Policías ineptas
¬ Augusto Corro miércoles 21, Nov 2018Punto por punto
Augusto Corro
Hace muchos años que las policías dejaron de servir a la sociedad.
La participación de los representantes de la ley sin una estrategia definida solo favoreció al crimen organizado. Miles de los uniformados no aprobaron el examen de confianza para formar parte de los cuerpos de seguridad.
La decisión de las autoridades fue mantenerlos en las filas de la policía no obstante el riesgo que se corría con elementos relacionados con la delincuencia.
Con el auge del narcotráfico en México, el papel de los uniformados fue a favor de los delincuentes a quienes les sirvieron de espías y de protectores. Las policías municipales, estatales y federal se convirtieron en una fuerza pública inútil para la población.
Solo basta revisar los índices de criminalidad para saber que en México se vive sin protección alguna.
Son ya miles de personas asesinadas, incontable el número de desaparecidos, de asaltos estamos hasta la coronilla.
Y lo más grave de la situación es que no sabemos cuándo terminarán la incertidumbre, el terror y el miedo.
No toda la responsabilidad debe recaer en los policías, pues tienen a sus jefes que son los presidentes municipales y los gobernadores.
Dichas autoridades se encontraban metidas en otras cuestiones ajenas a la seguridad pública.
Cuando en sus entidades o ciudades se complicaba la situación, solicitaban ayuda a estancias superiores.
El papel de los alcaldes y mandatarios estatales empezaba y terminada con la petición de apoyo a instancias federales. Ellos no se atrevían a enfrentar la delincuencia. Esa era toda la labor de los funcionarios.
En el presente, se tiene la esperanza de que con el nuevo gobierno las policías cambien radicalmente en todos los aspectos.
Urge la selección de los mejores elementos que cumplan su compromiso de policías. Claro, las autoridades tendrán que estimularlos con sueldos dignos y mejores prestaciones, así como proporcionarles una preparación adecuada para el mejor cumplimiento de su deber.
Mientras llegan los cambios para lograr una policía más preparada, vamos a esperar el desempeño de la denominada Guardia Nacional, de origen castrense. Y ojalá, los gobernadores ya se pongan a trabajar y dejen a un lado su actitud, comodina, de que el gobierno federal les resuelva sus problemas.
¿Y el contrapeso? ¿y la oposición?
El triunfo del partido Movimiento de Regeneración (Morena) dejó en calidad de cadáveres a sus adversarios políticos. De esas organizaciones políticas, solo el Partido Acción Nacional (PAN) empezó a moverse con la idea de resucitar.
Los otros dos: Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Revolucionario Institucional (PRI) se mueven también, pero van hacia lo más profundo de su tumba.
El propio senador perredista, Juan Zepeda, aseguró que el tiempo de vida para el partido del sol azteca no será mayor a tres años.
El legislador fue muy amable con su pronóstico de supervivencia del PRD, porque en la realidad, únicamente quedaron las cenizas.
El fin de semana los amarillos realizaron su Congreso Nacional Extraordinario en el que no faltaron los ingredientes del escándalo.
Los mismos perredistas rijosos se enfrascaron en una pelea en la que no se escatimaron los golpes y los sillazos.
Se acordó que un grupo de representantes de diferentes corrientes políticas forme parte de una dirección colegiada provisional.
¿Cuál será el fin de las tribus perredistas? Sí, aquellas que fomentaron el divisionismo en el partido que ahora lo tiene en la tumba.
Y el otro partido, el Revolucionario Institucional (PRI) también se encuentra en calidad de cadáver.
La derrota que sufrió el tricolor lo dejó pasmado. Sus dirigentes aún no se reponen de la debacle.
Sin embargo, hasta donde se contempla el panorama político, el PRI no entendió el mensaje de los electores que se encuentran hartos de “dinosaurios” corruptos, en el partido y en los cargos de elección popular.
Por ejemplo, los exgobernadores oaxaqueños Ulises Ruiz y José Murat señalados como pésimos gobernadores, ahora buscan erigirse en salvadores del tricolor. Claro, los priístas ya saben qué clase de políticos son los citados exmandatarios.
¿Resucitará el PRI? ¿Usted qué opina amable lector?
El futuro del PAN, PRD y PRI se ve más que negro. En las Cámaras de Senadores y Diputados las mayorías son morenistas. No existe el contrapeso de la oposición. Morena cuenta con los votos suficientes para la aprobación de cuanta ley se le ocurra.
Dependerá el manejo político de la oposición, casi desaparecida, para que sea tomada en cuenta o no en las decisiones de los cambios que se avecinan. No serán el enfrentamiento y el escándalo los que la ayuden a resucitar.