De Carlos Salinas a Peña Nieto, Presidentes en la nómina del “narco”
Francisco Rodríguez martes 20, Nov 2018Índice político
Francisco Rodríguez
En la interminable lista de fiscales para enjuiciar a los presidentes mexicanos de las últimas décadas, se suman a El Chapo Guzmán los ex compañeros de viaje saqueador de salinistas, zedillistas, foxistas, calderonistas y peñanietistas, inconformes por haber sido excluidos del embute, dicen que “injustamente”.
Los servicios prestados por los emblemáticos favoritos de la banda presidencial oculta en forma de pandilla en Los Pinos, resguardada por la fuerza de fuego de nuestros bolseados impuestos, fueron demasiado mal valorados. Como ejemplo de lo anterior, un solo botón de muestra, un sucedido bajo el imperio chusco de Zedillo.
Afirman los hoy testigos protegidos que habría llegado a Los Pinos Amado Carrillo Fuentes, el temido Señor de los cielos, a negociar con el cachanilla, pero que éste, para no dar la cara, habría cedido la representación a su esposa Nilda Velasco y a Liébano Sáenz para mercar el tamaño y costo de la protección oficial, y desde luego, de la complicidad.
Que los mencionados habrían pactado con el amo de los cielos la cantidad mensual de veinte millones de dólares mensuales en pago a los servicios indicados. Amado habría salido sonriente. Y que, cuando habría aparecido el felón Zedillo, habría propinado a sus representantes una felpa de ofensas impublicables, pues acababan de cometer un error de esos que ponen en peligro la vida.
Y es que Zedillo habría tenido pactada con los Arellano Félix la cantidad de veinticinco millones de verdes cada treinta días a cambio de lo mismo. Él les habría dicho que se endurecieran la negociación, pero habrían cometido la pifia bajo palabra de honor. Y como quien sirve a dos patrones con alguno queda mal, usted se imaginará.
Todos habrían montado en cólera. Los representantes porque habrían argüido que no habían sido informados del entrambulique, y Zedillo por sentirse traicionado por su compañera de alcoba y por el hombre de sus mayores confianzas. Cosas que habrían sucedido casi a diario en el domicilio residencial de estos mamarrachos.
Al destaparse la caja de Pandora en el juzgado de Brooklyn, con motivo del enjuiciamiento de su capataz El Chapo, todo un paripé del Imperio que ya tiene medidos los rebotes para sacar a la luz las traiciones de los de la banda que les metieron mano a sus maletas, el proceso de marras promete…
…ser el escándalo del nuevo siglo para que los mexicanos conozcamos de una vez por todas quién es quién en los precios, los presidentillos, de Salinas de Gortari para acá, tienen el lugar especial del banquillo de los acusados y los ejecutores materiales del trasiego, la sartén por el mango para revelar todas estas traiciones. Para llegar hasta dónde tope.
Y podrán decir misa los comentócratas de la prensa vendida en defensa de los inculpados, delatores, confesores y testigos protegidos del gabacho. Podrán convocar a cualquier escándalo cacerolista y a cualquier acto de rasgue de vestiduras, el hecho es incontrovertible. La opinión pública está cansada de tanta mentira y es previsible el desenlace en favor de los intereses populares.
Se ratifica que el 90% de los analistas, columnistas, comentaristas y textoservidores del poder están contratados para cubrir los espacios impresos y radioeléctricos de los medios de comunicación al servicio de los palurdos del poder. El otro 10% no sabe ni jota de lo que habla. Normalmente son improvisados de buena fe, pero desinformados.
Mientras se decide en el extranjero la suerte de los indiciados, los presidentillos mexicanos de las últimas tres décadas, acá adentro las cosas les pintan color de hormiga. Las últimas iniciativas analizadas y aprobadas en comisiones por los diputados y senadores morenistas tienden a investigar y resolver a fondo los delitos y los agravios a que hemos estado sujetos.
