Fiscal de EU: “El Chapo” lidera el Cártel de Sinaloa
Seguridad jueves 31, Ene 2019- Es casi seguro que el capo pase el resto de su vida en la cárcel
La fiscal Andrea Goldbarg recordó al jurado del juicio en contra de “El Chapo” que las pruebas presentadas durante 11 semanas reafirman el liderazgo de Joaquín Guzmán Loera en la “mayor empresa de narcotráfico a nivel mundial”.
“El acusado era un jefe de cinco o más personas, no hay que probar que era el máximo responsable” para condenarlo por narcotráfico, subrayó ante el jurado la fiscal Andrea Goldbarg, estadounidense de origen argentino, antes de insistir en que “era uno de los máximos líderes más allá de la duda razonable”.
Antes de dar sus argumentos finales, los fiscales introdujeron a la sala del juez Brian Cogan un carrito, que esta vez no llevaba papeles y folders sino un chaleco antibalas y un rifle AK-47.
En una presentación en PowerPoint, Goldbarg mostró un resumen con las pruebas que al final se difuminaban en el rostro del acusado.
“¿Quién tenía una red entera de túneles de escape? ¿Quién cargaba pistolas con diamantes incrustados? El sentido común nos dice que el líder del Cártel de Sinaloa”, dijo. Goldberg, quien ya cumplió una década trabajando en casos que involucran a narcotraficantes, fijó su postura de manera clara, mientras el capo permanecía serio y hasta platicaba con sus abogados.
Durante todo el día, la fiscalía hizo un resumen de las 36 sesiones previas en las que presentaron más de 200 pruebas, entre fotos, videos, cartas, llamadas y mensajes intervenidos, que involucran a “El Chapo” Guzmán en alguna actividad delictiva relacionada con alguno de los 10 cargos presentados en su contra.
La fiscalía comenzó su argumentación final en el caso de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, contra quien mantiene diez acusaciones, la principal de ellas estar involucrado en una organización criminal y que podría enfrentarlo a cadena perpetua.
Asimismo, está imputado de tráfico ilegal de cocaína, de uso de armas de fuego y de conspiración para el lavado del dinero proveniente de la venta de estupefacientes.
La fiscalía apeló también “al sentido común” de los miembros del jurado para determinar que una persona con túneles debajo de sus casas, con un “ejército” para defenderle y que viajaba en aviones privados y helicópteros, tenía que ser “jefe”.
“Vendió droga en todo el mundo desde sus orígenes, a veces llevó a cabo negociaciones directamente, a veces alguien lo hizo en su nombre, pero siempre estuvo involucrado”, dijo Goldbarg.
En su intervención, la fiscal insistió al jurado que “14 personas han testificado que el acusado era el jefe del cártel de Sinaloa y muchos dijeron que trabajan para él y que cometieron crímenes dentro del cártel, que estaban a las órdenes del acusado”.
La fiscalía volvió a reproducir algunas grabaciones de “El Chapo” con sus asociados, así como mensajes de texto y cartas en los que supuestamente se escucha al imputado hablar sobre la venta de droga en Estados Unidos y cómo transportarla.
A través de la selección de varias de las evidencias, insistió en que estas pruebas corroboran con las palabras del propio Guzmán lo que los testigos relataron a lo largo del juicio.
Goldbarg argumentó que para defender su negocio de compra, venta y transporte de drogas, “El Chapo” contó una sofisticada red de telecomunicaciones y no dudó en torturar, usar la violencia o comprar a la policía “para defender el cártel a cualquier costo”.
La defensa del acusado, que mañana realizará su exposición final, ha defendido a lo largo del juicio que el verdadero líder del Cártel de Sinaloa era Ismael “El Mayo” Zambada, que permanece prófugo de la justicia.
La pregunta que paralizó el juicio de Guzmán Loera
El juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán se vio paralizado ante la pregunta de un miembro del jurado, una mujer que pedía conocer cómo Guzmán Loera pagaba a sus abogados.
La mujer señaló que durante el proceso nunca se reveló cómo “El Chapo” cubría los honorarios de su prestigiosa defensa.
La sala de Brooklyn lució mucho más llena, los medios se dieron cita para conocer los argumentos finales de la Fiscalía contra “El Chapo” Guzmán.
Cogan señaló que para la jurado era importante saber si “El Chapo” pagaba su defensa con dinero propio.
El juez destacó que el tema no se tocó durante el juicio dado que no fue presentado como evidencia, por lo cual no debería ser tomado en cuenta para tomar un veredicto sobre el caso.
Cogan procedió a tener una reunión privada con la mujer y dejó en receso el juicio.
Después de la charla la mujer señaló que era capaz de tomar una decisión ignorando esa información.
