacía la siguiente reflexión: “Acabamos de tener una reunión con el siguiente propósito: constituir un consejo para la inversión, la creación de empleos y el crecimiento económico, algo que es fundamental, el que podamos crecer. Si hay crecimiento hay empleos, si hay empleos hay bienestar, si hay bienestar hay paz y hay tranquilidad en el país”.
Y si a esto añadimos el factor salario, diremos que si hay buenos salarios habrá poder adquisitivo.
Hoy, ¿los trabajadores están contentos con su salario? Al parecer, sí. Pero se lo toman con cautela y en lo que va de esta administración no se ha dado la “fiebre del consumismo”. No con la intensidad de otros años.
Se puede tener poder de compra, pero no capacidad de ahorro.
Los trabajadores lo saben y esperan a que se aclare el panorama, aún difuso.
De cualquier modo “va bien”, dicen los trabajadores asalariados que ahora gozan de un incremento al salario mínimo.
Según la tabla, estos son los nuevos salarios:
Salario mínimo general diario: 102.68 pesos; el mínimo general mensual: 3,121.47 pesos; incremento porcentual total del salario mínimo general: 16.21 pesos, respecto a 88.36; salario mínimo general diario en la frontera norte: 176.71 pesos; incremento porcentual de los salarios mínimos profesionales: 5 por ciento.
El presidente López Obrador, en la presentación de la nueva política de salarios mínimos impulsada por su gobierno, señaló que el aumento es un “acto de madurez política, de responsabilidad, de acuerdo; un acto de confianza para seguir adelante y mejorar las condiciones económicas, sociales y laborales del país”.
Huelga decir que durante muchos años el salario mínimo perdió su poder adquisitivo y hay quienes sostienen que en los últimos 30 años se perdió el 70% del poder adquisitivo de dicho salario.
López Obrador dijo en su momento que el hecho de que se haya acordado el aumento significa el inicio de una nueva etapa, ya que en el periodo anterior el salario mínimo se fijaba por debajo de la inflación; por tanto, el compromiso de su gobierno es “nunca fijar el salario mínimo por debajo de la inflación”.
La Comisión de Salarios Mínimos acordó este salario por unanimidad, lo cual significa que, en esencia, es un acuerdo de los tres factores de la producción: el sector privado, el sector obrero y el sector público.
Los salarios en el mundo
No son buenas noticias. El crecimiento mundial del salario registra el nivel más bajo desde 2008, mientras que las mujeres todavía ganan 20% menos que los hombres.
Muchos países occidentales (Estados Unidos, Japón y Alemania, entre otros) deberían impulsar la intervención directa del Estado en las negociaciones salariales, especialmente para quienes ganan menos.
Un informe Mundial sobre Salarios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) constata que el crecimiento mundial del salario ha sido débil, mientras que las diferencias de remuneración entre hombres y mujeres, de alrededor 20% a escala global, siguen siendo inaceptablemente altas.
El informe de la OIT 2018-2019 confirma que en términos reales (ajustados a la inflación) el crecimiento mundial del salario se desaceleró, pasó de 2.4% en 2016 a 1.8% en 2017. Las conclusiones se basan en datos de 136 países.
Al analizar el crecimiento del salario, el documento observa que en los países avanzados del G-20 el crecimiento real del salario disminuyó, de 0.9% en 2016 a 0.4% en 2017. Por el contrario, en los países emergentes y en desarrollo del G-20, el crecimiento de los salarios reales fluctuó entre 4.9% en 2016 a 4.3% en 2017.
“Es desconcertante observar que en las economías de altos ingresos el lento crecimiento de los salarios está acompañado por una recuperación del crecimiento del PIB y una disminución del desempleo”.
La OIT calcula las disparidades de remuneración por razón de género de manera innovadora y más precisa, utiliza datos que abarcan unos 70 países y cerca de 80% de los asalariados del mundo.
Que tan grande es la brecha
Resulta revelador lo siguiente: “En numerosos países, las mujeres tienen un nivel de educación más alto que el de los hombres, pero perciben salarios inferiores, aun cuando trabajen en las mismas categorías profesionales”.
Rosalía Vázquez-Álvarez, especialista en econometría y salarios de la OIT y una de las autoras del informe, señala además que “los salarios de las mujeres y de los hombres también tienden a ser inferiores en las empresas y las profesiones con una fuerza de trabajo predominantemente femenina. Por lo tanto, a fin de reducir las disparidades de retribución por razón de género es necesario hacer más para garantizar la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres, y para rectificar la infravaloración del trabajo de ellas. Otro factor que tiene un peso en las disparidades de remuneración por razón de género es la maternidad. En conclusión: la mujer y el hombre son iguales ante la ley, los salarios mínimos generales y profesionales deberán pagarse en igualdad de circunstancias independientemente del: origen étnico o nacional, género, edad, discapacidades, condición social, salud, lengua, religión, opiniones, preferencia sexual y estado civil de las personas.
Indígenas, sujetos de derecho público
El presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, dijo que “estamos obligados a modificar la Constitución federal para reconocer a las poblaciones indígenas como sujetos de derecho público y no como entidades de interés social”.
Y agregó que visibilizar a los pueblos indígenas es fundamental, al igual que respetar su identidad y desarrollo colectivo. Además, podrían recibir más beneficios de aplicarse los convenios internacionales.