Haraganes del deporte
Freddy Sánchez lunes 31, Dic 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Los grandes éxitos de los cosechadores de medallas olímpicas, no se deben a los méritos de los dirigentes del deporte en México.
Más bien, a pesar de la arrogancia y fatuidad de no pocos codiciosos y corruptos, a cargo del deporte nacional en órganos privados e institucionales.
Entre otros, varios de los cercanos a las presidencias de las federaciones, comúnmente ávidos de hacer negocios personales, repartir canonjías entre sus zalameros incondicionales y lógicamente dilapidar los dineros públicos destinados al deporte y en buena medida dedicados a complacer excentricidades y caprichos de los “aletas de cuello blanco” y sus séquitos obsecuentes de la servidumbre en la burocracia deportiva.
Plagada, tristemente, de un sinnúmero de amantes del engaño y la mediocridad en tanto sus apetencias siempre por delante se atiendan a plenitud.
Y tal vez por eso, el gobierno de Andrés Manuel decidió realizar un gran recorte presupuestal en la Comisión Nacional del Deporte, conducto oficial para el apoyo financiero de las distintas disciplinas deportivas, en particular aquellas en las que descollaron los medallistas olímpicos.
En ese contexto, debe comentarse que no se trata solamente de congruencia con la austeridad republicana anunciada por el actual régimen, si no que, en realidad es un acto de realismo práctico en materia de gasto oficial para no “atiborrarles la bolsa” a los aprovechados y a veces rapaces directivos encargados del deporte nacional.
Nada que ver, obviamente, con los cientos (quizá miles) de jovencitos dedicados en cuerpo y alma queriendo ganarse un lugar para participar en futuras competencias olímpicas, y con ello, honrar la imagen tricolor como lo hicieron en el pasado diversos atletas.
En su mayoría, (como los que les siguen los pasos actualmente, antes de obtener un lugar preponderante en las competencias regionales) padeciendo una y mil carencias por falta de apoyo oficial, dada la mala costumbre de distintos directivos del deporte de no querer ver a los que viven “pedaleando fuerte” desde abajo en una u otra especialidad deportiva, sino hasta que logran figurar en el pódium de los triunfadores nacionales.
Así que un alto número de aspirantes a crecer deportivamente, se quedan en el camino, a falta de alicientes, puesto que sus familiares si ni siquiera cuentan con recursos económicos para pagarles al menos el trasporte y algo que comer en su tránsito hacia los lugares de entrenamiento.
Una historia de pobreza incapacitante del deportista nacional, ( en su etapa infantil y de juventud), de la cual solo algunos cuantos, a pesar de los impedimentos y desconsideraciones habidas en los medios del deporte, (incluso con los tenis rotos y sin suelas, un “triste gansito” como única comida y algo de agua de la llave para hidratarse) lograron romper esas “barreras de la ignominia” y con trabas y todo consagrarse como fue el caso de ciertos de medallistas olímpicos, que naturalmente, lo menos que quisieran es acordarse de ese pasado humillante que quedó atrás.
Aunque, por otro lado, esa realidad está más que presente en las actividades deportivas actuales, inclusive en las disciplinas galardonadas por el olimpismo: tae kwon do, atletismo, natación, tiro con arco, entre otras ramas del deporte.
En estas circunstancias pues, con el recorte presupuestal para la CONADE, difícilmente se puede vislumbrar una mejoría en el desempeño atlético de los deportistas nacionales, a no ser que se crea que el nombramiento de la multimedallista olímpica Ana Guevara, (que pese a muchas limitaciones económicas e infinidad de pronósticos en contra logró sus triunfos en el pasado), así podrá hacer “el milagro” de alentar nuevas generaciones de ganadores olímpicos.
Algo tan irreal y fantasioso, como contundentemente verídico es la otra parte de la historia del fomento deportivo nacional, por desgracia casi siempre en manos de una buena parte de dirigentes con nula o poca misión y convicción de esfuerzo y de éxito, debido a tantos haraganes del deporte.