Entregado el paquete financiero, viene la tarea del Congreso
¬ Augusto Corro lunes 17, Dic 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los partidos de la oposición no logran concretar el contrapeso que exige el momento político que vive México.
Cada organización política va por su camino. Las ideologías son diferentes y solo suman votos en las Cámaras de Senadores y Diputados.
No hay manera de que se constituyan en contrapeso para evitar las acciones del nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que incluyen cambios o desaparición en las leyes.
El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con mayoría en ambas Cámaras, ve que se aprueban las iniciativas de ley que promueve sin tantos obstáculos.
El PAN, PRI, PRD y otros institutos políticos ya demostraron su poca fuerza para oponerse a la aprobación de nuevas leyes.
Los dirigentes de los partidos opositores tendrán que esmerarse en la búsqueda de ideas que les permitan, por lo menos, una presencia digna en los recintos parlamentarios. En la reciente aprobación de la Ley de Sueldos la oposición optó por apoyar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
No pensaron en que su decisión iría contra la manera de pensar de millones de personas, incluidos sus militantes que no están de acuerdo en que los ministros y magistrados ganen exageradas cantidades de dinero.
La alta burocracia de la SCJN tiene perdida la batalla y los partidos que están de su lado recibirán los efectos dañinos de su error.
Los partidos políticos casi desaparecieron tras su derrota el 1 de julio. El PAN lucha por revivir. El PRI y el PRD se encuentran en calidad de desaparecidos. Por su condición política su presencia casi es nula. Así pues, no existe el contrapeso político real a las iniciativas de ley del presidente López Obrador, porque la oposición se encuentra en la lona, como se dice coloquialmente. Y esto apenas empieza.
Una buena idea
La bancada de Morena en el Congreso capitalino presentó una iniciativa para acotar los recursos públicos a los que podrían acceder los partidos políticos. Se trata, pues, de disminuir el financiamiento a las organizaciones políticas en la Ciudad de México. ¿Y por qué no cancelar esa entrega de dinero? La democracia en México es una de las más caras del mundo y sus resultados no se ven. En los institutos políticos sus líderes se eternizan en las cúpulas del poder. Sus representantes en los cargos de elección popular, en caso de ganar, se convierten en auténticos saqueadores del erario.
El presupuesto para las oficinas electorales, como el INE, es exagerado. Miles de millones de pesos que se reparten entre los funcionarios de ese instituto y el resto se entregan a los partidos políticos.
Los legisladores morenistas piden reducir el financiamiento a los partidos en la CDMX, pero ojalá y se haga también en todo el país.
Debe desaparecer esa práctica de distribuir recursos económicos a los partidos políticos. Los propios institutos políticos deben organizarse para la recolección de recursos para funcionar como partidos. Hace varios años cuando no se derrochaba el dinero, los panistas se convertían en sus propios promotores y rifaban coches. Esa etapa pasó y en el presente solo estiran la mano para recibir los recursos para su supervivencia. ¿La cacareada austeridad no alcanzará a frenar los derroches de la democracia mexicana? Ya veremos.
Atención a los jóvenes
La juventud mexicana se encuentra expuesta a ser víctima de la delincuencia. Los jóvenes ven en los grupos delincuenciales una alternativa de vida, que al final resulta contraproducente.
Todos los días aparecen en los medios de información noticias que se refieren a los asesinatos de jóvenes por diferentes causas. El problema se registra en todo el territorio nacional.
El martes en la tarde, cinco jóvenes fueron asesinados balazos en un campo deportivo. Los victimarios descendieron de camionetas cometieron el crimen y huyeron. Otras dos personas que resultaron heridas fueron hospitalizadas. Cuatro de las víctimas respondían a los nombres de Luis Enrique Arguello Cisneros, de 23 años; Eduardo Ayala, de 25; Juan Manuel Arguello, de 21; y Jesús Felipe Gavia, de 22. Los hechos se registraron en Tinajas de Bernales, municipio de Irapuato, Guanajuato. La historia que sigue ya la conocemos.
El caso será conocido por las autoridades y nada más. Ninguna investigación se realizará y la impunidad volverá a imponerse. En este espacio ya hemos hablado sobre la población juvenil que en los últimos años sufrió las agresiones de la delincuencia organizada. Esta problemática social exige una atención inmediata.