Menos verbo y más acción
Freddy Sánchez jueves 3, Ene 2019Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Atento aviso a la delincuencia organizada: más que presto se declara el nuevo gobierno federal.
Para que los extorsionadores de empresarios, traficantes de drogas, asesinos sin escrúpulos, secuestradores, contrabandistas, pornógrafos, traficantes de blancas, “huachicoleros”, asaltantes de camiones de mercancía, roba trenes, hamponcetes al acecho de clientes bancarios, timadores e intimidadores telefónicos dedicados al engaño para ganar dinero fácil, y demás barbarie criminal desbordada, cínica y en continua diversificación y expansión, tome nota del cambio de régimen
Y que Dios nos haga el milagro de que por éste sólo hecho, la ultrajada paz social y la tranquilidad y seguridad quebrantadas a lo largo y ancho de la nación, se comiencen a recuperar de su deplorable estado de salud.
Eso al menos es de desear ahora que se dice que en las fuerzas del orden, hay mandos distintos con un nuevo espíritu y la convicción de actuar implacablemente contra la delincuencia, la corrupción y la impunidad.
Así que a todos los hampones habría que ponerlos sobre aviso: o se “ponen las pilas” replegándose a sus escondrijos temerosos del gobierno que ha tomado la batuta en el país o que se atengan a las consecuencias.
Quizá este discurso ayude por un tiempo para atemperar la ola delictiva en la nación, que ha cobrado una fuerza aterradora con sus caudales de fechorías cada mañana, tarde y noche, en uno y otro rincón del país, a pesar de “purgas” y más “purgas” policiacas para eliminar “la podredumbre”, con restructuraciones en los cuerpos del orden y adquisiciones de equipos y armamento, pese a todo lo cual, los delincuentes en general y las mafias en particular, parecen llevar una extraordinaria delantera en capacidad de reagrupación, equipamiento, tácticas y técnicas, sustitución de mandos y demás estrategias para delinquir.
Por ello, es de señalar que no será con el sólo cambio de gobierno como se podrá poner un auténtico hasta aquí a la delincuencia organizada.
Lo dicho sobre poner en práctica medidas que abatan el setenta por ciento de las causas y el treinta por ciento de los efectos en materia de inseguridad, requiere claridad en las acciones específicas a realizar, especialmente en lo referente al combate del crimen.
Qué exactamente se está pensando hacer para desarticular el poder económico y organizativo de las organizaciones dedicadas a la comisión de toda clase de delitos.
Cuáles deberán ser las reformas legales que permitan una mejor tarea de inteligencia, a efecto de prevenir y perseguir las conductas fuera de la ley de cuanto “malandro” está dedicado a despojar de su patrimonio a empresarios, comerciantes y los ciudadanos “de a pie”.
Con qué armas pues, se irá a “la guerra” contra la delincuencia.
Porque ante el crecimiento de los delitos que tanto duelen e indignan a la sociedad en general, es imperativo cambiar de acciones, puesto que lo que se hizo en los últimos tres sexenios, no sólo fue un fracaso contra la criminalidad, sino que exacerbó la ira ciudadana contra las estructuras del poder.
Por incompetentes, omisos y faltos de talento, los que tuvieron a su cargo la seguridad, obviamente fallaron.
Y ese penoso desempeño hizo que la gente no quisiera saber más de PRI o PAN en el gobierno federal.
Así que los habitantes de la nación, (hayan o no hayan sido partidarios de Andrés Manuel), esperan un cambio real en la lucha contra las mafias criminales.
Más o peor de lo mismo sería una desgracia nacional.
Por tal motivo, en asuntos relacionados con la seguridad pública y demás prioridades nacionales insatisfechas, las que tienen que ver directamente con la subsistencia e incluso las menos apremiantes, pero indispensables para una vida digna y decorosa, es preciso que Andrés Manuel ordene a sus subordinados de alta jerarquía que en el decir y hacer cotidiano practiquen menos verbo y más acción.