Ya no más sumisión y entreguismo a intereses extranjeros
Francisco Rodríguez martes 22, Ene 2019Índice político
Francisco Rodríguez
En México, los presidentitos aldeanos del pripanismo gobernaron a sus anchas como caporales del rancho grande, mientras se quedaban anclados en el panorama de los años 60 del siglo pasado. Diseñaron sus políticas al gusto del patrón estadounidense, le sirvieron de testaferros para sus grandes negocios, y de sicarios cuando se requerían esos servicios.
La alta traición a la patria que cometieron con cada uno de sus actos, presididos por un entreguismo sin límite a los Estados Unidos, obedeciendo una voz unipolar y monocorde, es propia de los dictadores de los bajos fondos, de los monarcas de republiquitas en pañales, de pueblos indefensos y aterrados.
Al gusto del patrón se manejaron las empresas públicas energéticas, hasta quebrarlas y llevarse entre las patas al presupuesto nacional. Al gusto del patrón, se copiaron los dictados de Washington para las reformas estructurales, las políticas macroeconómicas, el desmantelamiento del Estado y la reducción del gobiernito a un papel testimonial.
Todos los presidentillos se apresuraban a cruzarse la banda para acudir de rodillas a la Casa Blanca a ofrecerle sus servicios, cada vez más prescindibles, a los mandarines imperiales del gabacho. Era la manera de ponerse incondicionalmente a sus órdenes, a espaldas del pueblo que les confiaba el poder para defender sus intereses.
La política económica, el mercado, la política exterior, los protocolos de Los Pinos, las declaraciones ante la prensa- nulas durante el atlacomulquismo-, la política social, electoral y cultural, era diseñada al gusto de los Estados Unidos. Abandonando a los paisanos migrantes al límite de su seguridad personal en manos de caciques rifleros del sur despojado a nuestro territorio.
Nada, ni una sola hoja se movía en este país sin la benevolencia de los gabachos. Para todo, los de aquí debían pedir permiso. Robar y matar tenía la complacencia de los magnates neoyorquinos. Despojar, arrasar, aniquilar pueblos enteros poseedores de riquezas naturales ambicionadas por el Imperio, era casi una orden en directo.
El nuestro era un presidencialismo de rodillas. Absolutamente vertical hacia abajo, hacia los tres niveles y los tres poderes, pero también absolutamente vertical hacia arriba. El presidentito mexicano lo era de jure, porque de facto sólo era un peón de republicanos o demócratas, que a su vez obedecían órdenes de los consorcios de Park Avenue.
Tan sencillo, pedalear hacia abajo y obedecer hacia arriba. Los años sesenta en su máxima expresión. Pero el jueguito de obediencias se acabó. En cincuenta días los mexicanos hemos descubierto que esas ligas de dependencia y sumisión inauditas que nos encadenaban para siempre con el Imperio…… eran fatuas, eran fantasías de explotadores, de corruptos sin conciencia, de depredadores y ambiciosos a los que nunca les importó el pueblo, de buitres de carroña que no merecen vivir en libertad, que requieren ser ajusticiados por el pueblo.
Gentuza que en el afán de enriquecerse, atropellaron todos los derechos individuales y sociales, engañaron con imposturas de fantoches, y levantaron el santo y las limosnas. En buena hora, el cambio de régimen demuestra a los mexicanos que el tipo de cambio, la afluencia de la inversión, la seguridad nacional, no dependen de ser sumisos.
En buena hora, el nuevo régimen está demostrando que México debe aprovechar su posición territorial geoestratégica para luchar por su sobrevivencia, no para acatar los dicterios de gobernantes chuscos, sin escrúpulos, ni información que mantuvieron al país en vilo y al borde del abismo.
En buena hora, el nuevo régimen está demostrando que tiene de todo, menos aldeanismo ñoño. Se asoma al exterior con una visión múltiple, con las ganas de aliarse a los mejores, con la intención de participar en la nueva recomposición de fuerzas que está dando al traste con el predominio de los Estados Unidos.
El modelo mexicano debe resistir la imposición del dogma neoliberal y el reino de la fantasiosa aldea global, las que han dado al traste con cualquier asomo independentista. Por esos designios entregaron la energía, los bosques, las aguas, los sistemas financieros, las redes de comunicación terrestre y satelital y los sectores industriales.
El modelito mexicano se prestó a provocar en las instituciones crisis de credibilidad manipulables desde los centros financieros internacionales para convertirlas en pasto digerible de los grandes monopolios. Las engulleron a bajo precio y legitimaron ante la población esos actos d depredación.
Los modelitos mexicanos del entreguismo sin límites nos dejaron a merced del verdugo. No teníamos proyectos de gran visión y tampoco de sobrevivencia en el mundo actual. Estábamos atados a un sistema imperial en decadencia, donde para subsistir el mismo Donald Trump tiene que acudir a nacionalismos cuchos.
