Farsa, la boda, y cinismo, el divorcio
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 11, Feb 2019Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Todos tenemos la culpa
No es que nos hayan visto la cara, todos lo aceptamos, los 500 diputados, los 128 senadores y todos los mexicanos, accedemos a la mentira más que cantada; fue un contrato, no hubo amor, hubo mutuas conveniencias y nos las tragamos, para convertir al sexenio de la ficción.
Y no es el único caso, hay muchos más que hacen lo mismo para esconder otros dilemas que desean mostrar a mexicanos tradicionales, presentarse con una dama que es “la compañera” y no es más que otra ambiciosa, que sacará su parte por la representación.
Hay casos que llevan varias “esposas” para esconder conductas que no deberían avergonzarles, pues ya en estos tiempos todo se vale. Los gays ya son aceptados y hasta pueden casarse y en muchos estados hasta adoptar hijos.
Claro, no se vería bien, tener un “primer damo” o llegar a una recepción, una alta funcionaria con su pareja del mismo sexo y esto último ya lo hemos visto, en relaciones que son públicas y muchos lo hacen, pues es menos notorio entre las mujeres que siempre se han aceptado a la callada y más cuando son parte del gobierno.
Al él, se le liga con un bombón, belleza extraordinaria de San Luis Potosí, como cualquier chamacón, sin duda, es un “cuerazo” la modelo que a cualquiera hace temblar; el caso es que el mexiquense exhibe su verdadero yo con esa actitud, aún no confirmada por ambos públicamente.
Que sepamos, sólo el ex de la belleza en cuestión, Bobby Domínguez, ha hablado del asunto y asevera que hace un mes que “terminaron en buena onda” y le desea lo mejor y aunque duda si hay algo más que fotografías entre el ex de México y la modelo que tiene una hija, ve el asunto con calma y madurez.
Las declaraciones de la ex contratada, conocida por su personaje de “La Gaviota”, anunció el divorcio, es decir, en otras palabras, seguramente se terminó el contrato una vez que ya pasó todo el show montado entre ellos y quienes lo ordenaron que fuera así.
En fin, una pantomima vivida durante seis años, en que no hay culpables, ellos la hicieron y nosotros la aceptamos Por eso, nos va como nos va.