El proceso tomó su curso y se procedió a explicar los 10 cargos que enfrenta Guzmán Loera: liderar una organización criminal; manufacturar y distribuir cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana; introducir cocaína en Estados Unidos; posesión y distribución de cocaína en Estados Unidos; uso de armas y lavado de dinero.
El papel de la esposa, Emma Coronel
A lo largo del mes pasado, Emma Coronel Aispuro, la esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se convirtió en un personaje protagónico del juicio de su marido.
Un testigo la vinculó a la célebre fuga del penal del Altiplano en 2015. En otra ocasión se reveló que su esposo le había mandado mensajes de texto en los que le pedía que escondiera sus armas antes de una redada.
Los testigos de la fiscalía han descrito la vida sórdida de las mujeres relacionadas con el cártel. Se les suele exigir que encuentren un equilibrio entre el papel de amantes y el de cómplices, pero la mayoría fracasa, en general, porque quieren participar demasiado en alguna de las dos facetas. Con frecuencia terminan tras las rejas o viven escondiéndose.
A lo largo de tres meses, los fiscales han llamado a 56 testigos para que describan de manera convincente y exhaustiva a su esposo como un narcotraficante vengativo, un asesino sanguinario y un mujeriego impenitente. Coronel ha asistido a la corte casi todos los días y se ha convertido en una presencia fija, de rostro impasible.
Como resultado de los testimonios, es casi seguro que su esposo pase el resto de su vida en la cárcel. Pero Coronel, quien ha disfrutado del botín generado durante los treinta años que Guzmán se dedicó a forjar un imperio del narcotráfico que los fiscales estiman en 14 mil millones de dólares, rechaza la manera en que lo han presentado en la corte.
“Yo no conozco a mi esposo como la persona que tratan de enseñar quienes declaran en su contra”, le dijo Coronel al Times en una de varias entrevistas. “Más bien, lo admiro por ser la persona que conocí y con la que me casé”.
Sin embargo, la mayoría de las personas dudaría de la caracterización que Coronel hace de su marido, uno de los narcotraficantes más famosos de América Latina y quien, según un testigo, era lo suficientemente poderoso como para sobornar a presidentes.
En la última semana un testigo contó cómo el capo enterró vivo a un hombre, después de haber asesinado personalmente a otros dos. Luego de que la fiscalía pasara más de diez semanas presentando su caso, los abogados de “El Chapo” sólo necesitaron 30 minutos para formular su defensa el martes pasado.
Siendo su esposa, Coronel no está obligada a testificar en su contra, pero los sucesos recientes en el juicio han hecho que muchos se pregunten cómo es que ella ha evitado ser acusada. Los fiscales se negaron a responder por qué su situación legal no corre peligro y Coronel también declinó hacer comentarios sobre los procedimientos del tribunal. Los testimonios presentados en la corte, de ser ciertos, contribuyen a presentarla como el estereotipo de la “buena esposa”.
Coronel, de 29 años, se casó en 2007, cuando todavía era una adolescente, y se convirtió en madre a principios de sus veinte. Ha pasado más de un tercio de su vida en un matrimonio en el que su esposo casi siempre ha estado encarcelado o a la fuga.
El juicio ha hecho que Coronel viva en dos países. Sus gemelas de 7 años estudian en México y se comunica con ellas a través de una aplicación de mensajería.
Desde la extradición de Guzmán en enero de 2017, sus gemelas, Emali y María Joaquina, sólo han visto a su padre en la corte —la mayoría de las veces antes de los testimonios— y durante visitas en prisión vigiladas, muy de cerca. “Siempre fue un papá muy presente, al pendiente de nuestras hijas”, dice sobre su esposo. Describe a las niñas como “la adoración de su padre, y él es la adoración de ellas”. Las gemelas son las únicas visitas aprobadas de Guzmán, pues no han permitido ni una sola vez que Coronel lo visite, hable con él o lo llame por teléfono.
Coronel conoció a Guzmán en un rancho en Durango, cuando tenía 17 años. Guzmán, entonces en sus cuarentas y bien posicionado en la cúspide del Cártel de Sinaloa, había estado escondiéndose de las autoridades casi seis años después de haber escapado de prisión en 2001. Aunque él es 32 años mayor que ella, desde el primer día comenzó “una bonita amistad” entre la pareja, le dijo Coronel al Times.
Después, “con el paso de los meses, nos hicimos novios”, recordó. “cuando cumplí los 18 años nos casamos en una ceremonia muy sencilla con familia y solo amigos cercanos”. Era el verano de 2007.
Coronel, que rara vez da entrevistas, insiste en que tiene una vida normal. Nacida en California, creció en el estado de Durango, México, donde vivía Guzmán. Ambos estados forman parte del Triángulo Dorado de la producción de marihuana, pero su versión de la historia excluye cualquier mención sobre drogas, aunque los testimonios en el juicio de su esposo han confirmado el viejo rumor de que su padre fue lugarteniente del Cártel de Sinaloa.