“Un alma como la mía”, obra interdisciplinaria e innovadora
Espectáculos miércoles 30, Ene 2019- La compañía Colibrí y Venado Arte Escénico regresa a los escenarios con su nueva y conmovedora puesta en escena, bajo la dirección de Fernanda Ruiz y Noemí Contreras
- Llega al Teatro San Jerónimo Independencia, a partir del 7 de febrero
Arturo Arellano
La compañía Colibrí y Venado Arte Escénico presenta la obra interdisciplinar “Un alma como la mía”, todos los jueves de febrero y marzo a las 20:00 horas en el Teatro San Jerónimo Independencia. Esta novedosa propuesta y segunda producción de la compañía, es una obra de teatro con la danza que caracteriza el trabajo la compañía y un rico repertorio de boleros, ambientada en los años 50 en México e inspirada en una de las leyendas más conocidas de nuestro país y Latinoamérica.
Fernanda Ruiz y Noemí Contreras, directoras y dramaturgas del montaje hablaron al respecto en entrevista para DIARIO IMAGEN.“La obra se desarrolla en los cincuentas, en la Ciudad de México, es la historia de una mujer, sus emociones y como todo nace en su cabeza, enmarcado por música y danza para explicar lo que decían ‘era una loca’. El sello de la compañía o nuestro lenguaje es precisamente la interdisciplina, nos valemos de varias cosas para plasmar una historia o una idea con la intención de que la gente vea algo digno de contemplar que se plasme en su piel a través de un mensaje. Es nuestro trabajo como creadoras”.
Describen que “el perfil del intérprete es que sean bailarines profesionales porque dentro del montaje hay partes muy de folklor, otras apegadas a la danza mexicana y además que cuenten con formación actoral. En el caso de los músicos que sean profesionales y que lleven rato practicando con nosotros. En fin lo que se requiere para poder llevar a cabo esta historia son bailarines, músicos, una cantante con apertura a salir de su zona de confort para no sólo cantar, sino involucrarse con los demás personajes y una sincronía entre ellos”.
Así, la compañía llegará por primera vez en el Teatro San Jerónimo Independencia y dicen que “la escribimos hace un año y desde entonces arrancó su proceso de montaje”.
Partimos de la historia que ya es conocida por mexicanos y latinos, una leyenda con la que hallarán similitudes, es un drama de ficción, porque no hay hechos reales. Desarrollamos los personajes a partir de nuestras propias inquietudes y le damos sentido a la historia de acuerdo a lo que es posible llevar al escenario, porque puede pasar que haya cosas que sean más factibles para otro formato.
En el tema del mensaje que se lanza dicen “nosotros tratamos de no dar las cosas masticadas a final de cuentas, no es en plan didáctico, el objetivo no es aleccionador, lo que queremos es que la gente se emocione con las historias que les contamos, queremos que transgreda más allá de la admiración que te provoque un espectáculo y no sea solo una experiencia visual, sino una que sobrepase esa barrera y apoyados con música, danza, vestuarios, escenografía, iluminación la gente pueda crear su propio mensaje”.
En ese mismo tenor reconocen que “si nos hemos enfrentado a que la gente interprete las cosas desde su óptica, en nuestra última obra que tuvo mucho éxito, notamos que es asumida de acuerdo al lugar donde la presentemos, sea en la Ciudad de México o en provincia. Entonces no queremos que sólo entiendan lo que está en nuestra cabeza, sino generar algo en las suyas y tocar sus corazones”.
Explican que en el caso de esta nueva producción “no nos limitamos al escenario, porque no sólo es la gente del performance, sino todo el equipo que participa, como los de escenografía que trabajan de la mano con iluminadores y vestuaristas, que a su vez trabajan con los artistas. Ellos leen el guión, trabajan de manera individual y proponen algo para llegar a un puerto en común”.
La expectativa, dicen “la primera es el estreno y el recibimiento de la gente, aunque confiamos en que el sello que lleva la compañía y al ser una obra que se desarrolla en Ciudad de México, que nos remite a la época Agustín Lara, Consuelo Velázquez y María Grever, nos da una muy buena ventaja. Hay una identidad que nos va a conectar con la gente de Ciudad de México. Pensamos que será un nostálgico pero bueno”.
Esta es una obra dirigida a casi a todo tipo de público, aunque recomiendan “quizá no para niños tan pequeños, porque es un contenido difícil de digerir, sin embargo, si valdría la pena que adolescentes, adultos y adultos mayores la vieran porque este marco contractual de la obra les dará un calorcito de recuerdos. Un viaje nostálgico, la música nos lleva al movimiento y al texto o al revés, el texto te lleva al movimiento. La lírica de las canciones nos lleva también porque son temas emblemáticos canciones apasionadas. Van en el hilo de la historia, no metemos las canciones a la fuerza, es la misma historia la que nos lleva a la música y las canciones van hiladas, dado que los boleros aunque son de amor o desamor terminan siendo letras desgarradoras. La obra no tiene hilo en el diálogo, porque la especialidad es la danza, no hay hilo conductor hablado, más bien la parte textual viene en las letras”.
La compañía ya tiene integrantes que trabajan de manera indefinida en sus proyectos, pero para “Un alma como la mía” destacan que “hicimos una selección de otros perfiles porque requería 10 bailarines y la voz de la cantante debía ser completamente en vivo. Eso le da otro sentido a la obra, porque la emoción que se ve en un actor o bailarín la refleja un músico con su instrumento y una cantante con su voz. De entrada el trabajo en equipo y el compromiso de todos los profesionales facilita el trabajo en el desarrollo técnico e interpretativo y eso se refleja en el escenario”.
El nombre de la compañía nos cuentan “Colibrí y Venado son dos animales emblemáticos para cultura mexicana, con la que nos sentimos identificadas. Metafóricamente colibrí es la única ave que puede ir adelante y atrás en su vuelo, además el simbolismo o culto de su presencia cuando llega a un lugar es muy interesante. En el caso del venado está muy presente en la danza mexicana y también en la idea cosmogónica de este pueblo, que significa la trascendencia del hombre, cuando se juntan ambos para un viaje mágico. El colibrí cuando viene augura una liturgia y el venado protagoniza el clímax existencial de los seres”.
Concluyen que “Un alma como la mía” tiene tres interpretaciones o podría tener más, pero de entrada es simplemente lírico, es parte de la letra de ‘Alma mía’ de María Grever, otra es por la historia que envuelve a los protagonistas, y la otra es la historia que conocemos y van a identificar pero que no nos gusta adelantar, para que vayan a verla. El alma no puede ser sólo una”.
La obra verá su estreno este 7 de febrero en teatro San Jerónimo Independencia y se mantendrá con funciones todos los jueves a las 20:00 horas.
La obra se desarrolla en los cincuentas, en la Ciudad de México, es la historia de una mujer, sus emociones y como todo nace en su cabeza, enmarcado por música y danza para explicar lo que decían ‘era una loca’