Otro fraude en aeropuertos
Francisco Rodríguez jueves 20, Ene 2011Índice político
Francisco Rodríguez
Se niega a despegar. Saqueada y quebrada por sus últimos propietarios -luego que Vicente Fox prácticamente se las regalara a cambio de una bicoca-, Mexicana de Aviación se ha convertido en un objeto de estudio para aquellos que sostenemos que, no obstante el mentado “cambio” del 2000 y su reedición en el 2006, cada sexenio produce en México “una comalada de millonarios”.
¿Quién o quiénes están hoy detrás del fantasmagórico grupo de inversionistas, al que un par de burócratas, Javier Lozano y Juan Molinar, asignaron la concesión de la aerolínea más antigua del país? ¿Un político? ¿Un grupo político?
¿Estamos ante una vuelta al inicio? ¿Un regreso al alemanismo, cuyos descendientes y amigos también tienen hoy una línea aérea, sin que sus propietarios jamás hayan dado golpe, pues son herederos de aquel sexenio corrupto y corruptor?
La quiebra de Mexicana de Aviación ha sido sumamente protegida por los funcionarios del equipo más cercano a Felipe Calderón. Los responsables de saquearla gozan de la característica impunidad mexicana. Nadie les toca con el pétalo de una investigación en la Bolsa de Valores, por ejemplo. Menos aún en los tribunales laborales, ante los que deberían ser llevados por dejar en el desempleo a millares de jefes de familia.
Para comprobar esta protección a la familia Azcárraga -la de la rama hotelera, aunque hay vinculación con quienes se dedican a la radiodifusión y a la televisión-, habría que analizar la composición de la deuda que esta empresa dejó con el gobierno federal en materia de combustible, por ejemplo.
La pregunta es: ¿cómo fue posible que habiéndose ingresado la demanda de concurso mercantil -lo cual ponía a la empresa en imposibilidad de pago-, y siendo esta situación del conocimiento público, porque era noticia de primera plana en los medios, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) siguiera surtiendo combustibles por un periodo de más de 20 días, excediendo en mucho las garantías que los entonces propietarios otorgaron para el crédito.
Todo ello, asómbrese usted, generó un daño patrimonial al Estado -es decir, a nosotros los acosados contribuyentes- por más de 600 millones de pesos.
Sí. En sólo 20 días, nos robaron ¡¡¡600 millones de pesos!!!
¿Alguien va a recobrarlos por nosotros?
¿Fue un subsidio adicional -ahora que desaparecen los subsidios para pobres, reaparecen los subsidios para los ricos- para beneficiar a los Azcárraga?
Todo hace suponer que sí. Y lo peor, que la estrategia fue diseñada al interior de la paraestatal y operada por funcionarios de la misma, al inducir a Mexicana de Aviación a “inconformarse con los montos de las facturas” que ASA les enviaba en términos del contrato.
Y es que, al mismo tiempo recibían el análisis y resolución de estas inconformidades, lo que les ganaba tiempo suficiente para que el contrato siguiera vigente y la empresa no incurriera en mora.
De haberse convertido en morosa Mexicana, ASA se habría obligado a detener el suministro de combustible.
Esta estrategia en apariencia “apegada a los términos contractuales”, permitió a la empresa Mexicana -todavía de Azcárraga- seguir operando sus vuelos, cuando era pública y notoria su incapacidad de pago.
Pero al parecer esta situación no fue detectada por los órganos de control internos ni externos, ni ha tenido consecuencias para los funcionarios encargados de las finanzas que, generosamente, mantuvieron un crédito que lesionó gravemente el patrimonio del organismo.
Vale señalarlo con índice flamígero: la resolución de las dichosas inconformidades le corresponde a la Subdirección de Finanzas de ASA en términos de su Estatuto Orgánico, por lo que sería muy conveniente conocer los criterios que se aplicaron para no resolver de inmediato las supuestas reclamaciones y suspender el servicio en términos de los contratos. ¡¡¡600 millones de pesos!!! ¿De cuánto fue “la mochada”?
Índice Flamígero: “Se está haciendo un proceso de reestructura en una empresa que está en concurso mercantil en un tiempo récord. Es algo verdaderamente asombroso que después de estar prácticamente ya en quiebra, esté levantándose esta aerolínea -yo diría- sobre bases muy realistas y efectivamente lo que dices, habiendo pasado la temporada alta del mes de diciembre, pues tampoco corre prisa como para cometer alguna irresponsabilidad”: el titular de la SCT, perdón, el ocupante del Trabajo, Javier Lozano, sobre Mexicana, hace un par de días.