Por lo pronto, recuperar los bienes robados por los mandatarios y sus pandillas al pueblo de México, independientemente de las sanciones monetarias y corporales que procedan. Los trúhanes quieren cobijarse en el principio de la retroactividad, pero ésta no opera cuando está de por medio el interés público nacional.
Si alegan prescripción de sus delitos, ¡lástima Margarito!, tampoco es posible tratándose de delitos graves cometidos a ciencia y paciencia contra la riqueza y el patrimonio colectivo. Total: no tienen para dónde hacerse. El mecanismo de La Voladora ya se echó a andar.
Ningún comentarista, ningún medio por poderoso que sea puede imponerse a la voluntad del Congreso. Menos, cuando los propietarios de los principales medios radioeléctricos se han puesto al servicio, sin retribución alguna, del Presidente electo. Son sus asesores. ¿Y ahora quién podrá salvar a los amos del embute y del micrófono?
¿Quién podrá salvar a los presidentillos mexicanos sin fuero y sin poder a la vista de la furia del pueblo, enterado de sus traiciones? No habrá poder humano. Si apelan al divino, éste ya ha de estar cansado de tanta mentada del respetable. ¿No cree usted?
Por lo pronto, ya se han destapado los 374 fideicomisos públicos federales que manejan cerca de un billón de pesos, pero sólo 8% de ellos tienen mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, por lo que la propuesta de López Obrador de cancelar los que sirvan para ocultar fondos y lavar dinero mal habido, tiene la mesa puesta.
La imposibilidad de auditarlos, maquinada por Aspe y Salinas de Gortari, en las reformas a las leyes mercantiles, pasará a otra vida. De igual manera, aquéllos que fueron creados para afectar los intereses de la sociedad. Hay demasiada tela de dónde cortar, pues ya sabemos que estos sujetos están metidos hasta el cogote en todas las trampas administrativas posibles.
Y ya que andan por ahí, no estaría de más que de una vez por todas se señalara quiénes son los magnates que fueron favorecidos durante décadas con devoluciones de impuestos, ISR e IVA, para obtener ganancias multimillonarias en dólares y para evadir al fisco. Es público y notorio lo que ha pasado, desde Salinas hasta Peña Nieto.
Debe saberse también quienes fueron los traidores que envenenaron las cuentas públicas pidiendo una deuda externa inconsulta que ya alcanza la pavorosa cifra de 11 billones de pesos. Quienes coyotearon a los productores agropecuarios y de materias primas para llevarse los negocios de la exportación.
Quienes cobraron los moches de las importaciones de gasolinas, gas, diésel y carburantes, oponiéndose a la construcción y mantenimiento de las refinerías de la Nación, actuando subrepticiamente en contra de la patria y de su sobrevivencia independiente.
Calificar sólo con el medroso calificativo de opacidad administrativa a lo que ha pasado con el pueblo de México es realmente enternecedor. Lo que ha pasado se llama traición a la patria y merece todo el peso de la ley.
Afortunadamente estamos a pocos días de vivir un nuevo ciclo, de inaugurar una nueva época, de ser epónimos en toda la extensión de la palabra.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: El periodista del The New York Times, Alan Feuer, quien cubre el juicio del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán en Estados Unidos, aseguró que esta semana se dará información importante sobre el gobierno de Enrique Peña Nieto. De acuerdo con Feuer, Jesús El Rey Zambada, ex miembro del Cártel de Sinaloa y testigo de la Fiscalía en contra de Guzmán Loera, testificará que pagó 6 millones en sobornos al presidente mexicano en un restaurante. “La semana que viene, se espera que Jesús Zambada testifique que pagó 6 millones en sobornos al ‘actual presidente de México’ en un restaurante. La revelación fue hecha en una audiencia (a puerta cerrada) el miércoles. Está saliendo ahora en la transcripción de la corte”, escribió en Twitter el periodista. + + + Y ya sólo faltan 10 días para que el peor presidente que haya tenido México se vaya a freír espárragos al rancho de AMLO… o a la cárcel.
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