Decretan alerta sanitaria por una tuberculosis más resistente y letal
Nacional martes 25, Ene 2011El sistema de salud pública decretó una alerta sanitaria ante la presencia de una tuberculosis farmacorresistente, la multifarmacorresistente y la extremadamente resistente, enfermedades que se han hecho inmunes a uno o más fármacos de los que se emplean tradicionalmente para curar a un paciente.
México no es el único país que mantiene esta alerta. El padecimiento es una amenaza emergente en el planeta, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que en 2010 advirtió que la tuberculosis farmacorresistente alcanzó niveles sin precedentes, pues en algunas regiones de Asia y África, una de cada cuatro personas es resistente a los regímenes terapéuticos habituales.
Se trata de una enfermedad que se resiste a ser erradicada: la tuberculosis, un padecimiento que ha adquirido una nueva forma, más resistente y letal.
El problema, dicen los expertos, es grave, puesto que no se trata de la tuberculosis típica o sensible -como la denominan los médicos-, sino de las llamadas.
En estos dos últimos casos, las posibilidades de curación disminuyen porque la combinación de medicamentos que podría ser efectiva no se encuentra disponible en el país.
La OMS asegura que en el mundo existen cerca de 600 mil nuevos casos anuales de multifarmacorresistencia, y que “por lo menos 19% de aquellos que padecen multifarmacorresistencia son extremadamente resistentes”, situación por la que hizo un llamado a los países a lograr el acceso universal al diagnóstico y tratamiento de esos tipos de tuberculosis.
Esta enfermedad es una de las más antiguas que ataca principalmente al pulmón y, de no ser tratada a tiempo o de manera adecuada, puede causar la muerte. Se contagia por vía aérea, cuando una persona infectada tose y disemina el bacilo a través de la saliva. Se aloja en las personas que tienen alguna enfermedad que las predispone y altera sus defensas, como la diabetes o el VIH-sida.
Elizabeth Ferreira, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, afirma que en América Latina, los mayores niveles de tuberculosis sensible se dan en México, Brasil y Perú.
La Secretaría de Salud elaboró en julio de 2010 una Guía de atención de personas con tuberculosis resistente a fármacos.
En el documento, Mauricio Hernández, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, asegura que “en México, la mortalidad por tuberculosis, si bien presenta una tendencia descendente (1.8 defunciones por cada 100 mil habitantes en 2006, contra 2.8 en 2000), continúa siendo un problema grave de salud pública que exige redoblar el esfuerzo técnicos, médicos, farmacológicos y sociales para consolidar equipos multidisciplinarios que atiendan la amenaza latente que representa la tuberculosis multifarmacorresistente”.
En atención al llamado hecho por la OMS, el gobierno mexicano realiza gestiones ante el llamado Comité Verde -creado para apoyar la estrategia de dicha organización- para obtener los medicamentos que podrían contrarrestar la enfermedad y a los que se le han denominado de segunda línea (funcionan como un “plan B”).
Datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica reportan que los estados que concentran las tasas más elevadas de tuberculosis pulmonar son los que se ubican en el occidente y el golfo de México, y los de menor incidencia en el centro. Baja California, Guerrero y Tamaulipas duplican la tasa nacional (13.8) y junto con Veracruz, Chiapas, Nuevo León, Jalisco, Sinaloa, Nayarit, Guerrero, Sonora, Oaxaca y Chihuahua concentran 70% de los casos identificados en el país.
El rango de tasas entre los estados varía desde 2.9 en el Estado de México, a 37.7 en Baja California, lo que refleja diferencias en el riesgo de enfermar.
Miguel Ángel Salazar Lezama, jefe de Servicio en el Área de la Tuberculosis del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, afirma que aunque la tasa de tuberculosis sensible o típica tiende a reducirse, el hecho de que existan pacientes con resistencia a fármacos pone en riesgo este logro del sistema de salud.
También lo coloca, dice, en un estado de mayor vulnerabilidad ante la posible incapacidad del Estado de asumir en un futuro el costo de los tratamientos.
Elizabeth Ferreira, del Instituto Nacional de Salud Pública, afirma que el costo del tratamiento por persona de la tuberculosis es de entre 700 pesos u 800 pesos, y el de la multifarmacorresistente puede ser 100 veces mayor, pues se tiene que prescribir durante dos años. Aún así, dice, si 90% de los casos de tuberculosis típica se curan, en el caso de quienes han generado resistencia a fármacos, la posibilidad de sanar se reduce a 60% o 40%.
Ambos especialistas coinciden que ante este nuevo reto, en México funciona un programa a través del cual el sistema de salud ha desplegado medidas que deben adoptar los médicos para detectar el padecimiento y prescribir los fármacos.
En principio, coinciden, toda persona que tenga tos con flemas por más de dos semanas debe acudir a los servicios de salud y pedir que le hagan una baciloscopia para detectar o descartar la tuberculosis.
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