La crisis migratoria
¬ Augusto Corro viernes 14, Dic 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés López Obrador y Donald Trump, conversaron vía telefónica el miércoles.
Ambos mandatarios hablaron sobre el tema migratorio y la posibilidad de aplicar un programa conjunto para el desarrollo y la creación de empleos en Centroamérica y México.
La migración, convertida en un fenómeno social explosivo, creció en los últimos años en los países centroamericanos ante la ineptitud de las autoridades para controlarla.
En caravanas o solitarios miles de personas decidieron huir de sus lugares de origen azotados por la pobreza o el crimen organizado.
Sin la documentación legal, carentes de recursos económicos y temerosos de una muerte violenta, los centroamericanos optaron por buscar una nueva vida en el territorio estadounidense.
Las leyes migratorias son violadas en los países de Centroamérica y México, no así cuando intentan cruzar la línea fronteriza de Estados Unidos-México. En el vecino país, el magnate Trump, racista y xenófobo, rechaza todo lo que huele a extranjerismo, cuando le conviene.
Para su manejo político si sirven los migrantes, los nombra en sus discursos como “invasores” para intimidar a sus paisanos y manda a sus soldados a resguardar la frontera, en un alarde de fuerza.
En fechas recientes, las caravanas de migrantes recorrieron México y se estacionaron en ciudades fronterizas como Tijuana, donde nueve mil centroamericanos esperan el milagro de ingresar a EU.
El problema real que se genera en Tijuana es atendido con un sinnúmero de dificultades; pero en un gesto humanitario se les permite quedarse en ese lugar, en espera de que algunos migrantes regresen a su país o se queden a vivir en México.
La plática entre los presidentes López Obrador y Trump fue, sin duda alguna, positiva por dos razones:
La primera porque el conflicto migratorio es tratado por los dos países involucrados en ese fenómeno social que buscan una solución, que consistiría, entre otros planes, en la aplicación de programas conjuntos para el desarrollo y la creación de empleos en Centroamérica y México.
Y la segunda, porque los representantes del gobierno mexicano aún pueden dialogar con el presidente Trump y su volubilidad, así como su necedad por el muro fronterizo entre México-EU.
Es buena señal que por ahora, los dos presidentes intenten buscar una salida a la crisis migratoria.
Durante la semana, México y los tres países del Triángulo Norte de América Central (Honduras, El Salvador y Guatemala) presentaron en la cumbre migratoria de Marrakech (Marruecos) presentaron una estrategia para mejorar las condiciones de vida de los migrantes.
Parece que existe buena voluntad de los gobiernos para poner fin, o por lo menos controlar, el flujo migratorio de centroamericanos y mexicanos.
No será fácil hacerlo porque hablamos de pueblos flagelados por la pobreza y la violencia durante mucho tiempo. Ojalá y la conversación entre López Obrador y Trump dé resultados positivos en los próximos meses.
Policias escoltas
La jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, anunció el retiro de mil 400 escoltas y vehículos que estaban asignados, de manera gratuita, a servidores públicos, empresarios, etc., quienes por ley no deberían contar con ese servicio. Esas “atenciones” costaban al erario 21 millones de pesos al mes. En algunos casos, los beneficiados tenían entre seis y 10 escoltas asignados.
Los escoltas regresarán a las calles a desempeñar funciones de salvaguarda de la integridad de los ciudadanos y para quienes estén interesados en contar con protección, “están los canales adecuados para contratar los servicios de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) o la Policía Auxiliar (PA). Lo ideal sería que las policías bancaria y auxiliar se dedicaran exclusivamente a cuidar de la seguridad de los capitalinos.
La situación de criminalidad que vive la Ciudad de México es grave.
La falta de uniformados en las alcaldías propicia las acciones delincuenciales. Hay colonias donde los asaltos en los camiones de transporte colectivo se ven como algo cotidiano.
Si ya no habrá escoltas para los privilegiados, tampoco debe distraerse la función de las policías bancaria y auxiliar en ningún comisión, que no sea la de atender la seguridad de los capitalinos.
Se debe pensar en un solo organismo que integre a los preventivos, bancarios y auxiliares con un mando único y una meta definida: alcanzar la paz y la seguridad en la Ciudad de México.
Feliz fin de semana.