Partidocracia
Alberto Vieyra G. lunes 4, Feb 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Los partidos políticos han sido históricamente en México como el atolito con el dedo?
¿Históricamente, la partidocracia ha servido a los de abajo o solamente a los de arriba? ¿Los partidos políticos son realmente representativos del pueblo de México, mayoritariamente de los pobres o de los grupos minoritariamente ricos? ¿Los partidos políticos se convirtieron en lacras sociales que solamente han utilizado el poder para saquear a México y bolsear a los mexicanos? ¿Cuál es su función principal de un partido político? ¿Qué son los partidos políticos?
Veamos:
De acuerdo con los teóricos, los partidos políticos son instituciones de interés público mediante los cuales se organiza la sociedad para poder participar en política, es decir, para poder ser elegido y acceder a un cargo de elección popular, dicho de otro modo, los partidos son nuestros, y no, de poderosas oligarquías políticas y económicas, que son las que siempre se agandallan los principales cargos de elección: Presidencia de la República, gubernaturas, diputaciones federales y locales, senadurías, alcaldías y regidurías. En consecuencia, los gobernantes de esas organizaciones políticas se convierten en nuestros empleados, no sólo por la sagrada voluntad popular, sino porque con nuestros impuestos les pagamos para que nos sirvan y nos representen, de acuerdo con el tipo de democracia representativa que impera en México.
¿Realmente nos representan sean de la ideología que sean, es decir, de centro- izquierda, de centro-derecha o lo que sean?
Sí, del color, sabor o ideología que sean, la obligación fundamental de todo gobernante es servir al pueblo, no servirse de él y menos ser tiranos con ese pueblo que los llevó al poder.
La historia de los partidos políticos en México se remonta a la conformación de la República allá por 1824 cuando surgieron los abuelos de la partidocracia como el escocés el que militaban los liberales y el yorquino en el que figuraban los conservadores, incluyendo a los curas.
Hacía 1850, surgirían partidos políticos como, el Partido Liberal en el que militaba Benito Juárez, posteriormente surgiría el Partido Republicano Progresista, que apoyaba a Sebastián Lerdo de Tejada y luego partirían el queso los partidos militaristas, entre ellos el de Porfirio Díaz y llamabanle Unión Liberal y el Círculo Nacional Porfirista, en el que militaron también los llamados “científicos” que no eran otra cosa que los ricos terratenientes del porfiriato y es el segundo antecedente del PAN en el siglo XX y “los científicos”, en alianza con el gobierno gringo fueron los que asesinaron a Madero.
Cuando estallo la Revolución Mexicana, había en la nación azteca un total de 508 partidos políticos, la mayoría membretes como el Anti rreleccionista, que llevó a la presidencia a Francisco I. Madero. Todas las familias fufurufas en México tenían su partido político y con esos membretes hacía mucho ruido.
En 1929, unos hombres de Estado, encabezados por Plutarco Elías Calles fundarían el PNR (Partido Nacional Revolucionario), abuelo del PRI. Hasta 1970 había en México solo 4 partidos políticos: PRI, PPS, PARM y el PAN. De ahí pal´ real, surgiría una ponzoñosa partidocracia que sólo ha dividido a los mexicanos y se ha chupados nuestros dineros públicos.
¿Por qué hago historia? Bueno, el pasado 30 de enero se cerró el plazo para el registro de nuevos partidos políticos y un total de 102 solicitudes recibió el INE, para el registro de nuevos partidos.
¿Qué nos dice lo anterior? ¿Qué hay hambre y hartas ganas de comer? ¿Qué la sociedad mexicana está harta de unas lacras sociales llamadas partidos políticos que solamente lucran con el poder? ¿Qué es mejor, organizarse en un partido político, que buscar candidaturas independientes, a las que ponzoñosa partidocracia les puso infranqueables candados para seguir ostentando el monopolio del gran poder político en México?
Casi 102 familias poderosas van por nuestros dineros públicos, aunque hay honrosas excepciones de mexicanos que llevan en la médula, la mística de servir a la gente. Bueno sería que las lacras sociales que ya hay y las que vengan se rasquen con sus propias uñas, y hagan política con saliva.