En duda, los blasones de Ackerman
¬ Arturo Ríos Ruiz miércoles 20, Feb 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- No aparecen sus títulos en ningún lado
Mi amigo el Dr. en Ciencias de la Educación, Celso Efraín Flores Maldonado, se dio a la tarea de verificar los registros de los estudios del periodista de origen estadounidense John Mill Ackerman Rose, que ostenta los grados de doctor en sociología política por la Universidad de California Santa Cruz en su estado natal y doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ackerman es de origen judío, nacido en Filadelfia, Estados Unidos, nacionalizado mexicano y es de los más cercanos a ya saben quién y con nexos familiares a través de su esposa, Irma Eréndira Sandoval, titular de la Función Pública, hija del izquierdista de prosapia en Guerrero, Pablo Sandoval Ramírez, de donde es mi paisano Flores Maldonado.
El superdelegado en Guerrero, Amílcar Sandoval Ballesteros, es cuñado de Ackerman y podemos decir que, los Sandoval, son por ahora las figuras más cercanas a ya saben quién y por lo tanto los más poderosos de la entidad.
Bueno pues. El inquieto Celso Efraín Flores Maldonado llegó al fondo en sus pesquisas en John Mill Ackerman Rose.
Afirma Celso Efraín: “me introduje en las páginas: www.cedulaprofesional.sep.gob.mx y www.buholegal.com/consultasep/ y desafortunadamente, dichos sitios de búsqueda de cedulas de profesiones y grados académicos, reportaron que no tienen en su registro al doctor Ackerman, como poseedor de algún título profesional o grado académico, maestría o doctorado”.
Y, sigue: “El sitio de búsqueda de cedula de Buholegal.com, registra a 10 personas de apellido Ackerman, de los cuales, solo Rebeca Ackerman Valadez, tiene el grado de maestría y ninguna posee grado de doctorado”.
Ahí está planteada la interrogante, es o no es Jonh Ackerman quien dice que es del mundo universitario, tiene o no, los títulos que tanto presume, para saber con quién se trata, si con un universitario o un autodidacta que hace bien su papel.
Lo cierto, es que Ackerman goza de la predilección del mero mero del país y que sus dichos, sin perder el acento de su origen estadunidense, pegan en México como aquella frase cuando aún no se definía el apabullante triunfo de AMLO: “¡Si pierde Andrés Manuel habrá chingadazos!”