Un enemigo constante
¬ José Antonio López Sosa jueves 13, Dic 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Debemos tener claro que, un régimen democrático que tiene hombres de estado, debe dar soluciones claras y radicales a conflictos fuertes por los que atraviesa una nación, como es el caso de México.
Sin lugar a duda la promesa de una transformación nacional nos ha esperanzado a muchos, sin embargo presenta riesgos cuando el mismo régimen, basa su existencia en enemigos reales o inventados.
En las campañas políticas se inventan enemigos, se basan en miedos fundados en mentiras y muchas verdades a medias, sin embargo, desde el 1 de diciembre pasado en que Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo, se han resaltado los enemigos (llamados adversarios) para justificar todas las decisiones.
El neoliberalismo, los ex presidentes, los magistrados de la Corte, los panistas, los priístas, los derechistas, un sector de los empresarios son enemigos y le han hecho mucho daño a la nación desde la lógica del poder.
Si bien es cierto que en parte tienen razón, esta obedece a la corrupción e impunidad, cosa que es compromiso de López Obrador terminar.
Si se combatirá la corrupción y la impunidad, con eso basta para que esos enemigos del régimen sean castigados o terminen sus acciones contra la nación, luego entonces ¿por qué estarlos citando constantemente?, ello constituye un acto de propaganda y no una concientización política como se nos quiere vender.
Los enemigos del país son la corrupción y la impunidad, independientemente se trata de alguien de izquierda o derecha, neoliberal o estatista, priísta, panisa o morenista.
No podemos vivir con un enemigo constante, real o inventado, así han sobrevivido regímenes tan enfermos o abusivos como el estadounidense que ha vivido por décadas con miedo a los comunistas, a los extraterrestres, a los musulmanes y ahora a los inmigrantes.
Así se sostienen los regímenes que pretenden coartar las libertades bajo esa sombra, de algo o alquien que quiere el mal para la sociedad y la nación.
Mucho cuidado con el uso de esos enemigos, eso puede tener consecuencias muy malas para nuestra sociedad.