Nuevo exceso del IFE
Francisco Rodríguez viernes 21, Ene 2011Índice político
Francisco Rodríguez
Seguro que usted ha escuchado en la radio la permanente campaña de autoelogio del señor Felipe Calderón. Cual si fuera una graciosa concesión, en los spots se escucha una y otra vez que “en el gobierno del señor presidente (sic)…” o que “gracias al gobierno del señor presidente (otra vez sic)…” se ha construido determinado hospital o se han pavimentado cientos o miles de kilómetros de carreteras.
Estoy cierto, también, que a usted ya lo tienen acatarrado los comerciales de la Policía Federal en los que presumen haber matado a “El Azul”, haber detenido a “El Amarillo” o estar persiguiendo a algún otro cromático delincuente… excepto a “El Chapo”, claro está.
Y ni qué decir de los que se transmiten del Senado o de la Cámara de Diputados. Sosos, aburridos, sin mensaje.
Ahí tenemos también las campañas mediáticas de los 31 gobernadores y del jefe de gobierno del DF que, con motivo del informe anual que deben presentar a sus gobernados, durante 20 días -a veces más- llenan espacios en la radio y en la televisión con spots donde cacarean huevos que no siempre están bien puestos.
Hay quienes incluso llegan al exceso de llevar completitos programas de televisión y radio -conductores, productores, staff, maquillistas, ayudantes, unidades móviles, contratación de satélite y/o microondas, etc.-, durante días y no pocas veces hasta semanas, a sus capitales estatales o a sitios turísticos que así buscan promover.
Y la verdad, la verdad, lo que en realidad se promueve es al ocupante de Los Pinos, a sus secretarios de despacho, a los legisladores, a los mandatarios estatales. Figuras y figurines. Pura superficialidad.
No se cumple, así, el objetivo de la muy selectiva publicidad oficial -no pagan para que les peguen-, que debe ser el de un canal de comunicación entre el Estado y la población. También se incumple el que ésta deba ser clara, objetiva, fácil de entender, necesaria, útil y relevante para el público.
La publicidad oficial en México tampoco cumple con la prohibición que marca el mero sentido común: el no promover -explícita o implícitamente- los intereses de ningún partido político ni del gobierno ni de personaje alguno.
Gastan muchísimo dinero las distintas administraciones en promocionar lo que en realidad no hacen.
Se desperdician tiempos y espacios que deberían ser utilizados para orientar e informar sobre hábitos alimenticios, consejos de salud, hasta para transmitir cómo deben conducirse los vehículos en las caóticas calles de nuestras urbes o en nuestras muy riesgosas -por el lamentable estado en que se encuentran, pese a que los spots digan lo contrario-carreteras.
Viene al caso esta larga perorata por la noticia recién conocida en torno al precandidato del PRI a la Presidencia de la República: Enrique Peña Nieto.
Una vez más, el Instituto Federal Electoral ha perpetrado un exceso en contra, ahora, del gobernador mexiquense, a quien -como Santo Oficio- han encontrado culpable de transmitir spots en torno a su Quinto Informe de Gobierno, en entidades como Baja California Sur y Guerrero, donde ahora mismo se viven campañas electorales para renovar sus respectivas gubernaturas.
¿Cómo querían que le hicieran las televisoras nacionales, con las que Peña Nieto contrató su campaña publicitaria, para que en esas entidades no se difundieran sus mensajes? ¿Una pantalla en negro? ¿Un aviso que dijera “en este espacio debería transmitirse un spot del Estado de México, pero como aquí vamos a tener elecciones no se lo transmitimos”?
Santo Oficio, el IFE, que además es selectivo.
Porque, ¿no se dieron cuenta de que en las mismas fechas el gobernador “panista” -en realidad del PRI, pero prestado al blanquiazul por Beatriz Paredes- de Tlaxcala, Héctor Ortiz, también transmitía mensaje de autoelogio… perdón, sobre su último informe al frente de esa administración estatal.
¿Por qué nada más contra Peña Nieto? ¿Por qué no, también contra “el señor Presidente” como rezan los spots?
Este es uno más de los excesos del IFE.
Ya le enmendará la plana el Tribunal Electoral, como lo ha venido haciendo en fechas recientes.
Como también la Corte va a enmendar la plana a los legisladores que aprobaron una reforma electoral amordazante en 2007, convirtiendo en intermitente a la libertad de expresión.
Índice Flamígero: Los ministros de la Suprema Corte de Justicia tienen hoy ante sí la oportunidad histórica de restituir a los mexicanos el derecho a expresarse con toda libertad, el cual fue restringido por la reforma electoral de 2007. Y es que a partir del último lunes enlistó para discusión en el pleno de la Corte, el amparo promovido por un grupo de 15 escritores y académicos en contra de la violación del derecho fundamental de cualquier ciudadano, como es la libertad de expresar opiniones políticas en medios electrónicos. Hay que recordar que fue en 2007 cuando diputados y senadores decidieron coartar la libertad de expresión al introducir en la reforma electoral una serie de modificaciones constitucionales, en particular al artículo 41. Durante estos tres años los 15 intelectuales ha venido luchando con argumentos jurídicos porque su amparo sea atraído por el principal tribunal de justicia del país. Pero además los hechos han demostrado que la reforma electoral se ha convertido en un mecanismo de censura que no ha contribuido en nada a fortalecer la democracia en México. Devolver las garantías individuales a los ciudadanos es ahora una decisión en manos de la Corte.