Desesperación de migrantes encerrados en Piedras Negras
Nacional* viernes 15, Feb 2019
La Secretaría de Trabajo del estado de Coahuila informa de que cerca de 70 migrantes de los 1,676 que están confinados en una vieja fábrica reconvertida en albergue en la ciudad fronteriza de Piedras Negras, Coahuila, se han registrado para trabajar en este estado.
Según las autoridades, podrán trabajar hasta por un año y se dirigirán principalmente a la industria de la construcción, manufactura o a ranchos agrícolas del estado.
La mayoría de los centroamericanos que llegaron a Piedras Negras tienen restringida la salida del albergue y sólo pueden salir acompañados por policías para ir comprar a alguna tienda.
Cerca de una docena de migrantes son acompañados cada día hasta la garita de Eagle Pass donde autoridades estadounidenses les registran como solicitantes de asilo. Pero los trámites van muy despacio. Los migrantes no pueden salir porque no tienen visas humanitarias mexicanas.
Sólo los que consiguen una visa humanitaria pueden moverse con libertad. En torno a mil migrantes de esta última caravana ya han solicitado la visa, con la que pueden trabajar en México, mientras esperan su turno para solicitar asilo, pero solo 400 han sido aceptadas.
Otros 58 migrantes de esta caravana han pedido el retorno voluntario a sus países de origen y 22 menores serán trasladados a un albergue transitorio.
Las autoridades mexicanas han reconocido en días pasados que tienen retenidos en ese lugar por seguridad de los propios migrantes y para evitar intentos de cruces ilegales masivos. Cada vez son más los que se quejan de estar encerrados desde hace días en este lugar cercado por militares y policías, algo inusual para estos espacios.
Escala violencia
Una protesta en un albergue de migrantes escaló a la violencia cuando los miembros de una caravana de centroamericanos se enfrentaron a las autoridades el miércoles pasado.
Videos difundidos muestran algunos migrantes desesperados que el martes por la noche lanzaban gritos de “¡queremos salir!”, “¡nos tienen presos!” y “¡vámonos, vámonos!”.
está pasando. Están frustrados. Nadie les explica nada y se sienten encerrados”, indica Rivano Barros, miembro de la ONG estadounidense Raíces, quien además se quejó de que las autoridades no permiten pasar al albergue a las organizaciones civiles como ellos.
El proceso que se está siguiendo en Piedras Negras es similar al que ha tenido lugar en Tijuana con las primeras caravanas que tuvieron como destino esa ciudad fronteriza con California.