Alcántara Carrancá, nuevo ministro de la Suprema Corte
Adriana Moreno Cordero viernes 21, Dic 2018La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
En esta última Retaguardia del año, hay que destacar que las bancadas de Morena en el Congreso de la Unión, hicieron prácticamente hasta lo imposible para sacar en tiempo y forma todo lo enviado al Legislativo por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, hubo por lo menos un par de temas que se atoraron, con todo y el coraje que hizo el tabasqueño pero al final y como se pudo, salió.
Uno es el de la famosa terna que enviara el Jefe del Ejecutivo a la Cámara Alta para sustituir al ministro de la Suprema Corte de Justicia, José Ramón Cossío.
Ayer, faltando unos minutos para las cinco de la tarde, Martí Batres, como presidente del Senado de la República, prácticamente gritó por el micrófono que se había reunido la mayoría constitucional de dos tercios de votos a favor de José Luis González Alcántara Carrancá, quien recibió 114 votos a su favor, mientras que no hubo ninguno para Celia Maya y tan solo cinco para Loretta Ortiz que hasta había renunciado a su militancia morenista para, (según ella), estar en condiciones de imparcialidad y, desafortunadamente, eso no le sirvió de nada.
Muy sonriente, como cuando cargó al Niño Dios vestido de López Obrador en la Pastorela organizada por el padre Alejandro Solalinde, Batres siguió gritando eufórico por el micrófono:
“A nombre del Senado de la República, le deseo mucho éxito ministro González Alcántara Carrancá”, al tiempo que, igual a gritos, reconoció el esfuerzo de la oposición, así como la disposición de llegar a acuerdos y consensos. “Felicitaciones a todas las bancadas parlamentarias por este esfuerzo que es resultado de la política”.
Luego de un receso, se llegó al nombramiento del nuevo ministro que asegura, “pondrá orden en el Poder Judicial”. ¿Será? Durante esa pausa, el coordinador morenista en esa instancia legislativa, Ricardo Monreal Avila, prometió “en corto” que empezaría operar para convencer a senadores de la oposición y así la “aplanadora lópezobradorista”, pudiera alcanzar las ansiadas dos terceras partes requeridas para que pasara alguna de las propuestas del tabasqueño.
Mucho se comentó en los corrillos de la Cámara Alta, que el zacatecano se ha ganado a pulso la animadversión de los legisladores pertenecientes a diferentes bancadas, incluso, a la suya, que no ven con buenos ojos, digamos, los métodos que ha utilizado el coordinador morenista para imponer la voluntad del presidente López Obrador.
Pero en esto de ver y dilucidar quién convenció a quién, es bien sabido el enfrentamiento que se traen el propio Monreal Avila con Batres Guadarrama, sin embargo, dada la alegría del segundo, podría concluirse que él fue quien convenció a los legisladores de la oposición de darle su apoyo a favor del nuevo ministro, que inmediatamente rindió protesta y fue felicitado por el ministro Arturo Zaldívar, quien espera, ahora sí, ser el nuevo presidente de la Suprema Corte.
Lo que tampoco debe olvidarse, es que al no haber aprobado inicialmente la oposición esta terna, sin duda envió un mensaje importante a Morena: que no porque el partido de López Obrador tenga mayoría, pueden hacer lo que quieran porque además, tanto en el Congreso como en el mismísimo gabinete lópezobradorista, los de Morena han dado muestras de su inexperiecia y todo se les ha ido en justificarse o con “error de dedo” o bien, un conveniente olvido para ver si pueden sacar adelante sus propuestas que en muchos casos, resultan hasta aberrantes y todo un despropósito como lo fue, por ejemplo, la conveniente omisión de la autonomía universitaria.
Como dice un popular refrán: “a ver si es chicle y pega”.
En lo que respecta al nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Batres manejó más o menos bien las cosas, con lo que estaría indicando que por lo menos él, entendió el mensaje de la oposición. Ahora solo faltaría que el senador Monreal vaya a salir a adjudicarse ese triunfo.
El otro tema que ya les va sacado “canas verdes” a los morenistas, es el de la Guardia Nacional, con el que López Obrador ya amenazó que si no se lo aprueban, regresará entonces al Ejército a los cuarteles y todo se convertiría en un caos en cuanto a seguridad, por lo que el coordinador de los senadores priístas, Miguel Angel Osorio Chong ha calificado de lamentable la amenaza del Jefe del Ejecutivo, -que se coloca en un nivel que no le ayuda-, que en este tema no ha podido ejercer su máxima del “me canso ganso”.
Este asunto, también ha hecho evidentes las diferencias entre los de Morena, solo que esta vez, se trata de dos mujeres, la dirigente del partido de AMLO, Yeidckol Polevnsky, -que suele meterse en cada brete-, y la diputada Tatiana Clouthier, que también se desempeñó, como se recordará, como la coordinadora de campaña del tabasqueño.
No hay que soslayar que la Polevnsky se ha destacado por ser una mujer intensa, especialmente cuando no se cumplen las órdenes del presidente, así que no tuvo empacho alguno en recomendarle a la diputada Clouthier que leyera bien la iniciativa de la Guardia Nacional, porque la diputada se atrevió a decir que si bien está encantada con lo de la Guardia Nacional, pero, ojo, no como Morena la planteó porque no está de acuerdo que la estrategia de paz la conduzca precisamente el Ejército.
Sin embargo la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa por 16 votos a favor y seis en contra, lo que fue objeto de abiertas muestras de rechazo por parte de activistas del colectivo #SeguridadSinGuerra, que desde hace un buen tiempo, demandan un nuevo dictamen.
En fin, así cerrará este nuevo año en el que vivimos una transición de terciopelo, para pasar a una Cuarta Transformación en la que prometen un país mejor, casi de ilusión. Habrá que ver cómo pintan las cosas para el 2019, año en el que deseamos a nuestros lectores, esté lleno de parabienes.
La Retaguardia se tomará un receso en esta batalla de la política, para reanudar el 7 de enero del año entrante, para ver, qué nos traerán los Reyes Magos. ¡Felicidades a todos!, y nos seguiremos leyendo.