Diego: derrochador
¬ Gustavo Mora miércoles 26, Ene 2011Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
Si es que su secuestro fue obra de delincuentes profesionales y no para que dejara de hacer sombra a la caballada flaca panista, Diego Fernández de Cevallos está dilapidando aparte de su fortuna personal, su capital político que en Acción Nacional es tan grande como las cuentas que pueda tener en los bancos y propiedades, incluyendo su carísimo despacho jurídico.
Aparte de la conferencia de prensa que prometió cuando salió del escondite de los hampones o de quienes se sienten presidenciables y temen al veto del Jefe Diego, más que al de Los Pinos, Fernández de Cevallos se deja entrevistar por periodiqueros a los que el gremio serio de los comunicadores y no de los de la sociedad de elogios mutuos rechazan, porque a su paso deja un fuerte olor a azufre.
La realidad es que hay muchos que dudan de la versión oficial del secuestro y rescate del que fue candidato presidencial en 1994. Entre otras razones, por no incluir motivos políticos y dejar solamente en la fiebre del oro la razón de su desaparición y reaparición.
En la pestilente entrevista, el tormentoso Jefe Diego dice: “yo nunca mandé al diablo a las instituciones”, lo que es una referencia clara de Andrés Manuel López Obrador. Pero solamente de rozón hace alguna referencia a la pasividad de las autoridades que no investigaron nada, obedeciendo la condición que ponían los supuestos secuestradores de atentar contra su vida en caso de que apareciera nada que oliera a policía. Y en eso se apoyaron Genaro García Luna y Arturo Chávez para hacerse los occisos.
Pero el ciudadano común y corriente se pregunta: ¿fue por dinero, por diferencias ideológicas o razones de Estado y hasta partidistas?. Queda la razonable duda del móvil o a quien favorecía el secuestro, para encontrar al secuestrador o secuestradores.
Y para crear más confusión, Fernández de Cevallos rebota el agua hablando de los saqueos financieros de los que fueron funcionarios priístas, del fraude electoral y hasta lo último, de una posible compicidad del gobierno calderonista o correligionarios panistas.
Con guante de terciopelo, pero con la mano del metate adentro, el entrevistado habla de las mentiras que publicaron sin tener los pelos de la burra en la mano, los diarios El Universal y La Jornada y la revista Proceso. Le hace un favor a su partido y al gobierno federal cuando perdona a los secuestradores, pero afirma que “son criminales de altísima peligrosidad”, para tratar de darle credibilidad a la verdad oficial. Y no menciona a Pepe Cárdenas, ni a la Organización Editorial Mexicana o Excélsior que también engañaron a los lectores y radioescuchas con su liberación, cuando todavía no se daba. O no salía la consigna para soltarlo.
Desde que reapareció de verdad, Santiago Creel Miranda, José Francisco Blake Mora (¡lástima de apellido!), Ernesto Cordero, Alfonso Lujambio, José Ángel Córdova Villalobos y hasta el secretario de Desarrollo Social de cuyo nombre no queremos ni acordarnos, están muy pendietes para comprobar si Diego entendió el mensaje que le mandaron o todavía puede hacerles sombra en el PAN y contra la voluntad del Presidente de la República, como lo hizo Calderón con Fox.
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Como decía el viejo comercial radiofónico: “el domingo es día de mole” en el tormentoso estado de Guerrero que siempre ha sido bronco, pero con las elecciones para renovar los poderes estatales, se pondrá mucho peor. Acapulco parece ser la clave de la elección para gobernador donde compite contra el PRI un ex priísta renegado: Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien ya fue gobernador interino priísta y ahora busca regresar a la Casa Guerrero pero con otra camiseta. Cuando despachó en el Palacio de Gobierno de Chilpancingo, nunca se paró en Aguas Blancas ni hizo nada por los familiares de los campesinos masacrados a los que ahora ofrece el oro y el moro. Y se toma fotografías para que vean que sí va al lugar de la masacre donce no quedó claro si fueron fuerzas federales o estatales las que venadearon a los campesions que iban a protestar en Chilpancingo. La culpa se la echaron a Rubén Figueroa Alcocer para qu Ernesto Zedillo Ponce de León pudiera poner cara de yo no fui. Ojalá que en la jornada electoral la sangue no llegue al río, pero con la provocación perredista y de los grupos guerrilleros propios e importados, no presagia nada bueno… Hillary Clinton dio el voto de confianza estadunidense al Ejército Nacional Mexicano. Durante su breve visita a Guanajuato y al Distrito Federal, demostró su carisma que puede llevarla a competir nuevamente por la candidatura presidencial en el 2014… Las obras de algunas dependencias del gobierno capitalino y el contratismo en Petróleos Mexicanos, con la complicidad de funcionarios de ambas dependencias, confirman la acusación de Diego Fernández de Cevallos de que hace falta intensificar la lucha contra la corrupción y la impunidad de autoridades coludidas con empresarios tramposos y ventajosos, lo que provoca falta de confianza en la autoridad.