Monumental Réquiem de Mozart en el Auditorio Nacional
Espectáculos martes 13, Nov 2018- El concierto estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía de Danza Contemporánea de Cuba y el Órgano Monumental del Auditorio
- Susana Zabaleta se encargó de abrir la presentación
Asael Grande
El escenario del Auditorio Nacional recibió el célebre concierto Réquiem de Mozart, una ejecución denominada “Espectáculo Monumental” en el que participaron, en primer término, la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro Carlos Miguel Prieto; solistas y coros; la Compañía de Danza Contemporánea de Cuba y el Órgano Monumental del Auditorio Nacional, ejecutado por el maestro Víctor Urbán.
La actriz e intérprete, Susana Zabaleta, fue la encargada de abrir la introducción al Réquiem con El Dueto de Susana y Fígaro “Cincue, Dieci, Venti”, junto a la voz de Enrique Ángeles: “buenas noches, Auditorio, o ¿qué nada más Luis Miguel puede llenar?, gracias por demostrarme que el arte también importa, que Mozart importa, el arte es para el pueblo, gracias por estar aquí”, fueron las palabras de bienvenida de la intérprete soprano, Susana Zabaleta.
Un réquiem era la música que se escribía para los funerales católicos, pero piezas como la de Mozart le dieron un valor muy alto en los géneros clásicos. De esta manera, el público asistente disfrutó de un espectáculo monumental donde participaron 200 artistas en escena, además, se contó con la presencia de la estrella mundial de danza, Rasta Thomas, además de la Compañía de Danza Contemporánea de Cuba. Asimismo, las voces estuvieron a cargo del Coro EnHarmonía Vocalis.
Réquiem es una pieza escrita por Wolfgang Amadeus Mozart que está llena de misterio, pues se dice que un anónimo la encargó al compositor. Era 1791 y el músico no gozaba de buena salud. Alucinaba por las altas fiebres cuando compuso esta pieza, así que la dejó incompleta y la tuvo que terminar uno de sus discípulos. Sólo le faltaron tres movimientos.
El Réquiem en D menor, es una pieza dividida en catorce secciones, cuya sacralidad y dramatismo se lleva a su máximo esplendor durante la Lacrimosa. Además, es una obra que está en el centro de diversas leyendas, ya que Mozart murió antes de terminar la obra, por lo que existen diversas versiones, una de ellas es que su discípulo Frans Xaver Süssmayar fue quien la terminó con instrucciones que el maestro dejó antes de fallecer. A pesar de que se trata de una misa para funeral, el proyecto es simultáneamente un homenaje a la vida y una reflexión sobre la muerte.
El espectáculo tuvo la presencia de 200 bailarines en escena y música sinfónica que contó la historia de la obra más celebrada de Wolfgang Amadeus Mozart, todo con una superproducción, música melancólica, baile y una trama que sorprendió; participaron: Orquesta Sinfónica Nacional, directores Carlos Miguel Prieto y Claudia Hinojosa; Compañía de Danza Contemporánea de Cuba, Jorge Céspedes es autor de la coreografía y Arturo Nava de la escenografía; Coro EnHarmonía Vocalis y con el predigioso bailarín Rasta Thomas como invitado. El evento fue a beneficio de la Fundación Reintegra, la cual trabaja a favor de la justicia social, equidad de oportunidades y derechos, logrando mediante sus programas sociales, que los jóvenes puedan construir un proyecto de vida positivo.