Aires democráticos avizoran sindicalistas rumbo a la 4ª transformación
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 26, Nov 2018Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Voto libre y secreto, en elección de dirigente del SNTE. “Reconciliación”, ofrece Alfonso Cepeda Salas a todos sus agremiados
- Sindicalismo sin cacicazgos, ni reelección, ni autoritarismo, ni poderes heredados, anhelo de trabajadores
Cambios de paradigmas en la vida pública, es lo que ofrece la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien a partir del primer día de diciembre, por seis años, será Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Bajo el lema de la Cuarta Transformación y con el apoyo del Congreso de la Unión, donde el partido del próximo mandatario nacional goza de una representación amplia y suficiente para hacer modificaciones a las leyes que respaldan el andamiaje jurídico de la vida institucional de todos los mexicanos, desde ahora surgen muchos frentes de apoyo al cambio prometido y refrendado en las urnas.
Cambios habrá en la estructura administrativa, en la forma de gobierno, en las percepciones salariales de toda la burocracia, en las políticas públicas, en la vida interna de los partidos políticos a partir de los votos obtenidos en la pasada elección, también en algunos proyectos y programas que no se consideren viables o prioritarios para esa nueva circunstancia que vive el país en materia de democracia, desarrollo social y fortalecimiento de la economía, y muchos otros etcéteras que serán noticia en los días por venir.
No se escapa a esa nueva circunstancia la vida interna de los sindicatos, donde sus agremiados siguen demandando transparencia en el manejo de recursos; democracia en la elección de sus cuadros dirigentes y respeto a derechos gremiales de cada uno de los integrantes de estos grupos. Son muchas cosas y en ello también se incluyen demandas de no más pugnas entre dirigentes, ya que -dicen- son acciones con las que únicamente se debilitan sus organizaciones y los divide en la defensa de intereses comunes, como el respeto a sus derechos y el uso irrestricto de sus prerrogativas sindicales.
Hay que transformar casi todo, parece ser el mensaje del nuevo gobierno y específicamente en el tema del sindicalismo el aún presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy claro: Las elecciones de los liderazgos deben realizarse en un marco de democracia y libertad para asociarse con autonomía.“No más imposición o reelecciones amañadas”, es una exigencia de los nuevos tiempos en la vida interna de las organizaciones sindicales, donde el voto secreto y libre empieza a asomar en los procesos electorales para renovar dirigencias y eso suena más que bien.
Animados por el inédito proceso electoral del pasado julio, y tal vez por la presión de sus agremiados que exigen procesos democráticos y rendición de cuentas con transparencia, los trabajadores de Pemex, sus dirigentes, le tomaron la palabra al presidente electo y en su elección para renovar dirigentes en sus 36 secciones petroleras, celebrada en octubre pasado, optaron por un proceso nunca antes visto, bajo mecanismos de transparencia y mediante voto directo, secreto y libre, lo cual ya es un avance en la aspiración democrática de un sindicato que, con 70 años de vida, por fin podrán elegir a su dirigente nacional cuando Carlos Romero Deschamps concluya su mandato.
En la ruta de la 4ª transformación, los petroleros no son los únicos que respiran aires democráticos, en ese camino también ya transitan los trabajadores del sector educativo. El fin de semana pasado el Consejo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en sesión extraordinaria, aceptó la licencia definitiva para separarse del cargo a su presidente Juan Díaz de la Torre y eligió como nuevo líder al secretario general de ese organismo, al profesor Alfonso Cepeda Salas, estableciéndose la eliminación de la figura de presidente y para el periodo que concluye hasta febrero de 2024.
En lo que fue su primer mensaje a medios, Alfonso Cepeda definió que en los nuevos tiempos que vive el SNTE “no hay cabida para el despotismo, la autocracia, el autoritarismo, ni las reelecciones” y advirtió que de ahora en adelante los pasos que se den en la dirigencia se harán de manera razonada, horizontal y colegiada. “Son tiempos de reconciliación” con pleno respeto a la pluralidad en bien de la educación, ofreció el dirigente de uno de los sindicatos más grandes del mundo.
Así las cosas en el SNTE, son tiempos de democracia y no estaría mal que estos aires llegarán tan lejos o tan cerca de organismos laborales como los telefonistas, los electricistas, el sector salud y muchas otras representaciones laborales en donde los sindicalistas ya están hatos del nepotismo, cacicazgo, poderes heredados, y muchos otros términos que a lo largo de la historia se han ido acuñando entre la clase trabajadora a partir de prácticas antidemocráticas y concentración de poder. Que conste.
PASO SIN VER.- El nuevo dirigente del SNTE anunció que en los próximos días promoverá una reunión con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, con el fin de ratificarle la determinación del magisterio de aportar para que en la cuarta transformación se fortalezca la educación pública con calidad y equidad. Agregó que le entregará a López Obrador la propuesta educativa construida con las 58 mil 113 opiniones de los congresos y los foros de consulta realizados con la participación de alumnos, padres de familia y educadores. Cabe señalar que Alfonso Cepeda Salas nació en Arteaga, Coahuila. Cuenta con estudios de licenciatura en Educación Media Básica, con especialidad de Lengua y Literatura Españolas, en la Escuela Normal Superior del Estado de Coahuila. Es maestro en Letras Hispánicas por la misma institución.
También ha sido catedrático en la Escuela Normal Regional de Especialización, en la Escuela Normal de Educación Preescolar y en la Normal Superior del Estado de Coahuila. Catedrático de la Universidad Pedagógica Nacional, en fin toda una trayectoria envidiable como académico y también como dirigente del magisterio, y hasta aquí, porque como veo doy.