Oficializarán el proyecto del Tren Maya, el domingo
Nacional* martes 11, Dic 2018- En Palenque, Chiapas
- Asesora el empresario Riobóo al Presidente en su construcción
El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió ayer con miembros de su gabinete para revisar el lanzamiento del proyecto del Tren Maya, que se realizará el próximo domingo 16 de diciembre en Palenque, Chiapas.
El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, confirmó que la reunión privada fue con la intención de revisar la presentación del proyecto.
“El domingo se presenta y lo verán con más detalle, es lo único que puedo decirles”, afirmó.
Por su parte, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, sin querer ahondar en el tema, dijo que en Palenque se darán a conocer todos los datos precisos, ya que el evento lo está organizando Fonatur.
Al pregumtarle al empresario José María Riobóo sobre su visita a Palacio Nacional, dijo que también asesora al Presidente en el Tren Maya. “Me gusta Palacio por eso vengo. No vengo a lo de Santa Lucía, a lo del Tren Maya”, señaló.
“¿Usted también está involucrado en ese proyecto?”, se le cuestionó.
“Soy asesor del Presidente, es lo que le puedo decir, soy su asesor”.
Oposición al proyecto
Desde el anuncio, agrupaciones indígenas de la península de Yucatán expresaron su oposición al proyecto del Tren Maya, porque, subrayaron, atenta contra sus derechos.
Las más de 40 organizaciones civiles hicieron del conocimiento “nacional, y de la próxima administración pública en lo particular”, que están atentos al proyecto del Tren Maya desde que se anunció, y a partir de ese momento lo desaprobaron.
Tras exponer que les “desagrada” porque violenta los derechos indígenas consagrados en la Constitución, destacaron que esperaban que con el cambio de administración las comunidades originarias se hicieran visibles “para la Federación y reconsiderara las formas para intentar poner en marcha el megaproyecto Tren Maya, pero con desagrado nos percatamos de que en esta nueva administración la historia no cambiará y la esperada justicia no llegará a los pueblos indígenas de México”.
Acuíferos y jaguares, en peligro
En las entrañas de Tulum se encuentra el sistema de cuevas más grande del planeta, Sac Actún, un tesoro paleontológico donde se han descubierto fósiles de fauna de hace 10 mil años antes de nuestra era, así como restos humanos anteriores a la civilización maya.
En esta misma región, pero a nivel de suelo, se planea construir la vía del Tren Maya y una de sus estaciones, lo que representaría un riesgo para estos sitios de alto valor biológico y patrimonio cultural. Desde hace tres décadas, especialistas se han dado a la tarea de documentar los múltiples sistemas de cuevas que existen en la región.
A la fecha se han registrado 358, que representan cerca de mil 400 kilómetros de laberintos acuáticos y conforman la mayor reserva de agua dulce en México, aunque se estima que aún hay muchas cavidades no exploradas.
Para la construcción del Tren Maya será esencial conocer la ubicación exacta de estos cuerpos para evitar daños o provocar colapsos.
“Estos acuíferos conforman uno de los almacenes de agua dulce más grandes del planeta, son de gran importancia para el ecosistema porque muchas de las raíces de los árboles se alimentan de esta agua. Además, es vital para el funcionamiento de toda la selva y para el presente y futuro de toda la península”, comenta Francisco Remolina, ex director del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y miembro actual del Grupo de Expertos para la Conservación de los Felinos Silvestres de México.
Arturo Bayona, responsable de estudios ambientales del Proyecto Gran Acuífero Maya, dice que si la vía se coloca en lugares donde la capa cárstica es delgada podría haber resquebrajamiento.
La vibración del tren es uno de los factores que más preocupa a los expertos. “Algunos sistemas de cuevas son muy inestables, no sabemos si debajo de la vía hay una roca de dos toneladas o una que se podría desplazar fácilmente.
También hay que considerar que se generará vibración durante años y que podría acelerar el proceso natural de colapsos”, afirma Emiliano Monroy Ríos, hidrogeólogo de la Northwestern University Technological Institute.
El Tren Maya contempla utilizar el tramo ferroviario ya existente que cruza por Campeche y Yucatán y sumarle la construcción de una vía de 542 kilómetros para atravesar Quintana Roo.
Los especialistas señalan la necesidad de aplicar un sondeo geofísico y geohidrológico en toda la ruta y no sólo por el nuevo camino. “Cuando se construyeron esas vías no teníamos ni idea de las estructuras subsuperficiales de la península, de su estructura geológica. ¿Cómo sabemos si ese trayecto no atraviesa por una cavidad de 200 metros de ancho o por varios cenotes?”.
Elaborar los estudios pertinentes en los mil 520 kilómetros que contempla el Tren Maya tardaría, “al menos, un año y con una resolución mínima que sólo permita saber si hay cavidades a unos cuántos metros”, concluyó Monroy.
“Es una región diversa y muy delicada. No dudo que nos esperen encuentros con especies acuáticas que se esconden en las profundidades, en pequeños microsistemas muy característicos, como son los remipedia. Son ecosistemas muy frágiles y cualquier cambio químico puede alterarlos y eso ya está pasando por la contaminación de agua residual que recibe el acuífero de las ciudades”, aclara Bayona.
Para el biólogo Arturo Bayona, uno de los grandes problemas que producirá el Tren Maya será la construcción de las estaciones, una está proyecta en Tulum, debido a “las aguas residuales que van a generar miles de usuarios, a dónde van a ir”. Dice que varios sitios turísticos no tienen un adecuado sistema de drenaje sanitario e infraestructura para tratamiento de aguas negras. Emiliano Monroy explica que los sistemas de cuevas tienen la función de mantener un equilibrio hidrológico en la región. En Sac Actún y Ox Bel trasladan el agua que se filtra de la selva hacia el océano, la distribuye al mar caribe.