Lenguaje soez, algo normal
¬ Salvador Estrada jueves 7, Feb 2019Folclor urbano
Salvador Estrada
El micrófono impone y se le tiene respeto, pero como ya la Secretaría de Educación no exige examen de locución, todos pueden hablar y decir tonterías y llegar hasta la obscenidad.
La SEP ya se olvidó de ese control y la ley de radio y televisión ya no la aplican, y conductores, humoristas, cómicos y todo el que tiene celular pueden decir grosería y media, como si fuera la moda “mentar madres”.
Hace algunos años, para no decir el siglo pasado, los hombres se enrojecían cuando alrededor o frente a unas damas decían una grosería y se disculpaban. Actualmente, los galanes de entonces se avergüenzan cuando las escuchan de las jóvenes preparatorianas, porque dicen grosería tras grosería, que su boquita es un cántaro de leperadas.
El lenguaje español es tan rico y fluido que la “chaviza” no lo conoce, porque ya no leen libros y no saben nada de los grandes escritores de México y del mundo.
Ser soez o ser grosero parece que es algo normal, cotidiano, y que ese modo de hablar se está imponiendo en toda la sociedad, porque si pones atención a los jóvenes, cuando platican en la calle rumbo a su escuela, o en el Metro, te darás cuenta que su lenguaje es un rosario de pocas ideas y muchas groserías.
“Te ca’i güey. No mames, esas son pendejadas. Neta, neta o me estás choreando…Vete a la mierda, esas son chingaderas y me vale madre lo que digas”.
Esa es la plática que puedes escuchar entre dos o tres preparatorianos. Es increíble que se expresen así, porque supuestamente están estudiando para ser mejores ciudadanos.
Los jóvenes que tienen celular, todos, escuchan y ven programas en las redes sociales, donde “alguien dizque periodista” da a conocer “noticias del momento” a las que les añade su punto de vista: “Bueno, a mí me vale un kilómetro de pito” y así por el estilo transcurre su “noticiero” y la chaviza feliz con esa forma de informar.
La sociedad debe de emprender una campaña contra el lenguaje grosero, sucio, lépero, pelado, que quieren imponer los que usan las redes sociales a los “chavos preparatorianos”.
Los cómicos y los que quieren hacer reír a la gente deben de olvidarse del albur y de las palabras obscenas y usar su talento, su ingenio, que lo tienen, porque de otro modo, usando el lenguaje de los chavos “van a valer madre”.
En las escuelas y en los hogares, los maestros y los padres deben llamar la atención a los chamacos y chamacas, para que mejoren su forma de hablar y los inviten a leer para ampliar su vocabulario y que en vez de decirle a su amiga que el novio de fulanita es un “reverendo pendejo, que exprese … “tu novio es ícono de la estulticia” y tú una zafia, porque no lo mandas…a freír espárragos.