A 2 meses de iniciar, AMLO no baja el ritmo, ahora quiere nueva Constitución
Roberto Vizcaíno miércoles 6, Feb 2019Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Al encabezar en Querétaro el 102 aniversario de la Constitución de 1917, y ante la cúpula política del país, Andrés Manuel López Obrador adelantó que piensa convocar a un Congreso Constituyente al parejo de las elecciones presidenciales de 2024, para dejarle a México y a sus nuevas generaciones una nueva Constitución.
En forma improvisada, conforme a su estilo de no respetar guiones, desde la tribuna central del Teatro de la República –ahora sí propiedad de la nación–, consideró que la actual Carta Magna está ya «muy parchada y remendada».
Y agregó:
«Cuando entreguemos la estafeta a las siguientes generaciones, ¿por qué no convocar a un nuevo Constituyente y elaborar a una nueva Constitución?».
La verdad es que su adelanto no causa sorpresa. Durante su campaña habló incluso de regresar la Constitución actual al texto original del de 1917.
Ahí, frente a los 32 gobernadores, a representaciones legislativas, y los presidentes del Senado, Martí Batres y de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, así como del presidente de la Suprema Corte Arturo Saldívar Lelo de Larrea; los líderes parlamentarios destacadamente Ricardo Monreal y Mario Delgado, el tabasqueño indicó que no convoca hoy a un Constituyente porque sabe que no existen las condiciones para elaborar esa nueva Constitución que según él requiere México.
Por el momento, indicó, se debe conformar con proponer e impulsar algunas reformas como la que tipifica a la corrupción como delito grave sin derecho a fianza, y que contempla que el Presidente de la República pueda ser imputado y juzgado por ese delito.
Indicó que es responsabilidad de Senadores y Diputados aprobarlas para limpiar a México de corrupción, No es posible, subrayó, “que ocupamos el lugar 135 con más corrupción en el mundo».
Como segundo pendiente, dijo, que se acabe con la impunidad, por lo que propone que el presidente en funciones pueda ser juzgado por corrupción y se terminen los fueros y privilegios en todo el gobierno. «Es la gran reforma que hace falta en este tiempo», sostuvo.
Ya metido de lleno en ese camino, López Obrador aseguró que otra reforma sería la que le asegure a México un verdadero sistema político democrático.
«Tenemos que establecer una auténtica democracia, acabar con los fraudes electorales que no se compren los votos. No se utilice presupuesto para favorecer a ningún partido y a ningún candidato», subrayó.
A contrapelo
Parte del grupo de oradores, la Secretaria de Gobernación, la ex ministra Olga Sánchez Cordero afirmó que la Constitución vigente no sólo es esencial para la gobernabilidad sino guía para atender las demandas y aspiraciones ciudadanas.
Y, en lo que podría haber sido un mensaje para su jefe, dijo creer que, a pesar de las múltiples reformas a que ha sido sometida, la actual Constitución preserva el carácter social de 1917.
Negociaciones muy difíciles
El que no puede escapar de sus retos, es Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, sobre quien pesa la carga de la negociación de la aprobación de la Guardia Nacional.
Asistente al evento de Querétaro, el zacatecano aclaró que no tiene idea de cuándo pueda salir adelante lo de la Guardia Nacional en el Senado.
“Lo que te puedo decir es que cada vez es más difícil tratar de completar mayoría calificada (dos terceras partes de 128 senadores)… cada vez es más difícil construir mayorías calificadas porque el Congreso está muy vivo y hay una oposición real.
“… no queremos adelantar vísperas… estamos trabajando con los coordinadores de grupos parlamentarios, con todos los partidos.
A nadie se le excluye, a nadie se le está limitando y estamos tratando de que en la redacción vayan los puntos de vista de todos.
“Vamos a intentarlo. Nada se pierde, vamos a intentarlo.
“Todo esto implica una nueva realidad. La construcción de las mayorías calificadas es cada vez es más complicada. No puedo hacer ni siquiera valoraciones precipitadas; vamos a empezar a trabajar mañana en el tema de la agenda legislativa: Guardia Nacional, nombramientos, reforma educativa.
“Tenemos agenda concurrente que nos envió la Cámara de Diputados, que está pendiente de dictaminarse.
Tenemos nuestra agenda propia; y mañana una Plenaria muy larga, donde vamos a aprobar nuestra agenda legislativa para, a partir del jueves empezar a ver qué podemos lograr en consensos”.
Nada que agregar. Monreal tiene un reto complicadísimo y es apenas una de al menos 7 reformas constitucionales que tiene que sacar delante de hoy a fines de abril.
¿Por qué AMLO defiende a Maduro?
El escenario internacional respecto de la crisis venezolana es simplemente inédito. Se habla de que quizá unos 60 gobiernos son los que apoyan ya a Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional y autoproclamado presidente “encargado” –con base en un artículo de la Constitución de ese país–, para que convoque a elecciones presidenciales libres y democráticas, que sean sancionadas por el mundo desarrollado.
Así, mientras España, Reino Unido, Francia, Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Portugal, Polonia, Holanda, Hungría, República Checa, Luxemburgo, Lituania y Estonia y Argentina, Brasil, EU, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú ya reconocieron a Guaidó, y van a apoyarlo para restablecer la democracia en Venezuela y para sacar a los venezolanos de la crisis en que están, México, junto a Uruguay quieren mantener a Nicolás Maduro en el poder.
Los gobernantes que apoyan a Guaidó saben que la transición, que puede ser arrastrada todavía a la violencia por Maduro, quizá tarde unos 9 a 12 meses, luego de que el dictador se vaya y el líder de la Asamblea encabece un gobierno de transición.
Y es que para que haya elecciones libres y democráticas se deberán renovar los órganos electorales y el Tribunal y levantar un nuevo Padrón Electoral.
Además se deberá establecer un mecanismo para que puedan participar los más de 3 millones de venezolanos que han emigrado durante loas últimos 4 años.
“Hoy las sedes consulares son insuficientes para enfrentar esta demanda de electores que hay fuera de Venezuela. Este sería un aspecto por resolver”, se indica.
Hoy mismo en el seno del Grupo de Lima, en Washington y Otawa, así como en la Unión Europea, se contempla la posibilidad de que el Instituto Nacional Electoral de México pudiera ser el que organice esas elecciones en Venezuela.
Ya lo ha hecho en otros países.
Así el INE junto con Guaidó -afirman–, podrían generar la legitimidad para organizar unas elecciones presidenciales en el menor tiempo posible.
Mientras tanto Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, junto con 11 países de los 14 que integran el llamado Grupo de Lima -en el que debería estar México-, prepara ya 53 millones de dólares estadounidenses para llevar asistencia inmediata a Venezuela.
Otro tanto es anunciado ya por Ángela Merkel, Pedro Sánchez, Theresa May y Emmanuel Macron.
Sólo falta solucionar un punto: cómo introducir todo eso hasta Caracas y las principales ciudades de Venezuela, si Maduro mantiene todavía el control de ejército.