Mueren casi 400 indocumentados en 2018 al intentar cruzar hacia EU
Nacional* miércoles 2, Ene 2019- Datos de la organización Proyecto Migrantes Perdidos
- Detienen a 25 personas en otro intento masivo de ingreso ilegal, desde Tijuana
El número de inmigrantes indocumentados que murieron al tratar de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos a lo largo de 2018 alcanzó los 376, de acuerdo con “Missing Migrant Project”, una iniciativa que rastrea las muertes de migrantes en todo el mundo.
Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre fallecieron 376 migrantes en la zona fronteriza, un poco menos que en 2017, cuando murieron 415.
“Missing Migrant Project” documentó la muerte de 214 hombres, 20 mujeres y cuatro niños. Además, 138 juegos de restos no pudieron ser identificados por edad o sexo.
Más de la mitad de los 376 inmigrantes que murieron en 2018, fallecieron al tratar de cruzar la frontera por el sureste de Texas, entre Laredo y Brownsville, y los condados al norte, y 48 de esas muertes ocurrieron sólo en el condado de Brooks, que se encuentra unos 130 kilómetros al norte de la frontera entre Texas y México.
El condado de Brooks se ha vuelto el área mas mortal para los inmigrantes a lo largo de la frontera con México, que suelen caminar decenas de kilómetros por áreas desiertas para evadir un punto de revisión de la Patulla Fronteriza, ubicado en la comunidad de Falfurrias, sobre la carretera 281.
Se desconoce el número exacto de muertes, porque nunca son encontrados decenas de migrantes fallecidos.
Con la excepción de los dos niños guatemaltecos que murieron recientemente después de cruzar la frontera hacia Nuevo México, las muertes de los otros 374 migrantes atrajeron poca atención de los medios estadunidenses
Ayer lunes, el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), Kevin McAleenan, aseguró a la prensa que el incremente de la llegada de familias de migrantes está creando una “crisis sin precedentes”.
Aseguró que muchos de los indocumentados llegan al país enfermos de dolencias como gripe, neumonía o tuberculosis, lo que obligó a hospitalizar a seis niños y once adultos.
En el día de Nochebuena, un niño guatemalteco de ocho años murió en un hospital del estado de Nuevo México tras haber estado bajo supervisión de la Patrulla Fronteriza durante más de una semana.
Fue el segundo niño que murió en el mes de diciembre bajo custodia de las autoridades estadounidenses, después de que el día 8 una guatemalteca de 7 años perdiese la vida en un hospital de Texas después de haber cruzado ilegalmente la frontera desde México junto a su padre.
Detienen a 25 inmigrantes en otro
intento masivo de cruce ilegal en Tijuana
Por otra parte, veinticinco migrantes, incluyendo dos adolescentes, fueron detenidos durante un intento masivo de cruce ilegal en la frontera entre Tijuana y San Diego, informaron autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estadunidense.
Poco antes de la medianoche, integrantes de un grupo de 150 personas escalaron la barda que divide ambos países, pero ante la presencia de agentes fronterizos estadunidenses, cerca de un tercio de ellos regresó hacia suelo mexicano.
Había niños, mujeres y hombres de diversas edades, quienes desde la siete de la noche llegaron al área conocida como Cañón Los Laureles, en donde es densa la niebla por la temporada invernal.
Aunque de las personas que ingresaron a Estados Unidos 25 fueron detenidas, dijo CBP en un comunicado. Tras regresar a suelo mexicano, algunos de los que permanecieron en el sitio arrojaron piedras contra los oficiales que custodiaban la zona, señaló la agencia estadunidense.
En medio del altercado, agentes detectaron que algunas personas intentaron cruzar niños por encima de la barda que recientemente fue reforzada con alambrado de púas, por lo que los menores corrían riesgo de lastimarse. Los agentes no pudieron asistir a los niños de forma segura, dado la “gran cantidad de piedras que eran arrojadas” hacia los uniformados, precisaron autoridades.
En respuesta a la agresión en contra de oficiales que “puso en riesgo la seguridad de migrantes que se encontraban ya del lado estadunidense”, y en su intento por disuadir a la multitud se procedió al uso de gas lacrimógeno, humo y gas pimienta, justificaron autoridades.
CBP argumentó que no se desplegaron estas medidas de forma directa contra los migrantes que intentaron cruzar de forma ilegal hacia Estados Unidos, sino a las personas que arrojaban las piedras desde el lado mexicano, y que debido al uso del gas huyeron del lugar.
“Ningún agente observó a ninguno de los migrantes en la línea divisoria, incluyendo a los niños, experimentando algún efecto derivado de los químicos, que eran dirigidos hacia quienes arrojaban piedras a distancia”, señalaron autoridades.
CBP señaló que su Oficina de Responsabilidad Profesional investigará lo sucedido después de que los agentes tuvieran que usar la fuerza contra los migrantes.
Según fuentes de derechos humanos en México, guardias fronterizos de Estados Unidos lanzaron al menos dos granadas con gases lacrimógenos para repeler el intento de cruce durante la noche del último día de 2018. Según su informe, los migrantes se concentraron a un lado del muro divisorio en playas de Tijuana y en el cañón de los laureles, en la frontera de México con Estados Unidos.
En estos dos lugares, había varias unidades de la Patrulla Fronteriza y fue en playas de Tijuana donde los agentes estadunidenses lanzaron el gas lacrimógeno del lado mexicano. Esta es la segunda vez en los últimos meses que agentes federales recurren al uso de gas lacrimógeno para dispersar a inmigrantes que intentan cruzar por la fuerza hacia Estados Unidos.