En México persistíamos en la catatonia institucional. Desmantelando cada día estructuras de mando, proyectos populares, cohesión nacional, pulverizando renglones y regiones productivas que sustentaron siempre la viabilidad del país. La lucha debía empezar por algún lado.
Y se escogió la vía prudente: apuntalar al Estado para atemperar las reglas ciegas del mercado, brindar bienestar económico, estabilidad política, seguridad en la convivencia y acabar con todo tipo de impunidades, desde la que se basa en la complicidad con el narcotráfico hasta la que atenta contra el tejido social.
Es necesario no detenerse. Entrar a fondo en la revisión de la política sindical para hacer realidad el apoyo social al nuevo régimen. Es necesario acabar con todo tipo de caudillismos y caciquismos en la vida pública, pues han sido los caballos de Troya con que han infiltrado al aparato los intereses del exterior.
Antes de que sea demasiado tarde, debemos entrar a recomponer casi todo, pues lo que dejaron fue un país despedazado, un poder inexistente, unas deudas estratosféricas, un sistema descompuesto, una nde rodillas y un gran lastre a la dignidad de los mexicanos.
Todos creemos que sin el apoyo de las fuerzas sociales organizadas en los centros de trabajo de los sectores estratégicos no podrá hacerse frente a la situación con éxito contundente. Porque habrá que defender las recuperaciones, afianzar las conquistas, continuar en marcha ascendente para restaurar el poder y la nación tan lastimada por los traidores.
Debemos apoyar la lucha por la democracia sindical petrolera, electricista, magisterial, burocrática, y en todos los sectores de servicios básicos que requieren de la solidaridad proletaria nacional. ¡Basta de abusos!
Hemos llegado a la hora de las decisiones.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: “Al CJNG, al Cártel del Golfo, a Los Caballeros Templarios y a Los Zetas hay que agregar una organización que, aunque no utiliza cuernos de chivo ni otras armas de alto poder porque las ha sustituido por laptops, cámaras de televisión y micrófonos, es muy dañina: El Cártel de los Textoservidores o, para darles un nombre menos rudo, la prensa escort. Cumplen con lo que les piden cierto tipo de autoridades, como cuando presentaron en su noticiero el montaje de la aprehensión de algunos delincuentes. Sus miembros van desde aprendices hasta teachers, los que ponen sus agencias de publicidad al servicio de los gobiernos a quienes sirven y son sus matraqueros más ruidosos. Actualmente se hallan muy preocupados porque a pesar de estar trabajando tiempo extra y utilizar todas las artimañas que conocen, no han logrado que la sociedad mexicana disminuya el apoyo que ha dado a quien gobierna nuestro país desde el pasado 1 de diciembre.”: don Miguel Ramírez, desde Torreón, Coahuila. + + + Y don Rafael Sosa, vía correo electrónico, comentando la colaboración tituladaRoban más de la mitad de la producción de Pemex. Va al mercado spot: “Señor Presidente: tome usted todas las medidas necesarias para el bloqueo de estos robos de crudo. Como mexicano lo apoyo a usted y cuente con mi experiencia laboral y sin cobrar sueldo. Muchos mexicanos honestos podemos participar con usted y para el bien de nuestra querida patria. Qué bien debemos lo mucho que usted la ama también. Sin tregua alguna aplique la justicia a los malvados. Que sean encarcelados de manera distintas. Que ellos mismos tengan que trabajar ya presos para mantenerse con los salarios mínimos que ellos mismos dictaron en sus tiempos. Que no se les dé alimentación alguna a cargo del gobierno. Que diariamente las lleven las esposas en sus tres comidas y el dinero que ganen tengan que pagar luz eléctrica y mantenimiento de sus propias celdas, así como el pago de los custodios. Nosotros no tenemos porque mantener a esos malos mexicanos. Que sepan ganar el salario mínimo con trabajos rudos para dar un ejemplo a los políticos. A usted lo cuidamos todos los mexicanos. Siempre con usted y por México”. + + + Desde el sureste, también sobre el robo de combustible en altamar, escribe don Raúl Ortiz: “Es necesario que realmente entren a checar el despacho de barcos que salen de Dos Bocas. El barco cisterna que está en la zona de los KU y ni que decir de Cayo Arcas. Ahí renunció un capitán porque no quiso darle la salida a un barco que era regalía para el presidente Fox. De verdad es necesario que investiguen bien a los gerentes de la perforación y los administradores de los activos. Se están llevando mucha lana con las compañías de servicios. Urge se investiguen antes de que se jubilen y quede impune tanto robo. Definitivamente tienen que ir a Ciudad del Carmen, Campeche, y darse cuenta de la realidad. Hay mucho material para cubrir y complementar lo que está sucediendo en la industria petrolera. Hay complejos que están custodiados por marinos porque ya son de particulares y qué decir del proyecto Ek Balam donde Pemex Exploración y Producción tiene como socio a la Comisión Nacional de Hidrocarburos cuando esa dependencia sólo regula la construcción de pozos y ahora ya hasta licita para bloques y lo más curioso es que gana lo más interesantes…”
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