“La última casa en la montaña”, de Xavier M. Sotelo
Cultura jueves 17, Ene 2019En la ruta de las letras
Patricia Correa
- A veces, el verdadero terror llega cuando sobrevives…
Un terrible accidente automovilístico cambia para siempre la vida de los pequeños Max y Poncho, así como la del oficial Esteban Rey. Para los niños, perder a sus padres tal vez no sea la mayor desgracia que enfrentarán, pues se verán obligados a vivir con una pariente que jamás han conocido: la tía Carmen, cuyas ideas y convicciones son más horrendas que los fantasmas de la casa que habitarán. Esteban Rey, mientras tanto, está demasiado atormentado y cegado por su propia pérdida, y hará caso omiso de las advertencias que recibe. No detendrá su investigación hasta descubrir las verdaderas causas del accidente, y se irá convirtiendo en el mejor aliado de los niños en su intento por sobrevivir la pesadilla de la última casa en la montaña. En entrevista exclusiva para DIARIO IMAGEN, el autor Xavier M. Sotelo, comentó:
—¿Cómo surge esta novela?
“Tenía muchas ganas de hacer algo diferente a mi primer novela “Lobos”, en esta nueva novela sabía que quería algo con más contenido, más claustrofóbico y con menos personajes, por ahí se me ocurrió la idea de tener el personaje de la Tía Carmen, que era una persona mayor, religiosa en extremo pero mal enfocada, que poco a poco se va volviendo loca, que mejor manera de hacer sufrir al lector que unos niños que se queden huérfanos y que se tengan que ir a vivir con ella, cuando ella jamás fue madre, necesitan un aliado, que Esteban Rey, situó la novela en el ´89, que es un época que me gusta mucho los 80’s, porque es una época en la que crecí y por ahí se fue dando el proyecto”.
—La novela se desarrolla en lugares de México:
“Es muy importante tener esa cercanía y proximidad para no sentirte como distanciando, cuando las historias pasan en otro país, los pueblos como El Real, o Tolvanera que es al Sur de Jalisco, ojalá que todas las personas tuvieran la oportunidad de conocer, para sentirse identificados”.
—¿Cómo surge crear este personaje tan fuerte de la Tía Carmen?
“Fue muy desgastante escribirla, cada que escribía un capitulo de ella, de las reacciones que tenía con los niños, terminaba agotado física y emocionalmente, se oye chistoso, porque el trabajo es escribir, pero como le metes corazón, la mayor honestidad posible al escrito para que se lea de esa manera, era muy cansando, surge con una idea de hace muchos años, que anote en una libreta en la cual una persona se esta volviendo loca desde el atentado del Papa en el 85, porque cree que el mundo se está yendo al carajo y que ya nadie respeta nada y que ya no hay amor por el prójimo”.
—Los niños de 5 y 9 años que les cambia la vida a partir de la pérdida de sus padres, el cómo sobreviven a daños psicológicos tan fuertes:
“Eso que tocas es el alma de la historia, algo que tenía claro desde el principio, que los niños tienen la capacidad de reponerse a las adversidades que a veces envidiamos los adultos, tienen una forma tan bonita de ver el mundo, y no es la inocencia, si no simplemente es su capacidad de recuperación y de que no pierden su esencia a pesar de las pérdidas, fue un tema que me plantee, la resiliencia que ellos tienen que mostrar ante todas las adversidades, tiene que ser el alma del libro, la forma en que ellos se empiezan a unir, que empiezan a buscar los aliados, entre la perra Tequila, Eusebio, Esteban Rey, Mariana, que son como pequeñas personas que se van integrando en su vida sin que ellos se den cuenta, se convierten en las personas más importantes, porque la Tía Carmen que es quien los quiere muchísimo, pero de una manera retorcida, pues se va convirtiendo en la antagonista que no quisiéramos que fuera porque las cosas que hacen son muy perversas”.